Mi esposa siempre accede y acepta que la acompañe cuándo va a comprar sus ropas de putita XXX. Viendo los modelos siempre se nos acerca los vendedores de los almacenes que las vende al decirle, con suma franqueza y halagadora como merecidamente a mi esposa de solo 18 años que se le ve sexy a su cuerpo sonriéndole y agradeciéndoles el piropo como el levante hasta el cumplido en que les agradece al agarrarles las pingas vergueras que se las manosea como acaricia hasta se las aprieta con toda la libertad pertinente frente a mis ojos en que le tengo confianza y seguridad dejándole las riendas sueltas se fidedignamente que se comporta a su edad como tendencia de ser putita XXX; entramos los tres al probador para ayudarla y vestirla incluso tenemos sexo con ella en forma de emparedado que goza al mismo tiempo conmigo y con ellos jadeándose asimismo gimiéndose con todas las plenas fuerzas, deleites, emociones, deseos, ganas, ánimos, zacearse, dominarse, fascinarse, complacerse, extasiarse, adorarse, calentarse asimismo excitarse incluso, jadearse, gemirse y gozarse completamente siendo una buenísima carne para los comensales que somos yo y todos los hombres que la rondan como le tiran los perros haciendo referencia propiamente entre sus compañeros de trabajo de la oficina igualmente sus amigos y con cualquier otro hombre a donde vayamos o ella se encuentre al satisfacerlas al final con las grandes cantidades industriales de paja y polvo que los recibe corporalmente al masturbarse estos frente y encima de su cara y cuerpo actualmente mi queridísima putita y distinguida esposa XXX.