La mente domina al cuerpo y es líder suprema de nuestros actos, y no siempre esos actos son controlados.

Mi mente me jugo una mala pasada a mis 34 años y nunca espere que me pasara a mí.

Hace dos semanas saliendo de fiesta en un momento de la noche ya había bebido algunas copas pero me encontraba bien, y bueno en una zona de la discoteca divise a una mujer así como se pueden divisar en una disco a las 3 de la mañana.

Esa mujer se volvió y se dirigía hacia mi yo más que ponerme nervioso pues aproveche para observarla. Mi mente mando a mis ojos un mensaje y mis ojos se clavaron es su vestido en el final del mismo. Era corto aunque anchito color oscuro, mi mente siguió mandando mensajes a mis ojos y ellos se clavaron en sus muslos buscaban el final de las medias, me dio curiosidad de saber cómo era el final de ellas y eso hizo que mi mente se despertara, y siguiera mandando mensajes a mis ojos que alzaron poco a poco la vista y fueron observando un buen escote la verdad y que poco a poco ese escote se iba acercando más a mi hasta que mi mente mando el último mensaje por el momento a mis ojos y alzaron del todo la vista y la mire a la cara, era mi tía Vicky.

Mi tía Vicky era una mujer madura aunque aparentaba tener mi edad o algunos más, al menos ahora percibía eso. Y bueno por circunstancias familiares pues perdimos contacto y nos separamos bastante pero sabía quién era ella, pero como es normal no la había visto en mucho tiempo y vaya sorpresa.

Estuvimos hablando un minuto de manera muy fría me pidió fuego y le dije tita que pasa y díganos que fue una sensación fría, ella pensaba que no me acordaba o no sé pero me dio la sensación de estar hablando con una tía muy diferente, nos despedimos con dos besos y un medio abrazo y sentí su olor, cosa que me gustó.

De camino a casa no dejaba de darle vueltas a algo, había algo en el encuentro con mi tía que me había dejado un poco extraño.

Primero mi manera de mirarla cono a una mujer, la mire con morbo con el deseo que un hombre mira a una mujer si ella tiene cosas que le gustan atraen y hacen mirarla. Sus muslos, sus medias su escote sus labios un conjunto de cosas que me hacían pensar en mi tía Vicky de forma diferente.

Segundo ese encontronazo de manera fría pero a la vez tensa sentí calor y vergüenza ya que pensaba si mi tía se habría dado cuenta si la mire con esos ojos.

Llegue a casa me desnude me metí en la cama y me dormí estaba cansado, a la mañana siguiente pensé no sé porque aunque suelo tener muchos despertares así, pero ese día estaba diferente, vi vida sexual es activa y si no me masturbo como todo ser humano que sea disfrutar de sus cuerpo y de los placeres que te ofrece. Pero no sé porque esa mañana había algo que recorría mi cuerpo, mis sabanas, esa maña algo en mi amaneció muy contento más de lo que acostumbraba y no sabía porque, que sensación me había echo estar así. De repente suena el móvil un mensaje al wassap:

-Hola sobrino, soy tu tía Vicky

Continuará…