Gloria Isabella Andrew Carnegie entra a mí oficina a eso de las seis y cincuenta de la noche vestida con chaqueta corta de manga corta amarilla guineo combinada por fuera con una falda larga de tela de diseño con flores coloridas con pantimedias blanca y sandalias bleige claras.

Nos metemos momentaneamente con la ventanilla libre en plenos pagos de derecho de graduación de noviembre del año en curso, la tengo de espalda al pegarla con el mero anaquel pegado con mi mano puesta y agarro hasta hurgo precisamente en todo el repertorio de sus nalgas como culo hasta por debajo de las piernas al despedirme de Gloria Isabella Andrew Carnegie hoy. La beso y le zurro su culo varias veces al mirarnos inmoviles e petrificado con su mano en mi estomágo y la mia aún esposada a su cintura como muslo como culo al irse y marcharse por la puerta de mi oficina la queridísima y hermosísima en vivo y a todo color cómo en persona Gloria Isabella Andrew Carnegie y solo la queridísima y hermosísima en vivo y a todo color cómo en persona Gloria Isabella Andrew Carnegie como si nada hubiera ocurrido entre nosotros en la noche de pagos de los derechos de graduación para noviembre del año en curso.