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Categoría: Parejas

Dia Cuatro, La Tabla de Surf

DIA CUATRO: Esta es la cuarta Entrega si quieres leer los anteriores relatos consulta en las entregas previas de la sección “ULTIMOS RELATOS AÑADIDOS”

LA TABLA DE SURF Y VISITANDO PUERTO ESCONDIDO

Por la mañana salimos temprano para ir a Puerto Escondido y comprar una tabla de Surfear, paseamos un rato por el andador adoquinado comprando una que otra chuchearía y pulseras, “Reyna” se quedo un rato en el Internet y haciendo algunas llamadas mientras yo me fui a la playa de Zicatela donde me dijeron que podría encontrar tablas de Surfear a buen precio o con Surfistas extranjeros que ya se regresaban a sus países de origen y rematan las tablas antes de partir, aquí en Zicatela en la temporada de Surf las olas alcanzan alturas de 2, 3 pisos o mas y se realizan competencias de Surf con atractivos premios pero no lo suficiente para compensar el riesgo pues la verdad este deporte es mas por amor a las emociones fuertes.

Los surfistas participan en parejas primero uno remonto al otro mar adentro con las motos acuáticas y después cambian sus lugares.

El que va sobre la moto acomoda a su compañero y lo impulsa al ritmo de la ola que empieza a formarse, para que el sufista a su vez tome la ola en la mejor posición posible.

En cuanto se empieza a levantar la ola el de la moto tiene que salir antes de ser embestido por esta y el Surfista tiene que incorporarse rápidamente, plantarse sobre la tabla con preescisión y mantenerse de pie, la ola empieza a tomar altura y comienza la bajada desde la cresta, uno se desliza al ritmo y velocidad de la ola, se empieza a formar el tubo y parece que la cortina de agua quiere alcanzarte para cubrirte, uno debe mantener tanto el equilibrio como tu posición respecto de la ola en que ni te atrases ni te adelantes la adrenalina y muchas emociones comienzan a fluir, sube la velocidad y sientes el viento, el agua salpica a los lados, la playa se empieza a acercar, debes dirigir la tabla hacia un lugar seguro y si hay rocas esquivarlas, para llegar a terreno seguro una vez que la ola va menguando su fuerza cercas de la playa.

Y los que “No” ganen esta competencia con suerte sobrevivirán ellos y su tabla a la embestida de las olas al caer de la tabla o saldrán sin fracturas o concientes después de ser revolcados en una espiral por la ola o azotados contra el fondo del mar y esquivar las rocas.

“Y el GANADOR será aquel que se mantenga de pie el mayor tiempo posible sobre la Tabla de Surf”.

Tome camino hacia Zicatela por la playa pasando entre los camastros de las chicas extranjeras que no podía uno dejar de pasar desapercibidas, porque tomaban el sol o se untaban bronceador dejando al descubierto sus lindos pechos de todos tamaños y tonos de bronceado era como pasar por una exhibición de un museo o galería de arte, pero en lugar de apreciar las obras de grandes pintores uno apreciaba y contemplaba las obras de la naturaleza plasmadas en bellas mujeres.

Recién salido de Zipolite y acostumbrado a saludar a desconocidos, cuando te saludan o cruzas las miradas, así salude a una de esas bellas chicas, pero llamo mi atención y me causo algo de risa, que de inmediato se incorporo la que parecía ser su madre y le miro a su hija como reprochándole el saludo, yo seguí mi camino y me dirigí a buscar a alguno de los salvavidas con los que estuve platicando un rato y me explicaron algo de la teoría del manejo de las olas y sobre este deporte uno de ellos hasta me dio su tarjeta por si quería unas clases, ya después con uno de ellos pude concretar una negociación y me vendió a un buen precio una de sus tablas de surfear que mando traer de su casa.

Ya algo tarde me regrese por la calle adoquinada y me sentí como cuando manejaba la MotoCross y llevaba el casco y el equipo, pues aunque apenas había surfeado en los bonguies y tablas pequeñas, caminaba con el pecho erguido y ya me sentía todo un surfeador o al menos eso pensaban los que me veían con la tabla y así mismo las miraras de la gente semejaban a cuando vas manejando una buena moto de pista.

Por el camino además de chicas surfistas me encontré a un brasileño con el cual me puse a platicar y me mostró su juego de 7 tablas, le dije en broma que iba bien preparado que parecía golfista, que si el decía según la ola “PASENME LA TABLA DEL NUMERO 7 O TAL TABLA” y el dijo “Si así es”.

Llegue esquivando mas platicas por lo tarde que ya era y apurado con “Reyna” y bañado en sudor por el calor, pensé que estaría ya desesperada “Reyna” por la tardanza pero dijo que estaba bien y que había estado platicando entre Ingles y Español con una chica estudiante de Canadá, con la que había intercambiado experiencias, la canadiense sobre su país y “Reyna” de los lugares que podría visitar en México entre otras cosas.

Mientras tanto ya los puestos de los vendedores de chuchearías comenzaban a instalarse y al poco rato los espectáculos callejeros de malabares con luces, fuego y los grupos de música de tambores comenzaron a desplegarse a la lo largo de la calle para a cambio de unas monedas voluntarias entretener a los turistas que paseaban por Puerto Escondido.

Llegamos tarde a Zipolite y pasamos al restaurante “Piedra de Fuego” de inmediato el dueño del restaurante el Sr. Horacio nos dijo que ya le había conseguido a “Reyna” la fruta “Maracuyan” o (algo por el estilo se llama), dicen que es una fruta afrodisíaca (bueno ya ven como son esos cuentos), nos dijo que nos iba a preparar un agua de esa fruta la cual nos dio a probar es de un color amarillo del tamaño de una guayaba y tiene un sabor entre naranja y granada o una combinación de estas.

Le encargamos que nos preparase uno de sus ricos pescados, mientras nosotros nos íbamos a refrescar con un baño.

Ya de regreso comimos o mas bien cenamos “Reyna” un pescado empapelado y adornado con verduras al vapor cocidas en el punto perfecto en que los colores de las verduras resaltan y contrastan por su variedad esto acompañado de unas papas fritas con que ya nos había consentido Don Horacio y para mi un pescado a la talla tamaño gigante con arroz y ensalada, que con trabajos nos pudimos terminar.

Después de la comida nuevamente salio al tema la surfeada y Don Horacio me estuvo haciendo advertencias de tener cuidado, y contándome de las anécdotas buenas y malas que se había enterado, lo malo decía que los surfeadores eran los vagos de las playas, lo bueno es como cuando traes una moto de 500 o 750 cc “Ya saben el jale que traen las motos”, decía que no me fuera a pasar como a una francesa que llego bien sácale punta y termino desistiendo a los pocos días volviendo a vender la tabla a mitad de precio de lo que le costo y toda lastimada.

Ya de salida del restaurante pasamos un rato a una de las fogatitas que se ponen en la playa en los bares improvisados donde nos tomamos unas cervezas e hicimos platica con una italiana que ya llevaba tiempo viajando por México y que casi parecía la versión Italiana del “Mil Husos” por la cantidad de trabajos y anécdotas que había hecho para financiar su estancia en México.

Nuevamente llegamos algo tarde y alegres por las cervezas que me tome a pesar de lo avanzada de la noche se encontraban otra vez algunos chavos cheleando y cotorreando bajo las palapas y otros preparando sus tiendas de campaña donde pasarían la noche.

También salude a Sergio mientras “Reyna” se iba a refrescar dándose un baño con agua al tiempo, pues a pesar de ser de noche bastaba caminar por la playa para comenzar a sudar.

Llegue muy alegre por las cervezas, y Sergio también se porto muy amable y me dijo que me quería pedir un favor y diciéndome esto quien sabe cuantas veces y recalcándome que no me fuera a burlar.

Yo le insiste en que ya me digiera, lo que quería.

- bromeando para animarlo le dije, “Dinero No, pues soy de familia numerosa con muchos hijos”, hasta que me soltó el favorcito que necesitaba.

- Decía que fuera a su cabaña y que los viera haciendo el amor y que le diera una “ayudadita” con su esposa, llamo a Sonia y Sergio saco uno de los pechos de ella para dármelos a desear al tiempo que se los besaba y también decía que su pareja también quería un “Round” con la mía y que el no intervendría.

- Sergio era un poco gordito y parecía estar mas servido de copas que yo lo cual no me hacia sentir en confianza respecto a su comportamiento y su esposa era una chica apiñonada agradable delgada, pensé dentro de mi, “En primera “Reyna” es muy exigente no le gustan los gorditos aunque es bien lujuriosa y cachonda, con trabajos los stripers le llaman la atención, Segunda no es Bisex y tercera pues ni modo que yo me divierta y ella se quede viendo”.

Y para salir al paso y encontrar un pretexto le dije que porque no visitaba uno de esos club’s SW, le dije que ahí encontraría fácil con quien hacer realidad tu sueño, le comente mas o menos como era el asunto, pero el argumento que siendo el de provincia no conocía en su ciudad un lugar así.

Y siguiendo el tan insistente y para complacerle un poco de su sueño, le dije mira hagamos esto yo hago el amor en mi balcón y tu lo haces en el tuyo, cada quien en su lugar y sin pasarse de balcón, para esto previamente por la mañana me di cuenta que el ya se había cambiado de una cabaña mas alejada que tenia de la mía a una justo a mi lado, ahora entendía el porque del cambio.

Y así quedamos los dos cómplices de este show.

Al regresar “Reyna” se sentó junto a mi y creía ella que íbamos a estar un rato ahí y luego Sergio de desesperado poco discreto diciéndome que a que horas empezaba el show.

Así que le dije a “Reyna” que subiéramos al balcón y comenzamos nuestro cachondeo, como ya a “Reyna” le habían gustado las “balconeadas” y con mas practica comenzamos a hacer el amor, al tiempo que la otra pareja salía y empezaban a cachondearse, “Reyna” me dijo oye mira también lo están haciendo, y yo le dije pues a lo mejor se excitaron de vernos, sigamos pues total estábamos en igualdad de condiciones, y así un poco nervioso primero terminamos nosotros nuestro show y luego me recosté en la hamaca para terminar de ver la película “X” en vivo al lado de mi balcón, solo faltaban mis palomitas y mi refresco, Sergio y ella estaban desnudos frente a mi, la recargo contra la pared de madera al tiempo que ella levantaba las manos y dejaba que el le besara los senos, luego ella le chupo su pene y después Sergio la volteo y la recargo contra la cabaña para ella dejarse penetrar por detrás, comenzaron las envestidas hasta que alcanzaron los dos el climax, después nos retiramos a nuestras cabañas donde comentamos lo ocurrido y al poco rato seguimos haciendo el amor colocándose esta vez ella sobre la cama y en cuatro, para estar otro buen rato entre caricias con mi pene por toda su conchita y embestidas, y así fue como salí de este “Embrollo” de encuentro tipo “Soft” como les dicen.

Ian y Reyna
Datos del Relato
  • Categoría: Parejas
  • Media: 5.25
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