En la bati cueva recién llegados al bajarse la Batichica de la batimotocicleta y Batman del batimovil.

Se abrazan con locura al besarse profunda como eufóricos hasta excitados por una noche de perseguir a los malhechores hasta atraparlos como entregarlos ante la misma justicia.

Los dos en sus trajes que ocultan sus verdaderas identidades, la manosea completamente en su culo como piernas en que Batichica la tiene levantada la derecha continua Batman acariciándola como tocándola hasta manoseándola desesperado como alentado hasta incitado por la misma bota.

De ahí Batichica se deshace de su pantalón ajustado como entallado y ceñido y apretado que conforma parte de su disfraz de paladina de la justicia en la ciudad Gótica, solo queda con la máscara finalmente con el arnés de la cintura para arriba con capa y toda.

Batman se la enviste al cogerla doblada apoyada del tanque de la batimotocicleta dándole bombeada tremenda también deleitado igualmente deseado sobre todo con hartas ganas y muy hambriento que mientras luchan y entregaban a los malhechores no podía aguantarse la erección descomunal que se la tiraba a la mismísima Batichica.

Acostados arriba de la baticomputadora Batichica montada lo folla profunda al jadear igualmente gemir placentera y ardiente como colosal en que se entrelazan las mismas manos, donde Batichica se agita y mueve por todos lados empelotados ambos de cuerpo entero solo ella con bota y con la máscara.

En otra Batman se la coge en postura de perro al bombearle el glande de la misma pinga dura, profunda, erecto, insistente, poderoso, dominándola, gozándola hasta deseado finalmente se viene afluente en grandiosas cantidades industriales de paja y polvo.

Que doblada de rodillas se lo come y limpia al tragárselo por la misma garganta Batichica al masturbar y chuparle como comerse la pinga de Batman que está sumamente caliente y atraído por lo que está haciéndole y tiene en compañía en persona como en vivo y a todo color con el mismo Batman.

Se limpian ambos en la recamara entra el mayordomo Alfred. Les habla a los señores de la mansión que son nada menos qué Brooke Gordon y su enamorado Bruces Wayne-Díaz, recordándoles la cena de caridad como la presentación de los premios al concurso cinematográfico que han sido invitados los Wayne-Díaz Gordon esa noche, agradeciéndole como siempre Brooke al mayordomo Alfred que esté pendiente de sus vidas personales como de paladines de la justicia en la ciudad Gótica……………………………………………………..