Me apetece tenerte sobre mí. Te deseo. Notar la presión de tu cuerpo sobre el mío. Tu calor sobre mí. Tu perfume invadiéndome. Sentir el roce de tus pezones duros sobre mi pecho. Besar tu cuello, aspirando tu delicioso aroma. Ver tus ojos cerca de los míos, brillantes resaltando entre tus pestañas. Ver la intensidad de tu deseo en ellos y como se dilatan tus pupilas. Sintiendo tus caricias en mi entrepierna. Ver cómo te incorporas pudiendo contemplar la belleza de tu cuerpo. Te vas colocando sobre mi... y sentir como coges mi polla... la apuntas a la entrada de tu mojado coño... y sentir como tu humedad y calidez interior va absorbiendo mi pene poco a poco hasta envolver toda la longitud de mi miembro. Esa sensación es maravillosa...
Sentir como te lo introduces todo. Toda mi polla dentro de ti. Empezando a moverte para arrastrarnos en una corriente de sensaciones placenteras. Ver como eso te produce placer. Verlo en tu cara. Oírlo en tus gemidos. Y ver, sentir como aceleras tus movimientos. Oír como tus jadeos crecen. Crecen en intensidad. Empiezas casi a chillar. Y eso me excita. Tus gemidos escandalosos me calientan. Provocan mi excitación. Hacen que clave mis pies en la cama y empuje mis caderas hacia arriba. Clavándome dentro de ti. Empujando mi pelvis contra tu coño. Pegándome a él en cada empujón. Sintiéndote. Sintiendo ese calor tuyo que me incita a incorporarme y amasar tus pechos, besar tus pezones. A pellizcarlos. A chuparlos consiguiendo que se te pongan muy muy duros. Sintiendo la fusión de nuestros sexos. Dejándome caer de nuevo sobre las sábanas para cerrar los ojos y deleitarme con esa rica sensación de notar y oír el golpe sonoro que cada vez que te dejas caer sobre mí produce el encuentro de tu mojado coño sobre mi pelvis ya encharcada de tus jugos.
Clavo mis dedos en tus nalgas. Aprieto. Las amaso. Te doy azotes. Varios. Te excitas. Me cabalgas. Me montas. Me posees. Y agarro tu cintura atrayéndote hacia mí. Haciendo que te ensartes en mi polla. Una y otra vez.
¡Mas! te pido.
Sentir como apoyas tus manos sobre mi pecho. Como te empujas apretando sobre él. Para sentir luego como tus dedos se clavan en mi pecho. Sentir como te dejas caer de golpe sobre mí. Notando esa bajada rápida y deliciosa sobre mi polla, para luego gozar con tu subida lenta y de nuevo rápido te vuelves a ensartar mi miembro hasta el fondo de tu vagina. Rápido. Profundo.
¡Sigue! te insisto.
¡Dale! ¡Fóllame! ¡Siiii! Mmm...
Nuestros jadeos, gemidos y gritos se mezclan. Nos ponen más y más cachondos. Se aceleran. Gritamos. Mientras mis dedos juegan con tu clítoris. Lo acaricio. Lo aprieto. Despacio. Rápido.
¡Siiiii! gritas. ¡Más!. Mmm... ¡ No pares de tocarme !
Mojas mis dedos. Mi entrepierna. Estas excitadísima. Estas a punto. Pellizcas mis pezones. Los retuerces.
¡Joder! Te lo noto. Te estiras. Te tensas. Gritas. Y tus espasmos empiezan. Tiemblas. Siento como estrangulas mi polla con tus contracciones interiores. Me llevas al límite. No paras de moverte. Hasta que estallas. Explotas con un grito tremendo. Llega tu intensa oleada de placer en un escandaloso orgasmo que me arrastra contigo a correrme también. Notando como prendes la mecha de mi orgasmo. Como provocas que sienta como mi leche empieza a salir de mis huevos. Sintiendo como haces que se deslice por el interior de mi pene... hasta estallar como un volcán dentro de ti. Derramándome dentro de tu coño. En varios empujones de mis caderas. Temblores. Varias sacudidas. Varios chorros. Dándotela toda. Vaciándome por completo, dentro de ti.
Mmm...