Sè que no es nada del otro mundo en comparacion con las excitantes experiencias. Pero contarè una situaciòn que me ocurriò cuando tenìa diecisiete años.
Conocìa a un sacerdote español simpàtico y joven, era el que dirigìa el grupo juvenil, siempre fue muy càlido y cariñoso especialmente con las mujeres, nos abrazaba y nos decìa al oido "Hola, preciosa Como estàs? o "Hombre! que bella estas hoy!" todas lo sabiamos y lo conocìamos, èl era asì y por obvias razones y en esa edad yo me sentìa un tanto atraìda a èl.
Un dìa me enterè que le tuvieron que operar de una hernia de emergencia y dos dìas despùes le fui a visitar, recuerdo que le llevè un osito...
Al entrar al salòn vì que estaba con un cura viejito el que le dijo que irìa a pagar la cuenta y luego volverìa a la paroquia, ese cura viejito me quedò mirando de pies a cabeza un tanto raro o molesto porque yo fui con una mini y una blusita muy coqueta, pero bueno se fue.
Entonces nos quedamos solos, al verlo solo con esa tunica que se usa en los hospitales totalmente diferente a lo acostumbrado me parecio invadir una esfera muy privada, sin embargo èl me animò a colocarme a su lado, me contò lo que le habìa pasado y como lo llevaron de emergencias, no perdiò el matiz cariñoso y un tanto atrevido que siempre le ha caracterizado y me abrazò por la cintura, lo que nunca olvidarè es que pasò sus manos por mis piernas ya que yo estaba solo con la faldita y despuès me dijo "Voy a indicarte los puntos" se destapò se alzò la bata, estaba totalmente desnudo y fue la primera vez en mi vida que vi el pene de un hombre. El hablaba como si nada pero yo recuerdo que me sonrojè mucho, mucho, èl solo me miraba luego se tapò nuevamente y me mirò, continuò abrazàndome, y todo tan normal...
Es en realidad una persona muy interesante y a quien en realidad quiero mucho.