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Debido a mi tipo de trabajo y a que las distancias y los traslados son muy complicados en la Ciudad de México, todos los días como fuera de casa y normalmente donde me agarra la hora y el hambre, así que un día cualquiera que me paro en un restaurante de una conocida cadena de mi país, un Vip´s y me metí a comer.
Me senté en una mesa pegadita a otra semicircular donde estaban comiendo 6 señoras de diferentes tipos y edades entre los 35 y los 60 años, y ya que era ruidosa su plática y al estar yo solo, fui prestando oídos a lo que ellas comentaban y la charla trataba de una despedida de soltera que recién le habían hecho a la hija de una de ellas y lo caliente que se había puesto aquello por los "muchachos" que llevó una de las amigas de la novia y los juegos tan picantes que hubo.
Yo de por sí caliente y dispuesto y con una plática tan a modo, que paro más la oreja y seguí muy animadamente los detalles, que si el que vestía de mecánico la tenía grandísima, que si fulanita que aventada que no solo se la sacó sino que hasta la olió y casi se la metió en la boca, y demás sobre los chicos, hasta que una de ellas, blanca, muy blanca un poco entrada en carnes sin llegar a obesa, cercana a los 50 años empezó a decir, no muchachas a mí lo que realmente me calentó fue el concurso del vibrador (después entendí que ganó la que se lo metió más profundamente en la boca y que era como de 10 pulgadas), nunca había visto uno y mucho menos lo había palpado, pero aquí en confianza, no solo me mojé sino que hasta soñé con él, concluyó, una sonora carcajada de sus amigas sonó y le decían que Bárbara Lupita haz de ser bien caliente o Berna (su esposo) no te llena y demás comentarios picosos, con lo que Lupita solo se sonrojó y otra de ellas tomó la plática.
Tomando nota del comentario de ella, seguí comiendo y de pronto que veo que la tal Lupita pedía permiso para pasar ya que iba al tocador, me esperé y como fue sola (raro en las mujeres) que le doy un poco de espacio y que la sigo al baño (al estar juntos el de hombres y mujeres) casi al llegar ella a su puerta que le hablo y le digo, "perdone el atrevimiento pero no pude dejar de oír lo que comentaban en su mesa y me gustaría invitarle un café o una copa el día que guste y donde me indique..", que se pone roja roja de su cara y me dice, ay no que pena Sr. No me diga que oyó las cochinadas que platicábamos, le dije si y no diga que son cochinadas, la verdad es que se oían muy divertidas e interesadas, pero dígame, me acepta la invitación?, toda nerviosa me dice no como cree, yo soy una señora mayor que tú, casada y sin intenciones de meterme en problemas, que le contesto, no se moleste pero como la oí interesada en el tema de "los juguetes", me pongo a sus órdenes para platicar o lo que usted mande, le extendí una de mis tarjetas personales, en la que rápidamente incluí mi número del celular y me despedí entrando al baño.
Cuando salí y volví a mi lugar sentí un silencio no normal en la mesa de las señoras y como que me observaban con más detalle, fingí no darme cuenta, terminé y me fui de ahí recordando la caliente plática de estas señoras calentonas pero adentrándome en mi rutina y el tráfico me olvidé del episodio.
Como a las dos semanas iba manejando, sonó el celular y contesté con el manos libres y la persona se identificó como Lupita, no la reconocí y menos me acordé hasta que tímidamente mencionó el día del Vip´s aunque no hizo referencia a más, que le digo, como no Lupita, claro que me acuerdo, eres la guapa señora blanquita a la que invité a tomar un cafecito, si me dice, por eso te llamo, lo he estado pensando y me gustaría vernos, pero no vayas a pensar nada malo, como te dije soy casada, le interrumpí y le dije, ya párale, te invité a un café y no te va a pasar nada que no quieras, me dijo, ok., yo vivo en la Col. Alamos, tu donde andas, le dije mira estoy por el centro y me queda como a 20 minutos tu rumbo pero tengo que ver antes a un cliente, me dice no hay problema, nos vemos en el Metro Viaducto en dos horas, sale?, sale le dije y colgué para apurarme a terminar con mi trabajo (una cosa es que me encante el desmadre y la nalga, pero primero es lo primero), terminé y puntualmente llegué al lugar de la cita, ya estaba ella parada y nos reconocimos y se subió a mi auto y nos saludamos de beso como si fuéramos amigos de mucho tiempo, le dije que se te antoja, me dice un café pero no muy cerca que es mi rumbo y no quiero que piensen mal de mí, me alejé de esa colonia y nos metimos a un café chiquitito pero cómodo y en el que se podía platicar a gusto porque eran como privaditos muy coquetos para dos personas.
Ya instalados y con nuestro capuchino y galletas, empezamos con lo normal de quienes éramos, si casados, hijos, etc., hasta que poco a poco empecé a ir más al punto de mi interés y le solté, que onda Lupita de verdad te emocionó el animalote de hule, sonriendo me dijo, la verdad es que sí, no sé si mi vida sexual sea completa o no, como tú sabrás, ya con tantos años de casada, de una sola pareja y única, el deseo se va modificando y ahora vivo más bien de los recuerdos y una que otra sesión cada dos o tres meses, la misma rutina, algo el aburrimiento y para rematar ya mi marido anda con problemas de próstata y como que ya no se le para tan seguido y por último me dice así en seco y tú que tanto interés conmigo?, fácilmente te llevo 10 años y no soy como quien dice una Barbie, con tu buen tipo y buen trato que se vé que tienes así como difícil no veo que tengas el panorama con las mujeres.
Le digo, gracias por el piropo, no es que ande de caliente desenfrenado, pero si me permites ser franco, me dio mucha curiosidad tu interés por el juguetito y además no estás nada mal para tu edad, mira que te ves bien buena para hacer "cochinadotas", le dije en tono bromista para que no se espantara y me dice sí fijate que la verdad nunca había visto un vibrador y me despertó deseos que no sabía que tenía y desde ese día como que ando obsesionada con ello, pero ya se me pasará...
Y para que quieres que se te pase, la vida es una y si pudieras cumplir tu fantasía de una forma discreta y en privado, a poco no te animabas, me dice, ya no sigas que me gana la tentación y luego voy andar arrepentida para toda la vida, en serio, Berna mi esposo fue, ha sido y yo creo que será mi único hombre.
Me acerqué un poco más a ella y poniendo mi mano en su pierna le dije al oído, ándale Lupita anímate que tal si resulta tan caliente como los has imaginado, a mí en lo personal me encanta el sexo rico y combinado con juguetes es mi vicio, prueba verás que no te arrepientes y demás argumentos para ir bajando sus defensas.
Ya para eso mi mano estaba acariciándole su puchita encima del pantalón que como estaba delgado hasta la humedad que se le empezó a formar la sentí en mis dedos, me puso su mano encima de la mía y me dice, para, ya me estoy empezando a calentar y no estoy pensando claramente, le digo no pienses tanto Lupita, déjate llevar y cumple tu fantasía, me dice no, vamos a dejarla así y ya veremos.
La acerqué a su casa me dio el número de su celular y quedamos de hablarnos en unos días más, haber que había pensado al respecto y como la pasamos a gusto, aunque fuese solo para tomar otro café nos buscaríamos.
En los días que pasaron ya no pensé mucho más en el tema pero como quiera había "bajado" de Internet una página de publicidad de un Sex Shop con diferentes modelos de vibradores para que Lupita los viese si volvíamos a vernos.
A los 10 días más o menos que llama y me vuelve a tomar manejando, le contesté y me dice después de la introducción normal de cómo estás, donde andas, etc., que si ya me había olvidado de ella que ni un lazo le había echado, yo le dije, no Lupita como crees, lo que pasa es que no quiero que pienses que nomás te quiero convencer de que "aflojes aquellito", rió y me dijo, lo que pasa es que no te gusté, a las mujeres nos gusta que nos busquen y nos insistan...
Le dijo mira, a nuestra edad las cartas se ponen sobre la mesa y si hay interés que bueno y si no, pues a otra cosa no, se quedó callada un momento y me dice, si tienes razón, pero, no me invitas otro cafecito?
Dije entre mí pinche Lupita, no se te sale de la cabeza la calentura, y que le digo claro mamacita dime donde y nos vemos, me dice, en el mismo lugar, yo estoy cerca, le digo aguántame 20 minutos y nos vemos. Llegué al punto de reunión y nuevamente ya estaba esperándome, se subió y me besó pero como nos movimos los dos, el beso fue a dar a nuestras bocas, sin hacer mucho escándalo la besé suavecito y me arranqué rumbo al mismo lugar y me dice a donde vamos?, le digo no querías otro café, vamos al de la otra vez, me dice con un tono casi como susurro, mejor llévame a otro lado, le digo a donde?, me dice a donde quieras..., le digo en serio a donde quiera? Y me dice si, Berna mi marido se fué de campamento con sus amigos y llega hasta el Domingo (era viernes), pensé entre mí, ya está, y le digo bueno pues vamos a un lugar tranquilo para pasarla a gusto y busqué salir del tráfico y me paré y saqué de la cajuela la hoja del Sex Shop y le digo, ándale Lupita, escoge el juguete y vamos por él. Me encaminé al Sex Shop y mientras hablé a la casa ara avisar que llegaría muy tarde que se había complicado una cita con un cliente, ya saben lo usual para cubrir el tiempo y no causar una alarma falsa en casa.
Mientras conducía le preguntaba a Lupita, como vés, cual te gusta, y ella me decía, no sé, siento pena, le digo ya te animaste, así que aprovecha y escoge el que más te atraiga, y me dice, mejor que los veamos en vivo te digo..., le puse la mano en la pierna y se la iba acariciando, como traía una falda tipo escocesa larga pero con abertura, metí mi mano hasta su pantaleta y estaba ya bien humedita y abría su piernas para dejarme hacer, le moví de lado el resorte de la misma y le fui metiendo dos dedos, ella se recorrió hacia abajo en el asiento, cerró los ojos y se le oía claramente sus quejidos, acercó su mano a mi bragueta, la abrió y metió la mano para tocarme la verga, como ya andaba medio caliente la tenía casi parada y me dice, oye no está nada mal, y comenzó una lenta pero rica paja, la cual paré antes de llegar a la tienda.
Bajamos y había toda una pared con modelos diferentes de dildos y vibradores, Lupita se acercaba con mucha curiosidad a ellos pero no se atrevía ni a tocarlos con todo y el estuche, así que la fui animando y le dije, que onda Lupita como era el que te gustó y en eso lo vió, me lo señaló y sí era un vergón negro de hule de 9 pulgadas, de material muy suave pero firme, le dije al encargado que nos lo mostrara y lo sacó del estuche y le puso baterías y se lo puso en las manos a Lupita y le mostró el mecanismo de encendido y la forma de aumentar la velocidad. La cara de Lupita se transformó con sendo animalote en sus manos, no dejaba de sobarlo y me dice como ves lo llevamos?, y con tono de broma le dijo tu decide, yo no me lo voy a comer... se rió por lo bajo y me dice si, este es el que quiero, pagamos y nos fuimos.
Ahora sí, nos metimos a un Hotel bonito, le dije me voy a dar un regaderazo, no gustas y me dice no yo me bañe antes que pasaras por mí, me bañe rápidamente y ya estaba ella adentro de la cama, me metí con mis utensilios (aceites, lubricantes, el vibrador y condones), la puse boca abajo y le empecé a untar aceite y más que masaje la fui acariciando con manos y boca, se le iba poniendo de gallina la piel y los suspiros se iban cambiando por francos quejidos de excitación, baje hasta sus nalgas,las fui separando y le besaba desde arriba hasta su coñito, de ida y vuelta varias veces y se fue relajando y abriéndose más para dejarme maniobrar mejor, como quien no quiere la cosa, acerque el vibrador, lo prendí y empecé por el surco de sus nalgas, por cierto grandes y bien duras, ella empezó a temblar y conforme lo bajaba hacia la entrada de su coño, más pujidos daba y apretaba las sabanas de la cama, le puse el glande de la vergota de hule en la entrada de su coño y poco a poco entre la vibración y lo excitada de su vagina, esta se fue abriendo para recibir al animalón, lo empecé a meter y sacar de a poquito, llegando cada vez un poco más profundo, ella se abrió lo más que podía y seguí y seguí, su coño sacaba un montón de jugo, su cara estaba totalmente enrojecida y me decía así, así, metemela más, todavía me entra, así que seguí hasta que topo y no entraba más (solo sobraba un pedacito de fuera), y le dije, mamacita ya te comiste casi todo, pero no avanza más y ella me respondió, no importa pero muévela que ya me vengooooo, y así como lo dijo, que se empieza a venir, yo duro y dale, la sacaba y la metía a todo lo que daba la vibración del aparato (hasta caliente se sentía) y en un momento dado me dice ya, para, para que me desmayo....
Paré y como yo andaba como burro, con la verga bien dura y lista para entrar en acción, que le saco el vibrador , me pongo un condón y que la acomodo en la orilla de la cama y de una que la meto hasta los huevos, Lupita resopló y que me dice, ay cabrón ahora sí ya le puse el cuerno a mi Berna (yo creo que como la primera era de hule no la contaba) y me dice, ni modo, ya me agarraste caliente y te lo mereces por cumplir mi fantasía y agarramos un ritmo bien sabroso y estabamos cogiendo por más de 30 minutos seguidos, pero al fin caliente y cochambroso que soy que le digo, mira Lupita ya que querías probar, vas a sentir lo que nunca y que agarró el vibrador, le levanto más las piernas, tomo lubricante, se lo unto en el culo y en mi verga y que se la dejo ir completa por el culo, ni tiempo le di para quejarse, que agarro el vibrador y por su coñito, le entró más de la mitad y entre este y mi verga en el culo, hasta los ojos se le iban para adentro, solo boqueaba y decía, no mames ya me pasaste a perjudicar, me vas a partir en dos cabrón, pero todo ello sin dejar de pujar, que le sigo y las quejas se apagaron y que me empieza a decir, así papito así dame verga por los dos lados, ay cabrón, nunca sentí esto, ahora si, ya no me voy a poder conformar con una sola, ay, cabrón, pero ya que me iniciaste me vas a dar de esta ración seguido eh, por que ya que probé de esto y voy a querer más.
Total que ese día me la cogí dos veces y el de hule le dio como 4, ya que además de que se la dejé ir, ella misma se la acomodó y se dio gusto hasta saciarse, terminamos, nos bañamos, lavé el vibrador, le puse su funda de franelita que traía y se la dí a Lupita y le dije aquí tienes mamacita para tus noches de soledad o como simple diversión adicional y que me dice no me jodas, donde la voy a poner, que si la encuentra Berna o una de mis hijas me muero, pero al fin la calentura nubla la razón, la tomó y la guardó en su bolso para esconderla en su casa...
Así con Lupita siguieron otras pocas aventuras ya que como que su Berna empezó a celarla con tanta salida que buscaba para verme o para darse gusto con su compañero de hule, incluso una vez invitó a una de sus amigas flaquita pero bien cogelona con la que hicimos un trío de fantasía (cuarteto porque nos acompañó la de hule), pero ya les contaré esta historia en otro relato.
Saludos desde México
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