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Categoría: Lésbicos

Dios los hace y el Diablo los junta

Bueno, debo empezar por describirme pues creo que es mi apariencia lo que dio lugar a la siguiente historia, tan increíble y extraña que a veces pienso que hay algo de verdad cuando dicen que Dios los hace y el Diablo los junta.

Soy de mediana estatura complexión media, bastante bien proporcionada, morena clara, tengo cara bonita, cabello mas o menos largo, ondulado, castaño claro. Podría decirse que por lo general resulto atractiva y atraigo la atención de miradas masculinas cuando voy por la calle... pero también por lo general luzco masculina aun sin proponérmelo, Será porque tengo la espalda ancha, mentón cuadrado, cejas negras, andar un poco desgarbado, lenguaje y modales descuidados y acostumbro usar la mayor parte del tiempo zapatos cerrados, pantalones de cadera, blusas ajustables pero de corte camisero.

Bien en pocas palabras me han dicho que luzco tan atractiva como chica y como chico... lo cual no esta tan alejado de la realidad porque soy bisexual a pesar de ser casada desde hace 5 años.

Sucedió que un día en la oficina se dio un cambio en la administración, la razón fue que el dueño de la empresa siendo de avanzada edad decidió dejar encargada la oficina a su hija menor, la cual estaba pasando por una etapa difícil en su vida personal pues acababa de divorciarse por lo cual se sentía muy deprimida. (Según los chismes de primera mano de la asistente).
Grandiosa idea tuvo su Papi al prestarle su empresa para distraerla, todos refunfuñamos y expresamos nuestro más profundo rechazo a la dichosa idea del Jefe, pues su hijita tenia fama de ser Déspota, Pedante, Mandona, y obsesionada con su físico.
El fatídico día llego y transcurrió normalmente pero todos estábamos con los nervios por la tensión de que en cualquier momento nos iría llamando de uno a uno para someternos a un interrogatorio inquisitivo respecto a nuestras funciones en la empresa, con su correspondiente reporte al día.
A todos nos trato en forma seria e impersonal, el tiempo paso y comenzamos acostumbrarnos la idea de verla todos los días, aunque debo reconocer que a pesar de que su forma de ser me molestaba no veía nada malo en echarle una ojeadita de cuando en cuando, cuando pasaba delante de mi, eso si muy disimuladamente pues aunque toda la empresa sospecha de mis preferencias a nadie le consta... y bueno... no estaba nada mal... era delgada, muy estilizada de pies a cabeza de unos 30 años igual que yo.
Sucedió un día que una compañera falto y “Audrey” me llamo a mi extensión para solicitarme que llevara a su despacho el trabajo de mi compañera y le explicara algunas cosas pues según a su entender mejor dicho según los chismes de su asistente Yo debía saber en parte el puesto de la otra chica pues la había suplido en una incapacidad, así pues me presente en su despacho un poco nerviosa pues no solemos tener trato con los gerentes, me miro desde su escritorio de pies a cabeza y dijo que tomara asiento y empezó a hacer preguntas de esto y aquello, durante ese tiempo note que al levantar la vista de los papeles me encontraba de lleno con su mirada, yo se la sostenía y ella volvía a preguntar algo así hasta que me pidió unos trabajo y Me retire no sin antes voltear al salir de su oficina, para mi desconcierto vi que ella me miraba al salir. Supuse que igual que mis demás compañeros o por la asistente chismosa, ella tendría sus dudas respecto a mi sexualidad, así que hice caso omiso de su actitud.
Pero lo cierto es que desde ese día algo cambio, al pasar por mi escritorio me miraba y yo la ignoraba, se sentaba durante mucho tiempo a trabajar en un cubículo cercano donde se podía ver todo el departamento y con frecuencia sentía su mirada, levantaba la vista para encontrarme con la suya, al verse sorprendida me llamaba con la excusa de que precisamente en ese momento pensaba en checar mi trabajo y me pedía ese café tan rico que suelo hacerle a mis demás compañeras para consentirlas. Se le hizo costumbre pedirme su café por las mañanas y sonreírme siempre y cuando no hubiera nadie observándonos.
Sucedió un día que me llamo a su oficina con mis reportes, entre y comencé a entregarle la información mientras ella iba de un lado a otro y de cuando en cuando se me acercaba por detrás del hombro para echarle una mirada a los papeles, yo podía sentir su perfume y su cuerpo rozando mi hombro al terminar mi informe me pare para recoger mis documentos y ella se apoyo en el escritorio junto a mi, observando en silencio mis movimientos, lentamente retiro un mechón de cabello de mi frente y se me acerco rodeándome lentamente como depredador que acecha a su presa, aspiraba mi aroma y su aliento erizaba mi nuca yo me mantenía inmóvil como una presa en espera del ataque, ella volvió a apoyarse en el escritorio pero a mi lado izquierdo y me dijo:
--Mmmm... hueles a bebe.
A lo que yo conteste.
-Soy un bebe.
--¿De quien?
-De mi esposo
--¿Y es celoso?
-No le doy motivos
--No te creo
-Pues aquí no me creen mucho pero a nadie le consta, si es que esa es su curiosidad.
--Pues yo no te veo como un bebe, tal vez hasta me podrías enseñar algunas cosas.

Mientras me decía eso con su uña delineaba la curva de mi cadera desde el muslo hasta mi ombligo, el corazón me latía con fuerza y su mirada anhelante me excitaba, apoye mis brazos en el escritorio quedando ella en medio semisentada en este, mi boca estaba a escasos centímetros de la suya y yo la miraba con ojos entornados y tiernos (sé que desarmo a algunas chicas cuando las miro así), comencé a aspirar su perfume acercándome a su cuello como ella lo había hecho momentos antes, y me detuve en su escote pose mi mirada en sus senos y acaricie ligeramente el borde de su escote con mi uña al momento que le decía:

-Que le hace pensar que le puedo enseñar algo que talvez no sé y que lo que usted obtuvo en este momento es una simple reacción al juego que usted inició... después de todo entre mujeres es inofensivo jugar a cariñitos y eso no prueba nada, simple, a toda acción corresponde una reacción, y sinceramente no veo una buena razón para que yo haga alguna acción que ponga en desventaja mi reputación o mi empleo... con permiso.
Me incorpore di media vuelta apretando los ojos en espera de que me detuviera para reprenderme por mi altanería pero lo único que alcance a oír al salir.

--humm... ¡vaya un bebe difícil o asustado!

Esa noche me encontraba regando el jardín para intentar poner en orden mis ideas y relajarme... ¿quién diablos se creía que era para tratarme de esa forma?, bastante había yo tenido esquivando los coqueteos y besos ofrecidos de algunas compañeras que sin duda apostaban para ver quien se llevaba el chisme del año si me hacían caer, y a las cuales yo decía cosas lindas y las recorría con la mirada, hasta que se sonrojaban y retorcían en sus asientos, para luego decirles – gracias por divertirme un rato viendo que alucinen... nenas. Mientras soltaba una risita sarcástica.
Pero esto era diferente, ¿qué pensaba Audrey que por ocupar el lugar de su Papi el rabo verde que persigue y acosa muchachillas para lavarles el cerebro y apantallarlas con su dinero, ella podría hacer lo mismo?, Para todo caso ¿por qué no llevarse a alguno de los chicos?...¿pero porque a mí?... bueno eso tenia lógica, pues la verdad es que en su mayoría éramos mujeres y por los chicos nadie daba un $ 5. ¿O seria que tras su divorcio la sutileza y delicadeza de otra mujer le atraía más?... lo cierto es que hacerme a la difícil me resultaba tan emocionante... y a la vez solo podía recrear en mi mente sus bellos labios tan cerca de los míos con esa mirada de ¡BESAME! Se me hacia agua la boca, y más cuando aspiraba su delicioso aroma solo podía pensar en recorrer su cuerpo caliente y desnudo... ¡pero no!, No podía darle mas de lo que ella me diera. Estaba tan excitada pensando en ella cuando de pronto unos brazos me rodearon por detrás... mi esposo me decía al oído ---¿ya vas a acostarte amor? Sus manos recorrían mis pechos sobre el camisón mientras frotaba mis nalgas con su pene endurecido bajo el calzoncillo. Cerré la llave y lo seguí a nuestra habitación... la luz era tenue y él me esperaba desnudo en la cama acariciando su pene, como sabe que me encanta recorrer con la mirada su cuerpo despacio reparando en su vello negro que contrasta con su piel morena y en sus piernas musculosas para disfrutar el excitante movimiento de su mano de arriba abajo mientras se masturba, ese delicioso pene moreno, con un glande bastante grande y rojo mmmm... después de esa estimulación visual ¿quién dice no? Deslice lentamente de mis hombros los tirantes y mi camisón cayo dejando al descubierto mi tanga de hilo me subí a la cama y me empecé a acercar lentamente rozando su cuerpo con mis pechos hasta quedar sobre el pero sin apoyarme, con movimientos lentos rozando su pecho velludo para luego acurrucarme a su lado con cara de niña ingenua (eso lo enloquece), se puso sobre mí y nos besamos disfrutando el calor de nuestros cuerpos, sus manos grandes recorrían mis caderas y nalgas mientras me besaba acunándome en sus brazos... soy tan pequeña a su lado y eso me encanta tanto hombre para mi sola hummm... me mordisqueó los pezones y con besos suaves comenzó a bajar... me fue quitando la tanga amenazándome con risillas ---¡Voy a comerme esa cosita!, ¿Quieres que me coma esa cosita mmmm...?
-Sí amor, sí.
mmmm... besaba suavemente mis vellos mientras me separaba las piernas me acariciaba y besaba recorriéndolas, haciendo ansiar el momento cuando su lengua juguetea con los labios de mi vagina, lengüeteaba mi clítoris bajando y subiendo por entre mis piernas como niño que lame su plato de postre, le dije que se detuviera porque no quería venirme así, le pedí que me penetrara, y lentamente comenzó a acomodarse frotando mi vagina con su pene hasta que estuvo tan empapado de mis jugos como un hot dog con catsup, me lo empujo lentamente hasta el fondo y así estuvimos meneándonos en roscados como caracoles, cambiando de pose varias veces hasta quedar encima de mi otra vez, ese hombre si que sabe mantenerme extasiada con sus movimientos, luego empezó a acelerarlos hasta que yo le gritaba –más, más, mmmm... así dame más mmmm... mientras me lo metía con fuerza, un enloquecedor orgasmo me invadió haciéndome gemir, terminado este lo monte y cabalgue sobre su pene retorciéndome mientras mi vagina lo engullía por completo, tuve 2 orgasmos seguidos apenas recupere el aliento me puse en cuatro para que me pudiera penetrar en su pose favorita... guauu me daba tan fuerte y delicioso que me hacia gemir, hasta que sentí su semen caliente llenar mi vagina.

Debo decir que después de tan suculento banquete y con la mente más serena, pensé que después de todo no era tan mala mi situación de acoso por parte de Audrey, que tal vez... hummm... si manejaba la situación con discreción podría resultarme muy gratificante... pero eso se los relatare en la siguiente ocasión.
Datos del Relato
  • Autor: Jessy
  • Código: 14052
  • Fecha: 05-04-2005
  • Categoría: Lésbicos
  • Media: 6.52
  • Votos: 54
  • Envios: 2
  • Lecturas: 3670
  • Valoración:
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Comentarios


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1 comentarios. Página 1 de 1
diana
invitado-diana 06-04-2005 00:00:00

es el peor relato que he leido entonces en que quedastes con tu jefa termina de contar bien.

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