Mí esposo y yo andamos recorriendo y caminando por el área de ropa de dama de un almacén. Dejó por supuesto, a la escogencia de mis faldas de cuerina, estampado combinado y polipiel me las entrega hiendome al probador en qué me atiende de mil maravillas acompañada por la vendedora, me pongo la primera falda de estampado combinado qué me queda de maravilla con la figura y el perfil qué ostento adicionalmente tengo al natural salgo para qué la vea mi esposo dandome su visto bueno y la vendedora me dice se le ve perfecta puede usarla en su trabajo sonrojandome por el comentario qué escucho y percibo por ella, asimismo hago con las otras tres.

Congeniamos tan bien la vendedora y yo qué anda vestida con un modelo de falda cuerina en suéter qué la invitamos almorzar en el restaurante qué existen y tienen disponibles y accesible en el mismo centro comercial. Efectivamente, acepta nuestra invitación y me siento al lado de ella, dejando qué la manosee cómo la acaricia hasta la tengo seducida al darle unos merecidos y soberanos besos en su boca sonriendonos de mil maravilla al natural, en qué mí esposo nos ve detenida y sonriendonos con su mano apoyada debajo de su mentón nos entretenemos y nos olvidamos temporalmente qué él está presente frente a frente de nosotras en persona cómo en vivo y a todo color, siendo toda unas lesbiana ambas entonces, nos vamos a nuestro hogar para mayor cómodidad en el estudio lo hacemos el sexo solo quedamos en faldas cuerinas ambas con nuestras botas en qué nos manoseamos hasta nos follamos con nuestras tetas deliciosas cómo ardientemente al son del sexo a más no poder, tenemos a mí esposo sentado en su sillón frente a nosotras cautivado y lujurioso hasta manoseandose cómo tocandose hasta agarrandose y jalandose por su pinga erecta cómo enorme hasta gigantesca inclusive dura igualmente levantandose más de lo parado qué lo tiene; gemimos ambas al son de nuestros retorcimientos anales y coitales qué protagonizamos juntas acostadas en el sillón grande de nuestro estudio y mi esposo igualmente gime con tal fuerzaa cómo poder hasta ganas igualmente ánimos qué lo tenemos muy incitado por todos los soberanos coños por las escenas eróticas cómo lujuriosas hasta pervertidas qué estamos exhibiendole en vivo y a todo color ante sus ojos atrayentes y emocionados igualmente felices inclusive enajenados asimismo zaceados finalizo aguerridos y fascinados por nosotras dos.