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Categoría: Infidelidad

De beata a infiel haciéndome un Belén 4ª Parte

No hay dos sin tres y sin búscalo me preñaron por tercera vez. Todo empezó en otra fiesta donde mi marido acabaría borracho y yo preñada por mi jefe de sección, un maduro de 50 años con la verga más descomunal que he conocido en mi vida. Me hizo un completo y me dejó tirada como una perra bien llena



No hay dos sin tres y sin búscalo me preñaron por tercera vez. El tercero tampoco tendría la genética de mi esposo. A estas alturas debo deciros que me considero simpática, me dicen que tengo carita de Ángel, cabellos lacios de color castaños, ojos negros, nariz respingona con 30 años, un niño de 5 años y un bebé de 3 años a cuestas, tengo las caderas anchas, tetas turgentes, grandes 95B, piernas gruesas y bien contorneadas y un buen “Trasero” que cuando camino por la calle se giran a mirarme, cosa que no le agrada para nada a mi esposo, pero él sabe lo extremadamente seria que soy. Estoy casada con Mauricio desde hace 7 años, más los cinco de novios y aunque has sido el único marido que he tenido… no puedo decir que sea el único hombre que me ha follado en la vida… dos antes de casarme y otros dos en mi propia cama de matrimonio…



Si bien es cierto que solo han Fernando y Adolfo, dos amigos íntimos de juventud de mi esposo Mauricio, también es casualidad que tras follarme ambos he quedado preñada mis primeros hijos. Gracias a Dios, el buenazo y cornudo de mi esposo los considera tan suyos como míos. Me casé muy joven por tradición familiar a los 23 recién terminada mi carrera de empresariales. Actualmente trabajo de secretaria en la aerolínea de iberia gracias a contactos familiares… “Recordar que somos el Opus Dei” una secta que nos apoyamos en todo en la vida. Mi esposo Mauricio tiene 35 años, es alto de buen porte, y trabaja en “Aena” en el mismo aeropuerto que yo… justo ahí lo conocí años atrás cuando hice las prácticas de la carrera…. En estos momentos después de parir a mi hija Myriam, mi esposo me ha propuesto buscar el trío… por tanto estamos planificando tener un tercer bebé estos días. Tengo que contarles lo que me sucedió pocas semanas del cumpleaños de Myriam (me encapriché por tradición religiosa), dándole el nombre de la madre de nuestro padre Jesús, redimo mi culpa de infidelidad y de esta forma desahogarme la conciencia… ojalá pueda recibir buenos consejos.



Resulta que mi esposo trabaja como sub-gerente de marketing en “Aena” una compañía aneja a Iberia, y definitivamente nuestra situación económica es más que buena. Si bien es cierto, mi esposo y yo trabajamos en el mismo lugar, cabe recalcar que trabajamos en distintas gerencias… él en marketing y yo como secretaria en logística. Mi jefe el señor Carlos Cebrián (el gerente de logística mi contacto para enchufarme en la compañía) es un señor de casi 50 años, casado, y siempre ha sido cordial en su trato conmigo, está  casado y también goza de buena posición económica. Continuamente me hace halagos al iniciar el día…



-“¡Qué guapa estas hoy…!”  “¡Qué bonito vestido!”



Debo recalcar que mi forma de vestir es casual, ligeramente elegante debido a mi función de secretaria del gerente de logística, es por eso que yo siempre tomo estos cumplidos de mi jefe muy a bien, diciéndole gracias con total cortesía. Nada más. Resulta que la primera semana de enero de este año 2018 hubo una mala coordinación al hacer una campaña publicitaria que costó no sé cuánto dinero a la empresa, y el problema había sido una falta de coordinación entre las áreas de Marketing y Logística (donde trabajamos mi esposo y yo respectivamente). No les cuento los detalles porque si no me demoraría horas, pero lo que sucedió acarreó despidos (como se suele decir “rodaron cabezas”) y al final se creó un preocupante recelo y odio entre la Gerencia de Marketing con la de Logística. Y no sólo eso, mi jefe (gerente de logística) y mi esposo (sub-gerente de marketing) tuvieron constantes discusiones y peleas laborales. Sin embargo, mi jefe extrañamente empezó a decirme piropearme con halagos más intensos como…



-“¡Lorena que alegría me da verte cada día… estás más bella que nunca, a ti la edad y los embarazos te rejuvenecen, a ver cuándo te invito a tomar unas copas por ahí!” En otras ocasiones salía por… ”¡Cualquier cosa que te pones te hace una mujer muy sensual…Das alegría a esta insulsa oficina!”



En verdad, me extrañaba ese tipo de comentarios, me limitaba a sonreír nada más ¡Que más le podía decir!, en fin definitivamente me parecía medio sospechosa su actitud conmigo mostrándose tan atento, se acercaba más a menudo a mi escritorio y se ponía cerca de mí mientras revisábamos algunos documentos…, esto me ponía nerviosa, quería contárselo a mi marido por las noches pero no lo hacía por la tirantez existente entre ellos, no creía conveniente echar más leña al fuego…. Un día en que mi esposo se encontraba de viaje a Hamburgo, yo estaba saliendo de mi trabajo a las 6 de la tarde parada en una esquina para tomar un taxi, mi jefe pasó en su Audi, bajó las lunas…



-“Lorena no te olvides del informe de adquisiciones del mes que nos están pidiendo”.



¡Oh señor Cebrián pierda cuidado! No se preocupe”, le dije yo.



-“OK Lorena nos vemos… ¡Uhmm, por cierto… ¿qué haces parada en plena calle? ¿No vas a esperar a tu esposo como siempre?”



-“No señor Cebrián, él está de viaje en Hamburgo para la edición de las propagandas para éste verano”, respondí.



-“¡Aahhh verdad… Lo había olvidado. ¡¿Y cómo te vas a ir a tu casa?!”



-“Justamente iba a tomar un taxi señor Cebrián”. A lo que él dijo…



-“De ninguna manera, sube Lorena, te voy a llevar a tu casa”.



Y el señor Cebrián me llevó a casa… en el camino estuvimos conversando de cosas del trabajo y poco a poco entró el tema de la falta de coordinación entre el departamento de Marketing con Abastecimientos, y me preguntó… -“Dime una cosa, Lorena, ¿tu esposo y tú os lleváis bien a pesar de lo que sucede entre las dos gerencias?”



-“Claro señor Cebrián, a veces discutimos pero nunca peleamos por eso”.



-“¡Ah que bien, nunca hay que confundir trabajo con el placer”. Ambos nos reímos un poco y la conversación se puso algo más amena conforme íbamos acercándonos a mi casa. “Tu esposo tiene mucha suerte al tener a una chica tan bella como tú, en verdad lo envidio”, y de pronto puso su mano en mi rodilla.



Eso fue el punto para confirmar sus intenciones hacia mí, ya me conocía a este tipo de sinvergüenzas… de forma inmediata y delicada a la vez, le retiré su mano de mi rodilla… -“Señor Cebrián, creo que está confundiendo las cosas”, y muy seriamente. “Por favor RESPETEME porque además de estar bien casada soy una dama católica”.



-“Perdón Lorena, no quise ofenderte, creo que me dejé llevar por la situación tan distendida entre ambos y lo preciosa que eres…” Y el silencio abordó el coche, le di indicaciones para llegar a mi casa, y le dije fríamente al llegar…



-“Gracias señor Cebrián, hasta mañana”.



Aunque debo reconocer que el señor Cebrián es bastante atractivo, tuve que hacerle ver que conmigo no va a lograr nada, ya tuve demasiados deslices en el pasado y ahora me veo con dos hijos uno de cada padre y ninguno de mi esposo… uno con el canalla de Adolfo que me hizo una soberana panza, y otro anterior con el bien plantado y actual Hermano Mayor de la cofradía… Fernando, así que no tenía intención de volver a quedarme preñada de otro hombre que no fuese mi marido, el abnegado Mauricio, NO SE MERECÍA LOS CUERNOS QUE LE PUSE. Y eso si lo dejé bien claro esa noche a mi jefe, no volvería a ser la putita de una noche de nadie…. Luego pasaron los días con mi jefe un poco más distante, y además volvió la tensión entre ambas gerencias nuevamente. Por otro lado, mi esposo y yo ya estábamos decididos a tener nuestro tercer bebé, por lo que estábamos esperando mis días más fértiles del mes.



A raíz de los continuos problemas en algunas gerencias de la aerolínea, la gerencia de Recursos Humanos ejecutó talleres para “limar asperezas” y unir más al personal de diversas gerencias y áreas, y por último organizó una fiesta llamada “Noche de Velada”, que consistiría en una cena y un baile entre todos los trabajadores del aeropuerto de las diferentes compañías. Mi esposo y yo decidimos en aprovechar la fecha de la Fiesta para tener una “noche especial” y aprovechando mis días más fértiles, obviamente para ser fecundada… era la ocasión ideal para procrear y quedar preñada de segunda niña…. Para esa noche de fiesta, me puse un precioso vestido negro pegado al cuerpo, ligeramente escotado, con una provocativa abertura al lado del muslo, que me daba el toque elegante y a la vez sexy. Luego mi esposo y yo dejamos al bebé y al niño mayor en casa de mi hermana y luego en rumbo a la fiesta. Todo muy elegante con excelente ambiente. La música bien elegida, la cena también, luego vino una orquesta a tocar música un poco más bailable, y empezamos a bailar todos a medida que pasaba la noche.



Mi esposo y yo bailábamos de vez en cuando y también nos dedicamos a charlar con nuestras amistades y compañeros de trabajo, pero luego me di cuenta que mi esposo estaba empezando a ponerse alegre como hacía en todas las fiesta…, (Recordar la noche de la boda de nuestro amigo, cuando Adolfo me preñó, el parecido de la de entonces era calcada), no paraba de reírse seguido… conozco su risa, se estaba empezando a poner ebrio. Y así pasó la noche. Yo seguía bailando con mi esposo, pero él también seguía bebiendo más de lo acordado… no me hizo mucho caso... Yo también pero no tanto. Aproximadamente a las dos de la madrugada vi a mi esposo conversando con dos compañeros de trabajo con sus respectivos vasos en mano, y de pronto mi esposo se tropieza y se cae al piso. Inmediatamente me acerque a él y le dije…



-“Amor ya vámonos” y lo empecé a llevar fuera de la fiesta con dirección hacia el parking.



Quise abrir el mercedes y no pude encontrar las llaves en los bolsillos de mi esposo… le pregunté por las llaves y no me respondía… mi esposo estaba ebrio, que cólera. De pronto vino el coche del señor Cebrián, se detuvo, bajó las lunas…



-“Hola Lorena, ¡¿Qué ha pasado con Mauricio?!”



-“Buenas noches señor Cebrián, pues como puede ver mi esposo está ebrio y ha perdido las llaves del coche, vamos que no las encuentro…” El señor Cebrián respondió…



-“¡Uy que mal…! Vamos subir a mi coche que os acerco a casa, las llaves ya aparecerán mañana…”



-“No se preocupe señor Cebrián, voy a llamar a un taxi ahora mismo”.



-“Lorena, creo que a estas horas ya no conseguirás un taxi, vamos… sube con Mauricio, e inmediatamente bajó del coche para ayudarme a subir a mi esposo en los asientos traseros.



-“¡¿Señor Cebrián, y su esposa?! ¡¿La va a dejar sola en la fiesta?!”



-“Vine sin mi esposa, ella está de viaje.



Yo ya no pude poner más “peros” porque a decir verdad creo que era la mejor decisión recibir su ayuda, además yo también estaba algo mareada por los copas de más que había tomado. El señor Cebrián recordó bien donde vivía, y se estacionó frente a la casa, bajamos del coche mientras yo abría la puerta de la casa, él ayudo a bajar a mi esposo, mejor dicho lo arrastró fuera del vehículo. Una vez dentro me ayudó a acomodar a mi esposo sobre el sofá. Le di las gracias por todo…



-“De nada Lorena, solo te voy a pedir que me invites una taza con café para no quedarme dormido mientras conduzco…” Obviamente no le iba a negar una taza de café.



Lo invité a pasar a la cocina, y estuvimos conversando mientras le preparaba la taza de café…, mientras tomábamos los primeros sorbos de café, me pude dar cuenta del efecto del alcohol en mí. La combinación de café con bebidas alcohólicas no era buena idea para las chicas, y sin darme cuenta empecé a sonreír más, y mi jefe se soltó diciendo…



-“¡Bueno Lorena que pena que tu marido te fastidiara la fiesta!”



-“Así es él señor Cebrián, mi esposo suele hacérmelo a menudo… no solo la noche, sino otras cosa más importantes también…”, ambos reímos e inmediatamente él acotó…



-“¡Uy que pena Lorena,  bueno pues trataré de alegrarte estos últimos momentos de la noche! Inmediatamente encendió el equipo de sonido y puso un CD de música salsera. Me tomó de la mano… “¡Vamos a bailar!”



-“No señor Cebrián, no creo que sea buena idea”.



Igual me hizo poner de pie y puso una mano a mi cintura y con la otra en mi mano y nos pusimos a bailar, dentro de mí me decía, “bueno pues una canción no creo que me haga mal”. Estábamos bailando y por momento nos pegábamos, y me decía al odio…



-“Nunca tuve la oportunidad de invitarte a comer algo, Lorena, siendo tú mi secretaria, creo que al menos te debía el baile de una canción”. Poco a poco iba acercándose más a mí, y de pronto acabó la canción e inmediatamente empezó otra similar. Me dijo sin perder un segundo… “Déjame bailar esta última canción”.



Seguimos bailando y empecé a sentirme nerviosa, podía sentir el delicioso aroma de su perfume caro y su respiración en mi oído, nuestros cuerpos se movían delicadamente y muy juntos, de pronto nuestras mejillas estaban juntas, y su mano ya no estaba en mi cintura sino un poquito más abajo. Creo que esto se me estaba yendo de mi control….



-“¡Qué delicioso hueles Lorena!  No sabía que responderle.



Pude sentir su labio en mi mejilla y al ritmo de la canción sentí que sus labios empezaron a acercarse a mi boca. Debo poner fin a esto o acabaré empotrada por mi jefe. Pero no fue así, simplemente sus labios y los míos se encontraron. Definitivamente el beso más delicado que tuve en meses…. Ahora son sus dos manos las que están en mi cintura. Disfruté ese beso profundamente yendo en aumento la lascivia del morreo…, nuestras lenguas empezaron a mezclarse (me estoy mojando de sólo escribir como fue ese beso). Al acabar la canción, volví a la realidad. Y le dije mirando hacia cualquier lado menos a sus ojos…



-“Señor Cebrián esto no debía haber pasado, será mejor que usted…”, y de pronto mi jefe se acercó rápidamente a mí y nos entrelazamos en otro beso.



Esta vez el beso fue más apasionado, nos comíamos a la boca… yo ya no ponía resistencia, me gustaba eso. Me decía dentro de mí, “Que diablos sólo es un beso. ¡Total, es culpa de mi marido por borracho!”. Los accidentes no surgen de la casualidad, en ellos concurren varios factores fatídicos y esta noche… mi esposo estaba fuera de juego borracho como una cuba, mis hormonas en el punto álgido, mi cabeza sin el raciocinio necesario para decir NO, y el macho de bien ver dispuesto a follarme sin intención de usar condón, porque seguro que por sus creencias religiosas, al ser del Opus Dei, nunca folló si no era a pelo…



Mientras nos besábamos, mi jefe empezó a bajar sus manos de mi cintura, me estaba toqueteando las nalgas, yo quería decirle basta, pero ni bien empezaba a pronunciar algo, el volvía a devorarme con sus besos cargados de lujuria impertérrita, se denotaba su frialdad con las mujeres, por la cantidad que ya habrían caído en sus redes… su fama de follador se la estaba ganando segundo a segundo. Quería decirle que no, pero mi cuerpo respondía SÍ. De pronto, empezó a meter su mano por debajo de mi vestido, lo cual le fue fácil porque tenía esa abertura en el muslo, todo esto mientras me seguía besando. Yo ya estaba excitada como una perra, no podía negarlo pero aun así le decía…



-“No señor Cebrián, estoy casada…”. Tuve un “déjàvu” de la última vez que me preñaron.



Luego con una mano por debajo de mi vestido en mi culo, la otra empezó a meterse por mi escote, y fue a buscar mi pezón derecho… Joder que bien lo acariciaba el muy cabrón….Yo seguía diciendo… -“No por favor señor Cebrián, basta”.



Mis protestas eran simples suspiros míos para él .Luego me llevó contra la pared de la cocina, me siguió besando, luego me volteó contra la pared mientras incrustó sus labios en mi cuello por detrás… -“Señor Cebrián, ya noo… mi esposo está afuera”. Él no hacía caso ante mis plegarias sin convicción alguna.



No puede ser, una chica respetablemente casada como yo, totalmente entregada a su jefe, un hombre que no había llegado donde estaba solo por sus méritos profesionales… en este negocio la capacidad de persuasión es un valor a tener en cuenta y Carlos tenía un taco de seducción como para parar un tren. Ya no oponía resistencia a sus caricias contra la pared, el detrás de mí besándome el cuello y con una mano en mi coñito y la otra en un pezón de los que ya se me habían inflamado, al mismo tiempo que sentía el salvaje bulto de su cipote empalmado por mis nalgas. De pronto pasó lo que temía que pasaría…, mi jefe me levantó mi precioso vestido hasta la cintura y pude  escuchar cómo se bajó el cierre de su pantalón, mi redondo, terso y bello culo sintió el aire frío y luego sintió el calor del cuerpo de mi jefe que se pegó al mío. Podía sentir el grueso de su mástil inhiesto entre mis nalgas.



Yo ya no podía más… -“Nooo por favor bastaaa ¡Basta ya!” No lo decía con demasiada persuasión porque sea acomodó detrás, yo sentí la punta de su polla en la misma entrada de mi vagina, en esa posición yo contra la mesa…, quedé recostada sobre la tabla con mis tetas posadas en ella y mi cuerpo formado un ángulo de 90 grados. Poco a poco fue introduciéndose de forma lenta pero constante expandiéndome el coño de manera poco habitual, yo dejé escapar un pequeño gritito mientras mi jefe colocó una mano en mi bien formada cintura y la otra en mis tetas. Una vez dentro notaba el volumen de carne insertada…, empezó a moverse, cuando pude darme cuenta que su rabo era mucho más grueso al cualquiera contenido en mi chocho con anterioridad…, la longitud casi igual pero el diámetro se hacía notar dilatando mis labios vaginales y paredes internas donde nadie los abrió… Lo más parecido era la sensación de parir un hijo…. me llegó a mi subconsciente por el parecido. Me sentía que me volvían a desvirgar. Me mordía los labios para no gritar pero fue inútil, mis gemidos empezaron a salir de mi boca… -“¡Aaaggghhhh!” Y a medida que aumentaba la fuerza de las arremetidas, mis gemidos empezaron a transformarse en pequeños grititos imposibles de contener.Me moría de placer notando la fruición tan intensa de su tronco venoso en mis sensibles paredes vaginales. Estaba totalmente encorvada, arqueada contra la mesa de la cocina, gritando cada vez más fuerte. Por el movimiento, casi hago caer una cuchara, así que mi excitación me volvió a traicionar y le dije a mi jefe…



 -“¡¡Vamos a mi cuarto!!”



La follada no tenía marcha atrás, así que mejor hacerlo más cómodamente donde mi esposo no pudiera escuchar nada de mis gemidos y gritos de zorra mientras le ponía la cornamenta otra vez. Salimos de la cocina, pasamos al lado del sofá donde estaba mi esposo, el cual prácticamente estaba desmayado, subimos por la escalera y lo llevé a mi cuarto. La cama donde dormía mi esposo y su sagrada mujer todas las noches, ahora era invadida por mi jefe, quien se sentó en el filo de la cama invitándome a sentarme sobre él. Así lo hice, pero antes pude comprobar el tremendo tamaño de aquella tranca…era simplemente hermosa, aun en penumbra pude ver que tenía aproximadamente un poco más que la de Fernando, y casi tan recia como la de Alfonso… con conjunto más fastuosos. No obstante era un cipote recio, mucho más grueso… aproximadamente como un botellín de agua de 33 centilitros. ¡Con razón me hizo delirar en la cocina! Yo era consciente que ya me la había metido, el pecado ya estaba hecho, así que me subí sobre ese delicioso pollón de 22 cm y 7 de grueso, y poco a poco me la fui introduciendo… Mi coño era bastante estrecho antes de casarme, pero con los dos partos naturales y la excesiva lubricación de la noche tórrida ahora se dilataba con premura pudiendo albergar ese tronco rígido con suma facilidad…



-“¡Aaaaggghhhhh! ¡Joder Carlos es muuyyyygrandeeeeee mi amorrr!”  Cuando follo me encariño y mis palabras no pueden ser otras que de amor hasta que me emponzoño y me vuelvo una salvaje zorra…Y empecé a moverme como loca mientras mi jefe me chupaba la punta de los pezones inflamados.



Me sentía mojada, y demasiado excitada, pero pronto me di cuenta que estaba en el día más fértil de mi periodo… y lo estaba haciendo sin condón… En esos momentos tenía mi ovario presto a ser fecundado y en un alarde de lucidez le dije a mi jefe mientras me cabalgaba de la posibilidad de preñarme….



-“Si me llenas me vas a preñar Carlos…” Con toda serenidad me contestó…



-“No será la primera vez que se me presentaba el caso. No te preocupes soy estéril… tras hacerle el quinto hijo a mi esposa, me hice la vasectomía… Entre los propios y otros que andan por ahí creo que creo que le he dado al mundo los suficientes hijos de puta…” ¡Uy que felicidad dentro de mí!



Leí que el semen es sólo el vehículo con el cual los espermatozoides son transportaos para entrar en la vagina. Son dos cosas diferenciadas, ni siquiera se fabrican en el mismo sitio… el semen se crea en las glándulas seminales, fuera de los testículos, más arriba, mientras que en éstos sólo se fabrican los espermatozoides. Se juntan cuando el hombre está a punto de eyacular. Por eso cuando a un hombre le hacen la vasectomía (un corte en los conductos que salen de los testículos) este macho sigue eyaculando semen, pero sin espermatozoides. Una vez que el semen entra en contacto con las paredes vaginales o el cuello del útero, el esperma se adhieren al flujo y los bichitos comienzan a ascender por la mucosa. El semen, que ya no sirve para nada, sale tranquilamente por la vagina. Pero ya ha habido, de eso puedes estar segurísima, un montón de espermatozoides (millones como dicen los expertos) que han iniciado el camino. Es verdad que algunos sí que no tendrán tiempo y se saldrán arrastrados por el líquido pero no hay mayor problema. La naturaleza está en todo y si hay unos cuantos, con solo uno que llegue te deja bien preñada. Confiaba en la seriedad de mi jefe el Señor Cebrián y en que me decía la verdad porque si no….



Luego me puso a cuatro patas en la cama y me la metió esta vez de la forma más salvaje que conozco. Era cruelmente penetrada por la persona menos santo de la devoción de mi marido, y en nuestro propio lecho. Aún no sabía cómo había llegado de nuevo a esta situación otra vez, pero igual seguía gritando de excitación. Mi coño se hallaba completamente acomodada al tamaño irracional de su verga, él macho me arreaba un envión tras otro, facturando todo el tronco hasta el fondo de mi vagina… a la par que notaba como sus maduros y orondos cojones colganderos me golpeaba en la boca del coño una y otra vez enterrando el tallo hasta la raíz…. Él se empezó a mover más rápido cada vez, era demasiado, yo gritaba como loca con tremenda estaca incrustada en el fondo de mi coño a cuatro patas. Gracias a que me cogía firmemente de la cintura mientras me taladraba diciéndome lo mucho que esperaba este momento, porque con la inercia de su pelvis contra mi culo me podría estampar contra el cabezal de la cama…, era demasiado lo que percibía cuando me asía de las tetas como si las riendas de una yegua en galopada se tratase…



-“¡Ahhhh sigue hijo de puta, sigueee follándome fuerte… así hasta el fondo!”



De pronto la ola de orgasmos me vino como una brisa huracanada… increíble, había sido multi orgásmica todo este tiempo, pero muy pocas veces me ocurre con mi esposo… esa noche lo pude saborear con mi alma mater nuevamente. El siguió metiéndomela mientras yo era sacudida por esos terribles orgasmos de convulsiones casi espasmódicas que me trasladaban a un mundo diferente, no tenía conciencia de mí alrededor solo mi placer sometido por el semental que me apuñalaba el coño sin tregua. Aprovechando mi estado de enajenación transitoria, me colocó más doblada y arqueada, y me sacó la gentil verga de la vagina y lo instaló en la entrada de mi culo para abrirme el ceñido ano…



-“Noo eso NO  señor Cebrián… no me apetece hacerlo por ahí”.



Le di a entender que me habían dado por el culo en alguna ocasión, no era virgen por eso tal vez no hizo caso, una vez en la entrada del ano empezó a meterla… -“¡¡¡Noopor Dios Santoooo, dueleee!!! De pronto se detuvo, la sacó de mi culo diciéndome…



-“Solo te he metido la punta de la polla… ¿tienes alguna vaselina?”



-“No, yo no le dejo a mi esposo darme por el culo ¡No es mi católico hacerlo por ahí!”,  mientras seguía en cuatro patas como una perra en celo esperando a recibir al semental….



-“Si yo eres virgen del culo y estás fornicando con alguien que no es tu esposo ¡Qué más da si te parto el culo! Vamos Lorena dime ¡¿A menos tendrás alguna crema hidratante?!” Le señalé en mi tocador…



En menos de tres segundos ya había cogido el tubo y me había untado un poco en mi ano, pude sentir la crema fría, él se unto un poco en la puta de su capullo… la volvió a colocar en mi ano. Una vez en la entrada de mi culo conmigo a cuatro patas, me dijo…



-“Lorena, dime quien es tu mejor macho”. Intentando aliviar la estocada, quise congratularme con él y le dije…



-“Usted es mi MACHO ¡Aaaggg!”



No sirvió de mucho mi sumisión porque me volvió a zampar su gordo capullo…, me cogió desprevenida. Poco a poco me la fue metiendo notando como me abría el culo con su oronda tranca, ¡Era demencial! Jamás había tenido algo tan grueso y desproporcionado en mi culo… fue ahondando poco a poco hasta que pude sentir sus dos gordos testículos en mi culo, me ensartó como realmente se debería atravesar a una chica por el culo…



-“¡Ayy noo ya nooagggh!” Luego se quedó quieto…



-“¡¿Te gusta mi amor?!”



-“No cabrón sácala me duele bastante”.



Aun así mi jefe poco a poco se empezó a mover… el dolor se iba diluyendo, transformándose en la sensación más rara que alguna vez haya sentido. Me estaba gustando el calor que sentía por dentro por el rozamiento del gran rabo que me quemaba deliciosamente…. Esto era el colmo de la sumisión, estaba totalmente entregada a mi jefe y me gustaba, horrores. Pronto sentí otro orgasmo dentro de mí…continúo dándome por el culo arreciando sus acometidas, era increíble cómo me gusta ser sodomizada y lo bien adaptado que consiguió estar mi ano a su tronco fálico insaciable.



-“¡Joder Carlos me matassss!”



Me folló durante más de diez minutos ajándome el culo, cuando decidió el muy hijo de puta extraerla de golpe en plena convulsión orgásmica. Mi cabeza deba vueltas no me sostenía ni me ubicaba. Completamente entregada percibí la polla abrirme la vagina, y sin más caló todo el cipote por mi coño. Había cambiado de tercio y ahora me follaba hasta el fondo vaginal… empezó a taladrarme la vagina a cuatro patas como a una vulgar perra. Luego me dio la vuelta y me puso mis piernas en sus hombros, y me la metió de golpe hasta el fondo de mi útero…el mete saca fue tremendo, parecía que se iba a romper la cama por los movimientos y las ventanas se iban a quebrar por mis gritos (ya no me importaba mi marido que durmiera abajo en el sofá) ¡Qué bestia de hombre por Dios!



-“Me voy a correr ya Lorena…”



-“Sí Carlos lléname ¡Ojalá me pudieras PREÑAR, cabrón! Estoy en mis días fértiles y mi esposo es un borracho inútil impotente…” Dije indignada con todo el alborozo del deseo de ser madre de nuevo como bien teníamos planeado hoy mi esposo y yo.



-“No te preocupes preciosa, quizás no te vaya a embarazar… pero con la cantidad de leche que tengo preparada solo para ti en mis huevos, quién sabe si alguno de mis bichitos se escapa para PREÑARTE”.



Los dos empezamos a movernos más rápido que nunca, no sé si por inconsciencia mi cuerpo necesitaba de una regada de esperma fértil… de pronto mi jefe empezó a correrse dentro de mí. Notaba inundarse mi coño de lefa a medida que el semental soltaba chorro tras chorro de leche espesa en mi fondo uterino. Me lleno toda la vagina de esperma, y al sentir su calor me empecé a correr por tercera vez en la noche… los sentía como surtidores rápidos, profundos, muy calientes se expelían a cada convulsión del Señor Cebrián… ya solo me quedaba someterme a los eventos de la naturaleza…



-“Así es, vamos PRÉNAME cabrón ¡LLÉNAME de leche y Hazme la panza más gorda del mundo!”



Y seguía evacuando una cantidad ingente de semen dentro de mi matriz siendo eyaculados caños sin tregua… sin duda el Señor Cebrián me había mentido en cuanto a su fertilidad, porque notaba que aquel esperma me estaba fecundando como quedaría demostrado unas semanas después. Nunca había sentido tanta cantidad de lefa dentro de mí ¡Qué polvazo por Dios! La dejó clavada unos segundos obturando con su gordo tallo la boca de mi coño para no dejar salir una sola gota de semen. Luego nos quedamos abrazados y extenuados, y poco a poco volvió la conciencia sopesando mi error… ¡¿Y ahora qué sigue?! Mi jefe la desenterró y un reguero de semen con flujo salió de mi vagina conservando su calor…



-“¡Ahora sí que ya estás preñada, cariño! Si eso era lo que buscabas…lo has conseguido”, me besó en la frente y se fue. Yo me quedé sola tirada sobre la cama con la sensación de culpa…como dicen por ahí, después del gusto viene el disgusto, porque no pensé que Don Carlos me mintiese. Mi marido nunca me llena así.



No es difícil adivinar lo que pasó. No quería ni mirar a Carlos en los días siguientes… a las 3 semanas estaba confirmado que tenía atraso menstrual. Mi esposo se puso contento, yo también, pero en el fondo solo Yo sabía la verdad de mi nueva preñez y quien era el PADRE… ¡¡Mi jefe me preñó!! Pese a su afirmación de esterilidad. Por eso Carlos cada vez que me ve en la oficina con mis vestidos de maternidad (con mis 5 meses y medio de embarazo), desea frotar mi vientre, pero no me dejo… aun así me habla con doble sentido…



-“¡Ojala se parezca a su padre! ¡Qué suerte tiene el hombre que te preñó…!”



No lo quiero ni ver, pero es inevitable… LA VERDAD ES QUE MI JEFE ME PREÑÓ, y él sospecha que me hizo la panza… ¡Jamás se sabrá la verdad! Por dignidad soy la primera convencida que mis tres hijos son de Mauricio…, por cierto será un niño y para cerrar el círculo hemos acordado llamarle como nuestro señor… Yeshúa. Bien mirado había completado el portal de Belén con mi Yosef, Myriam y Yeshúa (José, María y Jesús). Aquella mañana no iría al trabajo porque me tocaba revisión en el ginecólogo, me volvía loca buscando la carpeta de los informes médicos cuando descubrí una carpeta de mi esposo que se reseñaba como “Confidencial”, lo abrí y resultaba ser un informe de fertilidad cuyo titular era esposo sobre… “Esterilidad masculina por trauma testicular contuso cerrado” Continué leyendo quedándome patidifusa ante la información que leía. Estaba realizado del 15 Mayo de 2011, un mes antes de prometernos y hacía referencia al accidente de moto de Mauricio y sus consecuencias traumáticas…



Paciente de 25 años de edad, soltero, mensajero en moto. Atendido en Unidad Médico Legal Laboral con historia de riesgo de trabajo en fecha 01/11/2011 por accidente en motocicleta en horas laborales, con trauma compresivo de testículos contra el tanque de la motocicleta al introducirse accidentalmente en una alcantarilla. Atendido en el Instituto Nacional de Seguros (INS) describiéndose desde el 01/11/2011 “dolor a la palpación del epidídimo”, el 02/11/2011 con testículo izquierdo aumentado de tamaño y ambos testículos dolorosos. El 16/11/2011 se le diagnosticó epididimitisbilateral de predominio izquierdo y distal. El 17/11/2013 se le diagnosticó epididimitis crónica por lo cual fue operado el 12/02/2011, posteriormente se le efectuó nuevo ultrasonido que es descrito el 27/11/2011 como testículos deforma, tamaño y posición y eco estructura conservada, no hay evidencia de tejido epididimario del lado izquierdo por antecedente quirúrgico, engrosamiento de túnica albugínea izquierda y quiste simple en dicho testículo, en la cabeza del epidídimo derecho un espermatocele de 3.6 mm de diámetro. Tiene estado anterior del 09/12/2011 de orquiepididimitis traumática izquierda y para el 27/11/2011 se anota testículos normales con epidídimo izquierdo en franca regresión.



Es valorado en la Unidad Médico Legal Laboral del Departamento de Medicina Legal, refiriendo el paciente dolor en el testículo izquierdo cuando lo comprime o al caminar, ha notado menor volumen de semen y éste de coloración transparente. Negó antecedentes de orquitis, patología genital o de transmisión sexual, así como de trauma genital previo. Evita los embarazos con métodos anticonceptivos. Al examen físico se encontraron ambos testículos en bolsa escrotal de volumen anormal, con pequeña masa redondeada de aproximadamente 0.3 cm de diámetro en el polo superior de testículo izquierdo. Características sexuales secundarias conservadas. Se solicitaron dos espermogramas que mostraron oligospermia (de 1.000 y 8.000 espermatozoides/ml de los varios millones en el caso normal y necesario para engendrar), se estableció una relación de causa efecto con el evento traumático, el porcentaje de incapacidad permanente fue de 99’99% pues asoció además de esterilidad una espondilolisis traumática con espondilolistesis grado I con protrusióndiscal L5-S1.



Todo esto quería decir que Mauricio es prácticamente estéril y él lo sabe desde antes de casarnos…, me sentía indignada por dos razones… Me ocultó su incapacidad de engendrar y en segundo lugar el conocimiento, por su parte, de mi infidelidad continuada para con él. Debo reconocer el gran amor hacia mí, dado que afronta mis embarazos con estoicismo… Sabe que no son suyos, pero ese 0.01%, tal vez le permite soportar mis desmanes de infidelidad para reconocer como suyos mis hijos…. Ese día debió ver que sus documentos médicos habían sido revueltos por mí… y por tanto ya sabía toda la verdad sobre su esterilidad…. Ese mismo fin de semana en el desayuno me comentó directamente que un médico en Madrid le dijo que no había nada que hacer porque en verdad era un 100% estéril, él se puso muy mal yo también se rompía nuestro sueño de pareja feliz… yo te iba a proponer la adopción nada más casarnos, lo dejé pasar unos meses a fin de armarme de valor, me dijo. Pero a los cinco meses de estar casados quedaste preñada de nuestro primer hijo, sin más lo acepté como a ese posible hijo adoptado. Yo le dije que lo amaba y no era mi intención hacerle daño, pero también deseaba ser madre y tener varios hijos.



Mauricio y yo nos llevamos muy bien, ya tengo 30 años siendo madre de dos hijos preciosos, y un tercero de camino… uno de cada padre y ninguno es de mi esposo, pese a ello nos amamos, nunca peleamos solo ahora estamos teniendo un poco de problemas al verse descubierto por mí en su impotencia de engendrar y aceptar como un calzonazos mantener a los hijos de otros después de haberse follado y preñado a su esposa. Sin embargo su buen talante y enorme corazón hace me arrepienta de haberle puesto los cuernos y le adore mucho más que cuando me casé con ÉL, porque como me dice…  “PADRE” no es el que engendra si no el que lo Cría y educa, yo estoy de acuerdo con mi esposo en ese punto… Mauricio está muy ilusionado con sus dos hijos y con la niña que en breve llegará. La semana pasada cambio mi vehículo por un monovolumen más grande para tener más espacio con él bebe… ES UN CORNUDO MARAVILLOSO



FIN



Este es mi correo...  trovo_decimo@hotmail.com  por si deseas contactar conmigo, sugerirme o contarme alguna de tus fantasias que leeré encantado. ¡Muchas gracias!


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