Este es un caso que nos pasa a muchos, pero que pocos nos damos cuenta. Yo soy una persona infiel a mi señora, y me gusta salir siempre con mujeres nuevas, no importa la edad, el físico, ni si está muy bien o mal, basta que sea mujer y que me dé bolilla para que tenga sexo.
El problema es que mi señora empezó a darse a darse cuenta por algunas pistas, y si bien me pidió explicaciones, nunca me creyó.
Como nunca mas me pidió explicaciones de porque llegaba tarde, primero me era favorable, pero luego me dí cuenta que algo estaba pasando, como que ya no solo no le molestaba que yo llegue tarde, sino que además le molestaba que llegue temprano, y a veces ella no estaba.
Un día le avisé que yo volvería temprano, a lo que me dijo, que no estaría temprano pues se iba a hacer gimnasia.
Mi mujer tiene 38 años, y es mas bien rellenita, casi gordita, con senos grandes y firmes y una buena cola.
Cuando yo volvía a mi casa, la veo pasar caminando a unos 100 metros, y decidí seguirla sin avizarle nada. No me hice problemas porque iba sola, pero me extrañaba que no iba para el lado del gimnasio sino para la costanera.
LLegando a la costanera después de trotar y caminar alternadamente, se pone a caminar a su lado un muchacho de unos 25 años, bastante alto, flaco, y me animaría a decir no muy bien parecido, por lo que ni me preocupé.
Pero al cabo de unos 20 minutos de seguirlos me dí cuenta que estabamos en un lugar bastante aislado, y ya no había gente mas que nosotros, y tube que caminar mas despacio porque habian salido del camino y ya no los veía.
El lugar está lleno de vegetación y yo no podía verlos, pero a medida que avancé empecé a sentir voces muy suaves. Cuando los alcancé a divisar no podía verlos muy bien porque estaban detrás de un arbol grande, así que tuve que caminar hacia un costado sin hacer ruido y acercarme muy despacio hasta ubicarme a unos 5 metros detrás de unos arbustos donde ellos no me pudieran ver y yo si los veía.
Cuando pude verlos sentí algo increíble, bronca, rabia, celos, pero tambien exitación, mi señora estaba apoyada contra el árbol y con el pantalón de gimnasia en las rodillas y el jóven agachado le estaba chupando la concha mientras ella le apretaba la cabeza como obligando a que se meta mas adentro.
Después el se puso de pié y ella se arrodilló, le sacó la verga afuera era de unos de 18 centímetros, pero extrañamente fina. Yo tengo una verga de 18 centímetros y es gruesa, tal que a mi señora por el culo después de dieciseis años de casado todavía le duele y no le entra ni la mitad.
Mientras los miraba yo me empecé a masturbar, y ella se cansó de chupar se tiró en los pastos, se sacó el buzo de gimnasia y le pidió a gritos que se la coja, yo estaba asombrado, ella era así conmigo pero nunca pensé que pasara con otro.
El flaco se puso enfrente de ella, le levantó las piernas y se las puso en los hombros, dejandola completamente abierta y le enterró toda la verga de un solo empujón, a lo que ella pegó un grito de placer y gritaba como desesperada que la siga cogiendo fuerte.
El flaco estaba jadeando, a punto de explotar y escuché cuando le preguntó si le gustaba ser tan puta y meterle los cuernos al marido (o sea a mi), y ella le dijo vos seguí cogiendome, que lo que yo hago es pagarle con la misma moneda de lo que el me hace, aunque no lo ví, mis amigas si lo vieron con otra.
En ese momento el jóven empezó a decirle, que estaba por llegar, y que le iba a llenar la boca de leche, así que se la sacó rápido se la metió entre las tetas, mientras se masturbaba y le llenó la boca con una cantidad tremenda de semen, que ella trató de no dejar escapar una gota, extrañamente yo empecé a eyacular junto con el flaco como si estubieramos cogiendola juntos.
Ella se levantó rápido se vistió y le dijo estoy apurada te veo otro día, a mi me extrañó el apuro porque todavía faltaba mas de una hora para la salida del gimnasio, es que nunca me imaginé lo que estaba por pasar.
Ella se fué enseguida y el flaco se estaba limpiando y cambiando por lo que yo me quedé hasta que se fuera, ya que no podía hacer ruido entre la vegetación. Cuando finalmente se fué el jóven, yo estaba por volver para ver a mi mujer seguramente como iba al gimnasio.
Increíblemente mi señora no estaba llendo para el gimnasio y yo desde donde estaba podía verla que iba en sentido contrario, y a su vez se paraba y se escondía mirando para donde iba el flaco que recién se la habia cogido.
Yo me quedé en el mismo lugar observandola a la distancia y después de unos 25 minutos vi que regresaba sola al mismo lugar donde yo estaba, de pronto me agarró como pánico, acaso sabía ella que yo estaba allí.
Entonces ví que se metía en el mismo lugar a unos 5 metros de donde yo estaba, y 2 minutos después entraba de nuevo el flaco, pero al mirarlo bien me doy cuenta de algo, no era el flaco de antes, este era un muchachito mas bajo, y de no mas de 16 o 17 años.
Mi señora lo apoyó en el árbol y le dijo "apurate sacá la verga que no tenemos mucho tiempo", se agachó y se la metió en la boca cuando todavía estaba doblada.
Al cabo de unos segundos ví como empezaba a crecer y me quedé helado, tenía fácil unos 23 centímetros y fina como la del flaco anterior, pero media curvada.
Mientras se la chupaba, mi señora se sacó el pantalón junto con la bombacha y lo que escuché me hizo estallar de la bronca. Le dijo "metémela por el culo, rompemelo todo". Esa hija de puta casi no me lo daba a mi, y cuando me lo daba muy de vez en cuando no le entraba ni la mitad.
Con una bronca a punto de explotar pude ver como el pendejo le enterraba los 23 centímetros hasta el fondo, sin que quede afuera ni un milímetro, y ella hacía muecas de dolor y de placer a la vez.
La verga curva ahora estaba mas derecha que un caño, y le entraba y salía de punta a punta como si practicamente se la sacará del culo, le miraba como se dilataba, y se la volvía a enterrar hasta el fondo.
El pendejo ya estaba por acabarle cuando le dijo "sabes que es lo que mas me gusta de vos gordita, que sos la mujer mas puta que conozco, que te encanta meterles los cuernos al boludo de tu marido, y te gusta la verga por la concha, por el culo y por donde sea". En ese momento se la sacó de golpe y mientras se masturbaba le chorreo una gran acabada entre la espalda y la zanja del culo. Cuando no le quedó ni una gota le puso la verga bien en la puerta del agujero del culo, y se la enterró de un solo empujón aprovechando la leche como si fuera vaselina, ella gritó pero de placer y pude ver como le apretaba con las nalgas como prohibiendole que la saque y apretandosela estrujandole el choto para dejarselo seco.
Antes de despedirse, mi señora le dijo, me dejaste bien culiada como siempre, pero me falta algo que me está dando vueltas en la cabeza. El pendejo le preguntó que te falta.
Ella le dijo que le gustaría que le se la metan por el culo y por la concha al mismo tiempo, y que nunca lo había hecho, y le preguntó si el se animaría a estar con ella y otro hombre. El pendejo le dijo que no tendría problemas y que le gustaría mucho, a lo que ella le dijo, "bueno mas adelante veremos".
Yo, el guampudo, recien cuando se fueron pude salir de mi escondite y entonces me dí cuenta que me había acabado encima sin ni siquiera tocarme.
De lo otro les cuento otro día.