Es increible como me has hecho experimentar sensaciones bien gratificantes y placenteras, que hacen que mi imaginación llegue a crear fantasías tan maravillosoas que con todo gusto me quedaría a vivir en ellas eternamente.
Invades mis pensamientos de una manera tan especial que se han producidos revoluciones inmensas en mi subconsciente enviando a mis censurados pensamientos a volar infinitamente en el mundo de las ilusiones.
Cierro mis ojos, y me complace evocar aquellos prohibidos pensamientos que me permiten rozar tu piel y sentir su calor, además de explorar todo tu cuerpo pero haciéndolo poco a poco con prudencia y sensata cordura para disfrutar al máximo el tiempo... el maravilloso tiempo que me regala la imaginación para tenerte cerca y sentir tan divina todas esas emociones que me conducen inequívocamente a un estado más de conciencia que corporal tan excelso pero tan ardiente y sofocante a la vez. Un estado que no puede darsele otro nombre que no sea excitación.
Un mágico momento donde no hay parte de mi cuerpo que no te desee y que se estremezca con el sólo hecho de imaginarte tocándome. Esta fantasía me permite ir más allá de la realidad y es cuando te tengo fernte a mí, al alcance de mis manos y siento que suavemente me acaricias, siento tus labios besar mi boca, siento el olor de tu cuerpo, siento tu respiración agitada, siento como disfrutas todo aquello y eso estimula más mi excitación, siento que por mis venas la sangre viaja con más furia y consecuentemente mi cuerpo cambia de temperatura y se torna de tibio a caliente y tiemblo... Mi cuerpo tiembla suavemente y experimento una mezcla de sensaciones de excitación, deseo, angustia y desepero por tenerte rígido dentro de mi y por enigmas de la naturaleza femenina mis senos adquieren un tono rojizo y sus pezones se ponen erectos y siento que mi corazón late con más fuerza que de costumbre como queriendo salirse de mi cuerpo. Mi vagina consciente de lo q esta pasando se prepara naturalmemte para recibirte con su particular estilo de humedecerse para que tengas más facilidad de entrar en ella.
Justo allí la excitación se vuelve más intensa, tanto que llega unirse con el deseo convirtiéndose en una sensación aún más divina que se llama placer.
Extraordinariamente siento que entras en mí, deslizándote suavemente y poco a poco como sabes que me gusta y disfruto cada momento. Me introduces sólo su punta y te detienes como para ponerme más ansiosa queriendo que me poseas con premura y mientras... siento tus manos oprimir fuerte mi cuerpo como señal de tu excitado placer y descubro tu lengua entretenida acariciando mis firme senos y mi placer llega a su máxima expresión cuando siento que me lo introduces intempestivamente todo, casi insconciente mi cuerpo se balancea como buscando la posición exacta que me hará vibrar y te gusta, sé que te gusta sentirte dentro de mí.
Ambos ecperimentamos una pasión desmedida que nos quema pero que igual disfrutamos como quien soporta un suplicio pernicioso pero queriendo que nunca finalice. Y aprieto mis manos contra tu espalda con fuerza que lastima para resistir tus varoniles sacudidas que me excitan aún más por tener conciencia que tengo esa parte de ti dentro de mi y en ese momento quisiera quedarme a vivir así para siempre.
Estams al límite del deseo y la excitación y al máximo del placer y sigo moviéndome sobre ti con él adentro, tan grande , tan fuerte, tan firme. Me muevo agitadamente y con desasosiego tanto que siento temblar fogoso mi cuerpo y el tuyo. Te cambias y deliro de excitación al advertir tu desnudez sobre la mía, y me das más, sacudidas más fuertes que me hacen gemir de palcer y dolor a la vez, y quiero más y más como si tu fueras mi vicio insaciable perverso.
Estas sensaciones me permiten llegar al desenlace de la excitación y siento un fragor más placentero que baja lentamente por mi cuerpo y que me pone tan eufórica que me muevo más candente por una imperiosa e insconciente necesidad de mi cuerpo de liberarse de esa carga de sensaciones encontardas pero sumamente gratificantes y que tu disfrutas en medio del placer que te proporciona la certeza de saberte dentro de mi vagina y lo rico... muy rico del movimiento de tenerme sobre ti balaceándome...y llego si, llego a lo que más deseaba: al climax y entré a un mundo de delirio, fantasia y frenesí que me concede el privilegio de tocar el cielo con mis manos y experimento lo más deliciosa y exquisito de llegar a un orgasmo, que es el placer infinito que me aleja aún más de la realidad, a tal extremo que en ese instante no recuerdo como es mi nombre y ni siquiera me importa donde estoy, sólamente el olor de tu cuerpo y el recuerdo de tu portensosa desnudez existen en mi conciencia.
El disfrute es más esplendido cuando también te encuentro sumergido en el delirio de ese mundo maravilloso como si hubiesemos sincronizados nuestras sensaciones para reencontrarnos en ese mundo paralelo a la realidad y te siento completamente en cuerpo y alma dentro de mi y siento cuando explotas derramando en mi interior el cálido resultado de tu excitación y escucho cuando jadeas de placer y me tomas tan fuerte contra ti, que por primera vez te veo desnudo, pero desnudo de alma buscando sosiego en mi cuerpo.
Finalmente descubrimos una plácidez tan grata descansando uno sobre el otro después de vigorosa jornada, explorando con caricias algunas partes de nuestros cuerpos y si me miras a los ojos podrás ver en ellos una satisfacciín celestial por haber sido tuya y llenos de gusto como de quien viene de la gloria.
Ya satisfecha y relajada comienza lentamente a bajas la temperatura de mi cuerpo. Es prodigioso como he encontrado la calma en esos intensos minutos de pasión donde liberé con furor toda la pasión ardiente que tu haces que sienta por tí .
Inmediatamente abro mis ojos y me sorprendo tocando mi vagina aún sintiendo las últimas contracciones y húmeda aún. Siento que mi corazón sigue latiendo con fuerza pero con menos energía más bien queriendo recobrar su ritmo normal y siento en mi cuerpo una deliciosa relajación que me tiene como flotando en el aire... Me doy cuenta que nos estas conmigo, que todo el estruendo que sentí no fue más que una Magistral Fantasía, aún así me satisface saber que fuiste tu dentro de ella, que hizo que viviera tan soberbia experiencia.