~Ya les conté mi historia, esta pertenece a una amiga que quiso publicar la suya pero le daba temor hacerlo.

Hola soy Karla hoy tengo 29 años pero todo paso cuando tenía 14.

Una tarde de viernes después de salir del colegio, al llegar a mi casa encontré la puerta entreabierta y decidí entrar suavecito  ver qué pasaba, pero lo único que logre fue encontrar a mi mama en la cocina desnuda montada sobre el mesón y con un hombre entre sus brazos haciendo cosas que yo no conocía, mi mama y yo vivíamos solas pues mi papa hacía 2 años había muerto en un accidente de tránsito.

Ese día los observe por un rato y comencé a sentir unas cosquillas en el estómago, luego de un rato aguantándome esa sensación y calmando mi curiosidad, quise tocarme y note que tenía la ropa un poco húmeda, no supe porque, tuve que dejar de mirarlos e ir al baño a secarme pero cuando llegue allí supe que no era chichi, era un líquido algo baboso que estaba por toda mi intimidad, cuando trate de limpiarme sentí muy rico y recordé lo que había visto momentos antes por lo que me dirigí a mi cuarto, cerré con seguro y me desnude para tocarme libremente mientras seguía recordando.

Un momento más tarde me detuve, me vestí de nuevo y baje a la sala a ver si aquella escena todavía se podía ver, pero en la sala me recibió mi mama preguntándome que hacia tan temprano en casa, yo le dije que había faltado un profe, pero no le dije nada de lo que vi al entrar, ella me ofreció la cena, yo comí y me despedí de ella para ir a dormir aunque no lo hice, De nuevo durante la noche me toque un rato más y me dispuse luego a dormir. Al otro día siendo sábado, me levante a buscar a mi mama para desayunar pero ella no estaba, había una nota en la nevera que decía que se demoraba un poco que todo ya estaba preparado y que solo tenía que calentar en el micro.

Nuestro perro era un pastor alemán de 6 años, siempre estaba en el patio pero como yo estaba sola, lo deje entrar a la casa, para estar acompañada al menos por él, un rato después me fui a mi  cuarto, el perro me siguió pero yo lo ignore,  me desnude para ir a la ducha, el perro comenzó a olisquearme, ya saben que ellos lo huelen a uno desde las manos hasta los pies, cuando llego a mi entrepierna tuve que empujarlo y regañarlo pues saco su lengua y quiso lamer allí.

Yo busque una chancla para reprenderlo pero estaban debajo de la cama, todavía desnuda me agache para mirar bien debajo de ella , mientras yo miraba allí, el perro se me monto por la espalda y yo me asusté mucho, quise ponerme de pie pero el peso de él no me lo permitió, yo me canse de luchar con el sin lograr nada y quise conservar la calma para recuperar las fuerzas mientras el seguía sobre mi trasero, el comenzó a golpear mis nalgas con algo que yo no conocía y que salía de entre sus piernas, era largo rojo intenso y puntudo, nunca  había visto esto en un perro, por lo que me gire para ver qué pasaba y mientras el seguía moviendo su cadera y golpeándome con eso, yo distraída solo miraba.

Mientras yo lo veía en uno de sus impulsos sentí que me había puesto su coso en mi rayita y de repente se puso como un loco a empujar muy fuerte y rápido, me dolió muchísimo, era la primera vez que veía para que sirve esa parte de mi cuerpo y estaba doliendo demasiado, yo llorando trataba de zafarme pero ya era tarde el perro no me soltó, por el contrario, siguió empujando un buen rato y como yo estaba sola y no era capaz de luchar con él, tuve que aguantarlo, después de un momento el dolor desapareció, estaba empezando a sentir sensaciones que no conocía esto que estaba pasando de alguna manera me agradaba, deje de llorar y me quede muy quieta, el perro siguió envistiéndome por un rato y luego se detuvo, yo sentía que su coso estaba creciendo dentro de mí y no entendía nada pero me gustaba. Él se bajó de mi espalda por un lado y paso sus patas por encima de mí, yo creí que todo había terminado pero faltaba aún más.

Su coso no se salió de mí, en cambio el comenzó a halar, yo sentí que me arrancaría todo por dentro y tuve que apoyar mi tronco y cabeza sobre la cama para liberar mis manos y tomarlo de las patas para que no halara más, en ese momento su coso empezó a palpitar ahí dentro, estuvo ahí pegado y quieto por unos minutos hasta que sentí que un líquido tibio se regaba dentro de mí, me gustaba ese calorcito dentro pero me preocupaba que fuera chichi de él, en un momento su coso empezó a encogerse pues ya no lo sentía apretado por dentro, en cambio cada vez estaba más suelto,  yo lo solté porque me imagine que por fin todo acabaría y así fue, el perro se movió solo un poco y de un solo tirón salió de mí. Con un poco de dolor allí yo quise examinarme y mi mano se llenó de un líquido blancoso me puse de pie y vi al perro lamer su coso rojo que se veía bien grande, entre al baño, pase a la ducha y me bañe bien concentrándome en mi cosita bastante adolorida, me puse ropa limpia y salí a ver al perro que estaba aun allí recostado en el piso, lo saque de mi cuarto y para cuando mama llego ya todo había pasado.

Ella nunca lo supo pero después de eso yo disfrute mucho metiéndome cosas y algunas veces deje que el perro lo hiciera de nuevo, ahora que lo pienso, creo que todo paso por que el perro nunca había cogido a una hembra y a la primera oportunidad que tuvo la aprovecho con mucho éxito.