Una tarde que decido entregar hojas de vida en una aseguraciones, en que me atiende en persona cómo en vivo y a todo color una preciosura, belleza, espectacular, fascinada, cautivada, seducida, provocada, deleitada, deseada, exquisita, asimismo simpatica, y por supuesto radiante, hasta atraida ejecutiva con su uniforme con falda que me quedo viendola disimulando que le hablo vengo a traer dos hojas de vida. Se los entrego en sus propias manos al informarle que los mismos tienen telefonos para llamarnos para entrevistas, normal en que me trae loquito por su cuerpo y pinta toda natural de talla mediana en que se me hace agua a la misma boca en que me encantaria hacerlo publicamente, además no le quito los ojos de sus senos que son apetitosos hasta sexy, ahí mismo en la recepción de la torre donde llego originariamente a entregar hojas de vidas.