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Categoría: Incestos

Desconfianza

Hola me llamo Elisa tengo 21 años de edad y 3 de casada mi esposo se llama Adrián de 24 años aún no tenemos hijos, así que regularmente los fines de semana son de ir a bailar y tomar. Aunque a mí no me guste mucho pero lo hago para que él se sienta bien y a veces me dice que ropa usar o que color.

Vestidos cortos y escotados, minifaldas, blusas transparentes, zapatillas altas ropa interior de encaje, y a veces quiere que le enseñe las piernas a unos de sus amigos o algún hombre, según para presumirme.

La verdad si me gusta que los hombres volteen a mirarme y discretamente o a veces enseño algo de más y dejo que en una vuelta al bailar me dé una nalgada o un atrevido llegue a tocarme bajo el vestido las nalgas o a veces si es muy rápido me rocen el biscocho, esto sin que se dé cuenta Adrián ya que cuando termina la música el me pregunta al oído que si no me tocaron, porque el si le metió mano a esta o a aquella y no se dieron ni cuenta quien había sido,

Yo le decía que no que no deje que se me acercaran. Ya en la cama me pregunta que si ante de conocerlo tuve algún novio que se hubiese propasado conmigo que le cuente que eso lo calienta y de solo pensar que alguien me hubiera cachondeado se le paraba la verga mucho más.

Yo me quedaba callada, y fingía dormir mientras el atrás de mi seguía insistiendo que le contara, yo solo pensaba que diría si yo le platicara lo que hacia mi cuñado esposo de mi hermana cuando recién llegue la cdmx.

Llegue 2 años antes de casarme, acostumbraba a usar vestidos a la rodilla era de tela de chiffon esa que es muy delgada y suavecita no usaba fondo y los calzones que traía eran tan delgados y transparente, de tanto que se lavaban, no usaba bra, ya que mis condicione económicas no eran muy buenas pero aun así tenia pechos grande y firmes con un peso del tamaño de una ciruela pasa chica, no se me notaban mucho porque caminaba siempre con la cabeza abajo haciendo una joroba.

La casa de mi hermana es de dos pisos, así que yo había llegado para hacer el aseo, ella salía a no sé dónde todos los martes y su esposo miguel ese día no trabajaba pero se iba a jugar fut, así que un día.

Cuando regreso venia tomando porque habían ganado y traía al equipo a festejar, y yo con mi vestido a la rodilla y sin braccier, que pena así que caminaba más jorobada y no levantaba la cabeza él se metió a bañar y me grito Eliza pásame la toalla, yo corrí por la sala llena de jugadores que se alborotaron al verme me cotorrearon lanzando silbidos y piropos, cuando llegue a la recamara abrí la puerta y entre cerrándola tras de mí.

Y frente a mi estaba mi cuñado parado desnudo con una verga dormida que colgaba entre sus piernas parecía un pedazo de longaniza, el estiro la mano tomo la toalla y se la enredo en la cintura, me buscas unos calcetines y unos calzones por favor me dijo yo me dirigí al closet y me empine buscando lo que me pidió, de repente ciento como se acerca y me toma por la cintura y comienza a tallar su enorme verga en mis nalgas, mi vestido se amolda como piel y deja que mis nalgas se abran al estar yo empinada trato de zafarme. -no tengas miedo no te va a pasar nada, sigue buscando -me dijo.

Sentía como su verga se iba creciendo más y más se ponía dura, dura yo no podía zafarme entre más me movía mas se me clavaba, opte por ignorarlo soy su cuñada y no respeta pensaba como era posible, que alguna vez tuviera admiración por él y ahora me tenía en sus brazos, volví a la realidad cuando sentí sus grandes manos apretarme una chichi que ya acariciaba bajo el vestido y con la otra aprisionaba mi panocha que estaba tan humedad que lubricaba la tela del calzón y del vestido haciendo que el dedo mayor cruzara y dividiera mis labios vaginales y por atrás esa verga que ya había alcanzado su máximo esplendor que amenazaba con taladrarme el culo con todo y toalla, y al momento de hincharse mas para expulsar un chorro de semen caliente, solo logre escuchar a través del ruido de la sala -chaparrita cuantas ganas tengo de cogerte -decía mi cuñado que se estaba desasiendo de placer.

Yo sentía una sensación de coraje ''por qué no lo hizo? ¡Si ya me tenía mojada y caliente porque no me cogió!

Desde entonces esperábamos un día para que él se bañara y yo sintiera su verga separar mis nalgas a través de la tela del vestido cuando me empinaba a buscar sus calcetines, a veces no le daba tiempo de quitarse y me batía todo el vestido sentía mojadas mis nalgas y a veces hasta el culo se me mojaba, mi hermana ni cuenta se daba estaba muy ocupada con sus cosas así que mi cuñado me agarraba de descanso.

Que hasta la fecha se hay un momento que estemos solos, con la ropa que triga dejo que se dé un tallon, desde luego que paro más las nalgas, dejo que me acaricie la panocha y las chiches hasta de se derrite.

Esto no se lo puedo contar a Adrián, porque cuando hay convivio con mis hermanas se ponen a tomar y Adrián y mi cuñado no se tragan.

Así que no va aguantar vara. Mejor no le cuento nada, le voy a decir que me duele la cabeza y que no esté molestando.

Datos del Relato
  • Categoría: Incestos
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