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Categoría: Incestos

DESPUÉS DE LA FIESTA CON MAMÁ

Hola, mi nombre es Leandro y esto me sucedió hace unos años viniendo de una fiesta familiar.
En una de las tanta ocasiones que tuvimos que ir a un cumpleaños familiar con mi madre, todo se presentó en forma muy normal, ella es viuda hace varios años, una mujer de unos 60 años, regordeta y con un cuerpo exuberante por todos lados, yo en cambio con mis 40, delgado, y luego de una separación abrupta, decidí ir a vivir junto con ella y de esta forma encarrilar mi vida paulatinamente, como ocurre cada año, nos invitan a cumpleaños familiares a los cuales vamos a reencontrarnos con parientes que no vemos asiduamente.
Ese día transcurrió con normalidad, durante la tarde nos arreglamos para el evento, como era un cumpleaños de 15 nos vestimos de gala, yo con un traje negro y mi madre con un vestido largo con transparencia en la parte de arriba, que si bien no mostraba, insinuaba sus grandes pechos, pero a la vez era bastante elegante, y así fuimos a la fiesta, al llegar nos reciben con alegría y saludamos a todos nuestros parientes, parando en una y otra mesa a charlar y recordar viejas anécdotas, realmente me sentía contento al ver a mi madre feliz de estar con la gente que aprecia y se le podía notar un brillo en sus ojos el cual no lo veía con frecuencia, yo por mi parte estaba bastante distendido y relajado, ya que estaba arrancando una relación con una compañera de trabajo y casi todos los fines de semana la pasaba en su casa teniendo sexo hasta quedar agotados, así que ese fin de semana me tomaba un descanso, y sin tanta necesidad ya que bastante seguido teníamos reconciliaciones con mi ex y nos matábamos en la cama, así que por todo esto venía bastante tranquilo.
La noche transcurría con toda normalidad, hasta que llega el momento del vals, bailo con la cumpleañera y luego me piden que baile con mi madre, como lo estaba pasando bien acepte con todo gusto, cuando la tomo de la cintura ella apoya sus voluptuosas tetas contra mi pecho, tuve una sensación indescriptible, fue como un fuego que me invadió, prácticamente tuve un erección casi instantánea, a pesar de que el baile era solo un instante, continúe hasta que terminó la música para que se me bajara, estaba seguro de que mi madre la había sentido, así que estaba en una situación incomoda, de todas formas proseguí en la fiesta sin tratar de darle mucha importancia, cuando llega el momento del carnaval carioca.
En todo ese zafarrancho que se arma, termino haciendo el trencito detrás de mi madre, pero para mí sorpresa, no podía dejar de mirar sus nalgas, eran enormes y apetitosas, realmente la estaba viendo cómo una mujer y no como mi madre, al finalizar la fiesta, estábamos bastantes alegres, por lo bien que lo habíamos pasado y por las copas demás que teníamos, cuando nos vamos la ayudo a subir al auto y medio sin querer queriendo le acaricio su gran culo, ella no dijo nada y subió, al llegar a casa nos dimos las buenas noches y nos fuimos a dormir como de costumbre.
Al acostarme no podía sacar la imagen del culo de mi madre de mi cabeza, cuando ya estaba entre dormido siento que habré la puerta de mi habitación, prende la luz y se sienta en mi cama, era mi madre, la cual me dice que me agradecía por la hermosa noche que habíamos pasado, le contesto que también lo había pasado genial, y que ambos necesitábamos disfrutar de una noche juntos con tanta alegría, ella me abraza y me da un beso, no se si por el alcohol o que, pero instintivamente le di un beso en la boca y acaricie una de sus tetas, ella me miró sin decir nada, entonces lo volvía a hacer, pero esta vez fue más largo el beso y le agarre las 2 tetas.
Ella suspiro y tiró su cabeza para atrás, ahí supe que esa noche no terminaría ahí, la acerque a mi y comencé a besarle el cuello, ella solo suspiraba y decía entre susurros que eso no estaba bien, yo mientras acariciaba sus tetas notaba lo duros que se habían puesto sus pezones y eso me calentaba aún más, así que la acosté a mi lado, le levante el camisón y empecé a chupar sus tetas, no creí que fueran tan grandes y duras, tenían una aureola pequeña y oscuras que coronaban con unos pezones grandes y duros, yo las chupaba como si mi vida dependiera de ello, y ella suspiraba y gemía muy suavemente, en un momento juntó sus tetas y meto sus 2 pezones en mi boca, chupándolos al mismo tiempo.
Empiezo a arrancarle unos gemidos más sonoros que denotaba que eso la ponía a mil, yo estaba en las nubes, estuve un buen rato chupándole las tetas, hasta que empecé a bajar lentamente hasta llegar a su concha, que delicia, me sorprendió que la tenía toda depilada como un bebe, era fantástico al contacto de mi lengua, no pensé que se mojaría tanto, cada ves que me detenía a jugar con su clítoris, era una abundancia de jugos que salía de su interior, solo se la escuchaba gemir, pidiendo más y que no parará, obviamente cumplía con sus deseos, hasta que empieza a arquear su cuerpo y explota en un orgasmo que inunda mi boca, su gemido paso a ser un grito y quedó desplomada.
Yo bajé la intensidad pero sin dejar de chupar, mi madre baja sus manos y me empieza a acariciar la cabeza, cuando la miro su cara era de éxtasis y alegría total, me hace señas de que me acueste a su lado y así lo hago, una vez acomodado me empieza a besar el pecho muy suavemente, me recorre todo besándome y lamiendo, cuando llega a mi pija, baja mi bóxer y le empieza a dar besos desde la cabeza hasta los huevos, yo estaba que explotaba, y de una forma muy delicada la mete en su boca muy lentamente, me encontraba en la gloria en ese momento, subía y bajaba con mucha suavidad, era toda una experta, descubría la cabeza y pasaba su lengua en forma circular que me hacía poner a mil, para luego tragarla toda, era una verdadera dama chupadora de pija.
Cada instante quería que fuera eterno y que nunca se termine, pasaba su lengua muy suave y se detenía en mis huevos para jugar con ellos y meterlos todo en su boca, el placer que me estaba dando era indescriptible, luego se acomoda sobre mi y pone mi pija en la entrada de su concha, para bajar muy suavemente entre suspiros, una vez que bajo completamente y la tenía toda adentro, empieza con sus movimientos, suavemente de adelante para atrás y en forma circular, su concha mojada por sus jugos era increíble, la calentura que tenía quemaba, y mi pija lo agradecía intentando entrar en lo más profundo.
Sus gemidos eran fuertes y excitantes, luego de un buen rato de estar así, le hago señas para que se ponga en cuatro, y así lo hace, apoyo la cabeza de mi pija en su entrada, y dando un pequeño empujón entra completamente en su concha empapada, y nuevamente empieza a gemir de placer, ver la imagen de las nalgas de mi madre moviéndose con cada embestida era delicioso, y mi pija entrando y saliendo de su concha era todo una locura, y que decir cuando le abría las nalgas para ver si ano en medio de ese espectáculo, mientras la cogía de esa forma, jugaba con mi pulgar en su ano, ella solo gemía más y más.
Yo realmente estaba en un éxtasis total y apunto de acabar, así que aumente la velocidad y la fuerza, sus gemidos se habían convertido en gritos y pude sentir como se inundaba otra vez su concha en un orgasmo brutal, y no paso más que un minuto para que yo también acabe llenándole la concha con mi leche, aún así seguí moviéndose pero ya no con tanta fuerza, no quería dejarla de coger.
Con cada movimiento se escuchaba el clásico sonido de una concha bien mojada siendo cogida, me sentía tan caliente que para mí sorpresa, mi pija seguía erecta a pesar de haber acabado, yo seguía cogiéndola en forma suave pero constante, ella estaba exhausta y casi desvanecida, así que al encontrarse prácticamente a mi merced, me salgo y empiezo a chupar y lamer su generoso culo, le devoraba ese precioso ano, así que sabía lo que se venía, me acomode y apoye la cabeza de mi pija en su ano y presione suavemente, para mí sorpresa entro con mucha facilidad, y solo escuche que dijo “si, así, que rico” que fueron sus únicas palabras en toda nuestra noche.
Que hermoso y suave era sentir sus nalgas chocar contra mi, no podía parar, ver ese show como si fuera película porno que protagonizaba mi madre y su enorme culo, no podía creer con la facilidad y ganas que entraba mi pija hasta el fondo de su ser, realmente lo estaba disfrutando al máximo, nuevamente empecé a acelerar mis embestidas hasta que sentí que estaba por acabar, y le digo a mi madre que le estaba por acabar, y ella me contesta con un “dame toda la leche bebé” eso hizo que no aguante nada y acabe en ese instante, le llene su divino ano con toda la leche que quedaba dentro de mi.
Baje el ritmo lentamente, pero en ese momento tuve la imagen más excitante de toda mi vida, cuando salgo de su ano, veo un hijo de leche saliendo de su interior, así que con mis manos abro sus nalgas, y de su hermoso ano bien dilatado empiezan a salir borbotones de leche, que chorrean por su concha y sus piernas, realmente puedo decir que fue la imagen más hermosa y excitante de mi madre, caí desplomado a su lado, ella me abrazo y me dijo “gracias bebé por esta noche” yo no podía creer lo que había pasado, pero la excitación y cansancio no me permitían pensar en eso, ella apoyo su cabeza en mi pecho y me dormí.
Siendo prácticamente medio día me despierto, y me encontraba solo en la cama, creí que había soñado todo, pero al ver el camisón de mi madre en el piso supe que todo fue muy real, y que durante toda la noche había tenido a mi madre como una puta, como la mejor de las putas
Datos del Relato
  • Autor: Leandro74
  • Código: 68360
  • Fecha: 12-09-2024
  • Categoría: Incestos
  • Media: 7.33
  • Votos: 3
  • Envios: 0
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