Salimos yo y Pris de despedir a la directora administrativa de las clínicas de ortodoncia ya que se acoge a su jubilación, caminando por la manzana de estacionamientos de los estudiantes universitarios los dos conversando lo perfecto como lo sencillo hasta quedo a la altura chévere que le gusto y lloro un poco la misma directora administrativa con la despedida que le hicimos un pequeño y selecto administrativos que nos congregamos y departimos en dicha despedida, opinando Pris y yo que todo quedo maravilloso cruzando la calle frente a la universidad ambos. Cogiéndola rica y buenísima hasta ardiente como incitada igualmente deliciosamente en mi departamento de soltero que no tenía la remota idea Pris con sus pantimedias caramelos y su hilo dental en los zapatos en posición de rodilla como fuera una perra y putita, acariciándola y sobándola hasta manoseándola en todos los muslos y piernas inclusive tengo las dos manos puestas en sus senos al tocarle los relieves de erección de las mismas tetas duritas y deseadas, me la hurgo en su ingle y clítoris al tener la misma vagina mojada por tanto contacto que le estoy bombeando con mi pinga en toda su raja jadeando y gimiendo con todas las fuerzas como ganas especialmente por la intensidad inyectada y disparada por mi glande dentro de su conducto vaginal bañada en mucho sudor corporal como físicamente la misma Pris que con la falda corrida a la cintura.
Virada de rostro observándola cautivada como atraída por supuesto, placentera dándose un par de besos apasionados en la cogida protagonizada y escenificada en ese momento al venirme yo acostándola boca arriba con toda la boca abierta agachado arriba de su cara masturbándole al dispararle como caerle unas merecidas y exquisitas pajas y polvos que lo saborea al tragárselo sin poner mayor objeción al disfrutarlo muy divertida y traviesa la misma Pris, limpiándole el resto con su boca por la cabeza y el glande de mi pinga nos metemos para orinar y ducharnos al acompañarla a que tome su taxi que la lleve a su casa por caballerosidad mía al pagarle de antemano al taxi en donde se alejaba y despedía a la emocionadísima como satisfecha hasta fascinada igualmente cariñosa Pris por lo que tuvimos hace poco en la recamara de mi apartamento de soltero los dos juntos………………