Desde la primera vez que la probé, no he podido sobreponerme a mi adicción al sabor, aroma y la textura del semen de mi primo Eric. De hecho, a veces pienso que solo vivo para la próxima ingesta de su “jugo del placer”.

Hace tiempo que no escribía un relato por lo que es probable que la mayoria no me recordara. Ahora solo diré que mi nombre es Karin, vivo en Lima y mantengo una relación “secreta” con mi primo. Vivimos en la casa de mis tios y nos gusta siempre en todo momento excitarnos mutuamente. Yo dejo que el tenga las novias que quiera, no me molesta, es mas a veces yo se las consigo, jeje. Todo para que se sienta feliz y luego me lo cuente todo con lujo de detalles y al hacerlo nos excitamos tanto que terminamos teniendo unas extraordinarias sesiones de sexo. Esta de mas decir que yo tambien pudeo tener los novios que quiera. No quiero escribir mas preámbulo así que si quieren saber mas busquen mis otros relatos.

En una ocasión, estábamos mi primo Eric y yo en un restaurante. Fuimos a comer antes de irnos a un hotel, (lo hacemos de vez en cuando para variar como parte un juego de ser amantes y que no podemos hacerlo en casa). Pues bien, estábamos muy calientes como siempre y Eric me estaba contando de la última sesión de sexo con su novia (una amiga de la universidad que yo se la presente y ayude para que estuviera con mi primo. El me dijo que le gustaba y con tal de que me meta la verga como solo el sabe hacerlo yo le consigo a la que sea). Bueno sigamos, mi primo me estaba contando la sesión de sexo de la noche anterior con su novia. Cuando termino de contarme yo ya estaba a mil, empapada de jugos vaginales y a punto de subir a la mesa y ponerme en posición de perrito para que me la metiera sin importarme el hecho de estar en un lugar publico. Entonces le dije "necesito sentir tu semen, damelo todo, dámelo ahora mismo, por favor, me voy a morir si no me los das en este momento". Eric miro a su derredor y me dijo "cómo lo voy a hacer, estamos en público", y en ese momento de locura y desesperación se me ocurrió una idea. Agarre un pan francés, lo partí a la mitad con las manos y le quite la miga del interior a una de las partes quedando solo la corteza del pan. Se lo di a mi primo y le dije "ve al baño, te masturbas y depositas tu semen dentro del pan y me lo traes". Eric puso una cara de vicio total y así lo hizo. Tomo el pan con su mano como queriendo esconderlo y se fue al baño.

Es indescriptible como me sentia en ese momento mientras esperaba a mi primo. Me encontraba en un estado de excitación muy unico pensando en la locura que estábamos haciendo, incrementado por el morbo de estar en un lugar publico. Sentía como estuviera a punto de tener un orgasmo ahí sentada imaginando el regalito que me iba a traer mi primo.


La espera se mi hizo eterna. Minutos después regresó y puso el trozo de pan en la mesa. Agarre el pan y mire el interior y estaba completamente embarrado del semen de mi primo. El debió haberse excitado terriblemente con mi idea ya que había depositado una buena cantidad de semen. Dios mió!!!. La vista de semejante manjar por poco me provoca un orgasmo. Acerque el pan a mi nariz para poder sentir el delicioso y profundo aroma embriagador característico del semen y me lo empecé a comer lentamente mirando alrededor tratando de que todo el mundo me viera. Mmmm... decía yo mientras me comia el pan de semen como queriendo llamar la atención. El término "sobreexcitación" parecía ser una pobre descripción para lo que yo sentía en esos momentos. Que barbaridad!!! Era una locura!!! mi vicio favorito!!! en mi boca!!! en público!!!

Ahora si me encontraba al borde del orgasmo. Mi primo lo noto y solapadamente metió su mano por debajo de la mesa para ayudarme a correrme. Como siempre uso faldas cortas no tubo problemas para ayudarme. Y así llegue y tuve uno de los orgasmos mas deliciosos de mi vida. El hecho de estar en un lugar publico mas el peligro de ser descubiertos realmente incrementaron la intensidad de mi orgasmo. Para ahogar mis gritos, instantes antes del orgasmo me metí a la boca todo lo que quedaba del pan, sintiendo en toda mi boca el delicioso sabor de semen de mi primo durante todo mi orgasmo.

Cuando salimos del restaurante nos encontrábamos exageradamente sobreexcitados y nos fuimos rápidamente al hotel como teníamos planeado. En el estado en que estábamos ya se imaginaran la extraordinaria sesión de sexo que tuvimos mi primo y yo.

Karin.

k a r i n i s i l @ h o t m a i l . c o m