Como les contaba, mi novio es un chico muy creyente, con altos valores cristianos y morales, de mente muy inocente, limpida casi, ya que asi le han enseñado a ser de niño... El asunto es que él es un amor conmigo, tierno, romantico y dulce, todo el tiempo se preocupa de mi, me compra pequeños regalos y es realmente atento, es casi un principe soñado (por lo romantico, digo)
Pero aunque el romanticismo esta bien (muy bien) llega un momento en el que queremos algo mas que lindos peluches, frases cariñosas y abrazos, aunque las mujeres lo neguemos, en el fondo siempre queremos ese instante en que la pasion se desata y que el cuerpo sustituye a la mente, dejando que el deseo sea la unica guia de nuestro comportamiento.
Yo pienso que no estoy tan mal fisicamente, mido 1.73, soy morena, de pelo negro largo y sedoso, tengo senos grandes, suaves y pesados, caderas redondas y labios rojos y carnosos, piernas largas sin vellos (casi no me depilo). Bueno, Javier es un buen muchacho, pero yo quiero que suceda algo mas... no puedo soportarlo y no de caliente sino que es mi cuerpo quien me lo exige.
Pero el otro dia me sucedio algo. Estaba con Javier en la plaza, el dia era hermoso y muy soleado, el verdor de los arboles y el azul del cielo creaba una hermosa combinacion.Yo andaba con una falda que me llegaba a la rodilla, sin casi nada abajo. Mientras conversabamos el de pronto me miro fijamente y me dijo.
- Tienes bonitas piernas.
- Gracias -le conteste.
Y bruscamente empezo a besarme con desesperacion, yo muy contenta le segui. Mientras sus labios me besaban decidi hacer lo que siempre intento, le meti delicadamente mi lengua en su boca y sorpresivamente el me introdujo la suya, empezando asi una deliciosa danza. Yo disfrutaba como loca y parece que el tambien. De pronto senti que el me recorria la pantorrilla de mi pierna izquierda, subiendo dulcemente hacia arriba, empezando a palparme la parte interna de los muslos. Como les decia andaba con una tanga minima y ya sentia como me humedecia y me dio un poco de verguenza que el me tocara pero rapidamente deje ese pensamiento de lado. El me acariciaba los muslos y como que titubeaba si acaso subiria un poco mas su mano. Yo en ese instante lo unico que queria era que me hiciera el amor, pero estabamos en una plaza publica, el tenia que irse a su trabajo, yo a mis estudios y el tiempo se nos acababa.
- Si quieres puedes tocarme, no me enojo- le dije
- Es que hay gente, mira como esos niños nos miran
- Pues que aprendan, algun dia ellos estaran en la misma situacion.
Creo que mis palabras le infundieron valor, ya que timidamente subio sus dedos y me acaricio por encima de la tanga.
Sigue, sigue, pensaba. Mientras tanto yo no perdia mi tiempo, le tocaba su fuerte pecho, y le besaba su cuello, sintiendo que escalofrios lo recorrian entero. Paró, me miro fijamente a los ojos y me pregunto
- Te gustaria que te acariciara ahi...?
- Mmmmmmmmmmm
- ¿Que?
- Mmmmmmm - no podia decir otra cosa.
- Ya....
E hizo lo que yo queria, me metio los dedos en mi vagina y acaricio lentamente, com mucha suavidad, aquella parte tan sensible...
- Que mojada estas, ¿te gusta?
- Siiiiiiiiiiiiiii
Como que miro al lado y vio su reloj... ¡las cuatro! era hora de irse ya. Me dejo de tocar y olio sus dedos
- Que rico, yo pensaba que era de otra forma
- Mmmm, si, mas o menos.
Yo estaba muy ofuscada, ya que estabamos en lo mejor, y el tenia que irse obligatoriamente.
Me preguntó que cuando nos veriamos de nuevo y yo aproveche de invitarlo al teatro a ver una obra que sé que desea hace tiempo ver, asi que no se negó.
- Nos veremos entonces?
- Sí
- Hasta mañana Javier
- Chao Noe- me besó ligeramente.
Y se alejo de mi y lo observe hasta que se perdio en la calle...
- Hasta mañana, repeti para mi misma.