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Categoría: Infidelidad

De mal cogida a amante multirogásmica

Hola amigos, mi nombre es Manu, tengo 19 años. Les relataré como pase de ser una chica común con una sexualidad frustrante a una mujer dueña de mi misma y multiorgásmica gracias a la persona que menos creía. Yo soy una joven típica de Medellín. 160 de estatura, blanca, ojos verdes, cabello rojo tinturado, senos y cola paradita por mi edad.



Todo empezó con José. Él era un amigo de mi prima. Es moreno, pero yo siempre le decía negro. De 30 años de edad, buen cuerpo, buenas piernas, y después me fije, muy buenas nalgas, pero no muy atractivo de rostro, sin embargo, se mantenía bien organizado. A mí nunca me llamó la atención además de que era casado. Ocasionalmente lo encontraba en casa de mi prima. Ellos se tenían mucha confianza y la familia de mi prima lo quería mucho. A pesar de no ser tan atractivo era de conversación agradable. Pero ustedes saben cómo somos a esa edad. Solo nos gustan guapos. Total, fue que un día tuve un gran problema con una materia en la U. Le pedí ayuda a mi prima y ella a él. El tipo tardó como tres segundos en resolver un problema de cálculo que me tenía cabezona durante tres días. A partir de ahí nos hicimos más cercanos. Al principio las conversaciones normales. Pero a medida que les cogí confianza terminaban en lo sexual.



En ese entonces yo había terminado con mi novio. Él había sido mi novio de 5 años y fue con el que perdí la virginidad, sin gloria, pero con mucho dolor. No me había gustado la experiencia me dolió mucho. El no supo calentarme, no lubriqué casi y me lo había metido de golpe. Antes de siquiera calentarme él ya había acabado. Típica historia de nuestra edad. Habíamos tenidos 7-8 relaciones más con similares resultados.



Con José por otro lado la amistad fluía mucho. A pesar de que era negrito y feíto jajajaja. Yo le decía a cada rato que era feo y a él no le interesaba igual se reía y seguíamos igual. Mi prima por ese entonces me contó que la amistad con él era de mucha confianza y la conversación podía ser pesada en el buen sentido. José le decía que yo era muy rica. Que un día nos iba a descubrir en la habitación de mi prima cogiéndome en 4, que ojalá yo usara brasileras blancas que él eso lo enloquecía y otras cosas. Yo me reía cuando ella me contaba eso sin saber qué ocurriría unos meses después. José y yo empezamos a tener confianza sin embargo con mis ganas de novio volví a hablar con mi ex y volvimos, como las conversaciones con José por el Whatsapp podían ser muy picantes decidí no buscarme problemas y lo bloqueé. Grave error. Las cosas con mi novio siguieron exactamente igual. Mucho amor porque yo lo quería, pero el sexo era horrible y yo me sentía cada vez más frustrada y hacía lo posible porque no tuviéramos relaciones.



Hasta ese glorioso diciembre. Mi prima y sus padres organizaron una fiesta para toda la familia el día de las velitas. Su casa es de dos pisos y la fiesta fue en la terraza o tercer piso se podía decir. Yo fui con mi novio y José por supuesto, como amigo de la familia fue. Yo me había vestido con un jean que realzaba mi colita y una blusa de flores, inconscientemente me había puesto unas tanguitas blancas brasileras muy pequeñas y un brasier a juego, me había depilado bien mi vaginita pues me encanta que este rosadita sin un vellito. José estaba divino ese día pantalón beige impecablemente planchado y una camisa vino tinto que resaltaba su figura. La cosa iba normal mucho baile, José bailaba con todas mis primas y mis tías. José es muy alegre y bailaba todos los ritmos. Cuando bailaba salsa no pude evitar ver sus nalgas y su paquete. Ahí empezó todo. De repente colocaron Reggaetón y mi novio, que ya estaba bien tomado con 5 aguardientes, no quiso salir. Así que algo enojada porque me gusta mucho salí y cogí a José, que estaba riendo con mi prima y su madre, y lo saqué a bailar. Él no se cortó y bailo conmigo muy pegado. Yo solo quería molestar a mi novio, pero el baile con José me ponía muy caliente a medida que yo rozaba mis nalgas contra su entrepierna notando un firme paquete, aparte de que José bailaba muy bien. Él se me acerco al oído y me dijo: - Manu estas hermosa, me encanta tu cuerpo, tu culito- yo no respondida y me hacia la desentendida pero la manera de hablar en mi oído me ponía la piel erizada.



-Manu ingrata, te me perdiste desde que volviste con tu noviecito, pero ya me di cuenta que te tiene mal cogida y por eso andas de mal genio-



Era verdad. Le había contado a mi prima que estaba súper frustrada y eso me había hecho irritable. Llevaba casi dos meses enojada con todo. Y ahora este negro feo me lo restregaba en la cara, mientras me restregaba su paquete en las nalgas.



La verdad fue que me molesto. Pero al parecer a mi concha no, porque empecé a sentir algo que nunca había sentido antes. Un cosquilleo comenzó en mi clítoris que sumado a la música y a los movimientos de José iban provocando humedad en mi vagina que poco a poco se humedecía como nunca lo había logrado antes. Aunque el comentario de José fue molesto y quería que el Reggaetón terminara para separarme de él. Mi cuerpo no. Se pegaba con más fuerza a él y restregaba mis nalgas contra él, quizás buscando poder tocar ese pene aprisionado en ese pantalón beige o quizás estirar el pantalón y con eso la tanga provocando rose de esta en mi clítoris. Ya estaba perdida. Cuando terminó la música mi prima y mi familia me aplaudió y yo entre enojada y excitada salí corriendo para el baño del segundo piso donde me noté completamente mojada. Estaba enojada y de la rabia me salían unas lágrimas de coraje, pero también por primera vez sentí urgencia de tocarme y con gran pena, pero muy curiosa y excitada, comencé a frotar mi clítoris en el baño de manera rítmica hasta que empecé a hacerlo de manera frenética. Estaba húmeda. Me sentía excitada, rozaba mi clítoris y metía un dedito en mi concha empapada. Creo que solo lo había hecho dos o tres veces en la vida. Solo quería continuar y terminar con esa lubrica sensación. Pero sentí algo de pena y decidí salir. Al salir mi sorpresa. José llevaba a mi novio a la habitación de abajo y me picó el ojo. Aún estaba excitada y esa invitación me éxito más. Le ayudé a José a llevar a mi novio lejos de nosotros y cuando me disponía a volver a la fiesta. José me haló y no metimos a la habitación de mi prima. José se acercó lentamente y comenzó a rozar su rostro contra el mío lentamente. Era muy tierno pero firme. Acercó su boca a la mía y me besó. Un beso húmedo tierno, pero poco a poco más fuerte. Con más saliva. Nos escurría levemente por las comisuras de los labios jajajaja. Sus manos bajaron lentamente por mi cuerpo y se introdujeron con cuidado por mi pantalón. Con maestría se introdujo por mi tanga y encontró mí ya preparado clítoris. Con el cuidado de un experto lo rosó levemente y al encontrarlo suave comenzó a acariciarlo. Con cada roce me mojaba más y más hasta que yo misma pedí:



-más rápido José, restriégame esa cuca!!!



José obedeció. El metía su dedo, ligeramente y acariciaba mi clítoris con el pulgar. Se hizo detrás de mí y empezó a rozar su pantalón, en donde ya se notaba una prominente erección contra mis nalgas. Besaba mi cuello mientras que con su otra mano tomó mi cuello con cuidado. Yo ya había perdido la noción de mi misma. Me sentía como nunca. Líquido chorreaba a cantaros de mi vagina. Mi cabeza daba vueltas a medida que me sentía más excitada y mi vagina empezó con contracciones rítmicas, tuve el primer orgasmo de mi vida. Fue estruendoso. Mi abdomen se contrajo lo mismo que mis piernas y deje escapar un gemido tras otro. Jose dejó su mano en mi vagina y mientras yo continuaba mi convulsivo orgasmo. Jose me besó y se acercó a mi oído: -Ahora te voy a dar una buena cogida!!!



Me llevo a la cama de mi prima y me puso boca abajo. Yo aun con el impacto de mi anterior orgasmo me deje hacer. Conmigo boca abajo me bajo el pantalón y la tanga al mismo tiempo mientras besaba mis nalgas. El rocé de sus labios con mi piel me excitaba más. Me volteé y me quité la blusa y me levanté el brasier. Algo apenada le mostré mis tetitas. -Estas son pequeñitas, pero son tuyas- El me miró y sonrió. -Son hermosas, me las comeré toda la noche-



Se pegó de una de ellas lo que hizo de inmediato poner mis pezones duros. Yo lo quería dentro. Le ayude a bajarse quitarse la camisa. Descubrí un torso delgado pero tallado de músculos bien definidos- Y yo pensado en lo feo que era- Pero las sorpresas no paraban allí. Le baje el pantalón y el bóxer cuando salió ese animal. Jose no es una persona jactanciosa, pero no podía dejar de admirar ese miembro moreno, venoso, grueso de 18 cm, con un pubis y huevos bien depilados. Jose me dijo su medida después aclarando que no es ni más grande ni más chico. Curioso porque mi novio me había dicho que tenía 20 cm y no alcanzaba las dimensiones de Jose. Me encantó esa verga y sin pensarlo llevé mi mano hacia a él y comencé a mamárselo. Que deliciosa sensación esa enorme verga en mi boca con unas gotitas de semen en la punta. Lo hupe primero tímidamente. A mi novio se lo había intentado hacer, pero no me llamo la atención. Ahora era diferente. Quería mamar esa verga, deseaba hacerlo. Luego de ensalivarlo muy bien lo chupe como frenética obteniendo de Jose una sonrisa de satisfacción como premio. Pero a él no le gustaba el papel pasivo así que se acomodó junto a mí y comenzó a besarme la concha que aún no se recuperaba del orgasmo que acababa de tener y la empezó a besar, a morder ligeramente mis labios y acariciar mi clítoris. Metió sus dedos en mi vagina y siguió con sus besos en mi concha. A pesar de que me quería concentrar en mamársela como la perra en celo que me sentía junto a él, su trabajo en mi vagina me impidió seguir, y solo puede seguir emitiendo gemiditos y separarme de su hermosa verga para tener mi siguiente orgasmo. Nuevas contracciones de mi vagina, nuevos movimientos convulsivos, la incapacidad de hacer algo que no fuera sentir ese inmenso placer y mis piernas que se sacudían con fuerza. Mi orgasmo terminó con una nueva sensación de que orinaría y la salida de una cantidad abundante de líquido de mi vagina, como si me hubiese orinado, cayó sobre el rostro de Jose que se rio ante la situación. Yo me sentía apenada. Había hecho un squirt. Lo había visto en películas porno, pero pensé que algo voluntario para aumentar la intensidad de la escena. Me daba cuenta de la manera más placentera que no. Pasado unos segundos siguió moviendo los dedos en mi vagina. Pero yo deseaba su pene, que digo pene, esa VERGA!! Tímidamente le pedí: -José, quiero sentirte adentro, métemela!!



Jose muy atento se ubicó junto a mi en posición de cucharita, la puso en la entrada de mi vagina. El tamaño me asustaba un poco pues obviamente era más grande que el de mi novio, pero la excitación podía más. El la deslizó lentamente yo fui sintiendo un ligero dolor morboso, que era más placer que otra cosa. Finalmente, me la metió toda. ¡Qué placeeerrrr!!! ¡Sentí un pequeño orgasmo cuando la metió hasta el fondo y sentí que mi pequeña vagina se permitía albergar a ese animal!!! Perdí por un momento la fuerza de mi cuerpo y quedé quita como un muñeco de trapo.



- ¡Me encanta tu verga José, dame por favor amor, dame muy duro!!- le susurré



José empezó lentamente, pero al ver mi humedad, que era inmensa, continuó su bombeo. ¡Qué puta maquina! El maldito negro feo lo sabía meter y ¡como lo sabía meter! ME bombeo muy rico, me daba duro y parejo. Esa verga de 18 cm gruesa venosa y dura, dura como una piedra. Le agarré as nalgas, eran grandes y duras. Ya sabía cómo mantenía ese ritmo. Con esas putas nalgas ricas. El no paró me dio parejo por hay tres minutos, pero duro, duro, en la habitación se oía el ruido de mis nalgas estrellándose contra su pelvis y sus huevos estrellándose contra mi vagina. ¡Qué rico! Yo gemía y con cada nueva metida me acercaba a un nuevo orgasmo. El cuarto de la noche. Un idiota en casi 6 años no pudo sacarme uno y José en una noche ya me llevaba por el cuarto. Que rico. Yo estaba hecha una perra, quería sentir su leche. Quería sentirlo todo. Él se separó un poco y me puso en 4. Ahí vino lo mejor. Me la metió de nuevo muy suave. Yo sentía algo de dolor porque en esa posición me daba muy al fondo, pero de nuevo ese dolor morboso se transformó en placer. Cuando él lo notó volvió a darme duro, duro en serio. No paraba parecía no cansarse. Sudaba mucho y yo también. Esa verga entraba y salía de mi vagina hasta que en cuestión de un minuto tuve un nuevo orgasmo, pero él no paraba de darme por lo que la intensidad de mi orgasmo aumento exponencialmente y le pedí que parara un poco que me dejara descansar, pero esta vez él no me obedeció siguió con su verga bombeándome en la vagina. No lo aguante y grité sin importar si despertaba mi familia o a mi novio. En ese momento en medio de la visión borrosa que me provocaba mi nuevo orgasmo noté una silueta familiar en la puerta que rápidamente desapareció. Mientras José había parado pues le agradecí ese nuevo orgasmo con un nuevo baño de mi caliente liquido vaginal que salía de nuevo en cantidades industriales. Estábamos sudados, cansados, llevábamos una hora en esas pero una hora intensa. De puro jaleo. Pero el aún no se venía. Me volteó y por primera vez en la noche se hizo sobre mí como si fuera un misionero, sin embargo, dobló mis rodillas sobre mi abdomen una vez más me bombeo esta vez sin misericordia en vista de mi humedad. Me dio muy duro y en medio de los gemidos me aviso que estaba próximo. Yo no sabía qué hacer, lo quería en mi vagina en mi boca en mi cara. José se separó rápidamente y se paró yo me arrodillé e instintivamente abrí mi boca y se lo mamé. En ese momento salió una cantidad brutal de semen, tanto que no lo pude tragar y lo devolví lanzándolo sobre mi cuerpo, el semen cayó en mis tetas y él complacido me lo unto por mi cuerpo y nalgas. Fue delicioso. No tuve remordimientos. Jose se acostó junto a mí y lo abracé lo besé y le dije:-mi hermoso negrito feito gracias por esta cogida, la verdad sí estaba mal cogida.- Y me reí. Nos quedamos dormidos. José siempre dormía en la habitación de mi prima por lo que nadie fue a revisar que pasaba y habíamos dejado a mi novio en la habitación del primer piso donde los huéspedes y todos pensaron que estaba con él. Fue la mejor cogida de mi vida. José me despertó a las 5 am con un beso. Me puse la ropa y me fui a la habitación de mi novio. Cosa que me molesto. Pero José había que guardar las apariencias. En la mañana José me llevo la comida a la cama a mi novio y a mi. Me trajo leche y le dijo a mi novio que yo necesitaba tomar mucha. Lo que respondí con una sonrisa. Seguimos hablando. Y con el tiempo me enamore de Jose aunque continué con mi novio. Ocasionalmente nos encontramos y me pega unas mega cogidas. La relación con José es de amor amistad y sexo, y he sabido entender que el está casado pero en otra ocasión les contare como es su relación con su mujer.


Datos del Relato
  • Categoría: Infidelidad
  • Media: 10
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