Me fui a mi casa con un calentón impresionante, tan sólo tenía una idea en la cabeza que llegar el día siguiente y volver a quedar con él, pero para mi sorpresa a las pocas horas me llamó al móvil:
- Hola
- Hola ¿qué tal? - le dije
- Pues .... he estado pensando ... - su voz sonaba entrecortada - .... en ti y no te vas a creer lo que he hecho ....
- Dime ¿qué has hecho?
- Pues .... estoy encerrado en los baños, he pasado de mis amigos, me he metido aquí porque no podía hacer nada, sólo pensar en ti y en esas tetas enormes que tienes - me dejó helada - tengo los pantalones bajados.
- Dame un minuto - le dije, me aseguré que no había nadie en casa, cerré la puerta, la ventana, cogí mi vibrador y me tumbé en la cama - ya estoy lista.
- Desnúdate- dijo - y dime cono tienes el coño.
- Llevo un tanga negro, estoy rasurada y muy mojada - era verdad con tan sólo oír su voz ya me excitaba, era fuerte, varonil y además podía oír como gemía, se estaba masturbando y yo también - tengo un vibrador - le dije - es grande ... , negro .... de látex ... - me lo estaba metiendo enterito y me estaba encantando.
Comenzamos entonces un frenético polvo telefónico, yo sólo podía pensar en la polla que tenía y como me follaba, gemía y gemía, pensaba que no se iba a acabar nunca, estaba empapada en sudor y de lo excitada que estaba sentía como mis muslos se iban humedeciendo más y más hasta que los dos casi al mismo tiempo terminamos.