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Categoría: Confesiones

Dándo placer a Dulce

Conocí a Dulce desde niña, éramos casi de la misma edad, yo le llevaba unos dos años a lo sumo, su mamá vivía en la finca y los fines de semana llegaba, lavaba ropa los sábados y los domingos llegaba a planchar, Con Dulce y mu prima Gladys jugabamos , ella tenía 8 años. Una noche llamó mi tía Carolina a mi madre, y estuvieron hablando mucho tiempo, se notaba a mi mamá preocupada, y al día siguiente sacó la camioneta muy temprano, y una hora después regresó con Dulce y con su madre, yo estaba en el estudio buscando en un libro información, y al oir abrir el portón me acerqué a la ventana y desde arriba pude ver cuando bajó primero, la madre de dulce siempre hermosa, llamaba la atención por su porte y cuerpazo, y según dicen que fué mi tío Victor,(ya fallecido)el que la desvirgó y le voló huevo como tres años hasta su muerte trágica, luego bajó Dulce, ya tenía 14 años, muy bonita por cierto y su cuerpo frágil pero muy bién formadito, de piernas torneadas, y culito parado. Enntraron a la sala y con la curiosidad bajé por las escaleras traseras que dan a la entrada de una habitación que se usa para guardr blancos, y allí podía escuchar la conversación. El asunto era que dos días atrás Dulce había salido a hacer unas compras y en el camino fué interceptada por tres tipos, dos la sujetaron y un tercero que era un pretendiente rechazado procedió a arrancarle la ropa y la violó, pero afortunadamente mi tía venía por el camino y los tipos huyeron entre el monte. Momentos después mi madre llevó a Dulce donde una ginecóloga, y al regresar le comentó a la madre que efectivamente hubo rasgadura de himen, pero no había rastro de semen ya que no le dió tiempo a eyacular. Mi madre le dijo que lo que había hablado con mi tía, era que durante un tiempo se quedara en la ciudad, que ella le daría trabajo y por las tardes podía asistir a un centro educativo cerca de la casa para terminar sus estudios, y así evitar otra situación con el tipo, que ya con el propósito cumplido buscara hacerla su conviviente. Pasaron los meses y yo le ayudaba a Dulce con algunas materias, nos daban las doce de la noche estudiando, y la relación fué más estrecha, ya bromeabamos y siempre esquivando la presencia de las personas de la casa para evitar comentarios. Mi madre tenía que salir a la finca y cono sería el cumpleaños de Dulce me recomendó llevarla a comprarle unas cosas y otros regalitos, ya que mi madre la adoraba pensando que talvéz podía ser hija de su hermano fallecido, cosa que después supo que no al confrontar la fecha de nacimiento. Esa tarde la lleve a efectuar sus compras, yo le recomendé faldas, pantalones, vestidos, zapatos etc., pero cuando llegamos al departamento de lencería, no escogía nada por verguenza de que yo viera que iba a comprar más cuando le dije que la ropa y accesorios que había adquirido antes tenía que ser aprobado, ella salía del vestidor y yo le daba el OK.y que lo mismo sería en ese depto., inocentemente me dijo que la acompañara me quedé en un pequeño vestíbulo y salió con un barssiere de media copa, le dije que estaba estupendo, pero mis ojos no dejaban de ver esos pechos redondos y duros, ella lo notó, se puso roja y siguió comprando. Luego cuando salió yo tenía en mis manos dos bikinis y dos tangas y le dije que se llevara esas prendas que de seguro le iban a quedar bién. Esa fué la primera vez que tuvimos más confianza, en otra oportunidad me dijo que quería conocer el aereopuerto, la llevé y de últino la llevé a un mirador a la orillas de la ciudad y desde allí apreciaba el aterrizaje y despegue de las naves, hacía frío pasé mi brazo sobre sus hombros y se pegó a mi pecho, levanté su rostro y la besé, ella temblaba, y la fuí guiando, primero le pedí que me metiera la lengua y empezé a chuparsela suavecito, y chupé sus labios, luego ella hacía lo mismo que yo, pasaron unos dos meses con ese tipo de caricias, luego ya le besaba el cuello, mordiscos en sus orejas, ella siempre inmitando todo. Fué su clausura de tercero básico y la acompañé a sus actos, luego la llevé a cenar, como no había gente en casa la lleve al cine, en la sala deslizé mi brazo en su hombro y bajé la mano para ponerla sobre su chiche, levanto su vista para protestar, pero como respuesta le dí un beso, y mi mano seguía masajeando su pecho, desabroché dos botones con mis dedos y la mano entró bajo su sostén, lo levanté para dejar libre el pecho y con los dedos sobijeaba sus pezones que se pusieron duros, luego me incliné para chuparselos ella gemía de placer. después de ese día las caricias se iban incrementando, le besaba los dos pechos y se los chupaba y ella me besaba el torso y los hombros, le acariciaba las piernas y se las besaba, hasta que llegó el dia que besando sus piernas me dí cuenta de su pequeña tanga y con los dedos aparte la orilla y le metí la lengua en la panocha y empezé a lamerle el clítoris, y un dedo se fué deslizando en su abertura, al llegar al lugar donde estuvo su himen sentí su estrechéz, y ella se corrió hacia atrás y me dijo que le dolía,seguí chupando su clítoris hasta que empezó a gemir y ahogando sollozos de placer en mi hombro me dijo que sentía escalofríos de y como toques eléctricos en su espalda y su vientre, pegó su panocha a mi cara y un ahhaahahh, y quedó inmovil, estabamos con la luz apagada, saqué un poco de mi verga por el zipper, a modo que por la posición que estaba salió sólo el glande, la tomé de la cabeza y la acerque a mi pija y le pedí que mamara, se metió la cabeza a la boca y empezó a chupar, la tome y la apreté a mí y salió disparada la leche en su boca, desde ese día ya se quitaba la ropa interior, y yo le ponía en su panocha la verga, y se la frotaba a lo largo de su raja desde el culo hasta el clítoris, y le metía la cabeza hasta donde sentía lo estrechito de la entrada de su canal, y así como fueron pasando los días, la cabeza ya entraba en su vagina, y sentía lo apretado y estrecho, previamente ya la había hecho venirse un par de veces y ya cuado metía la cabeza en su vagina ella como protegiendo que no se la metiera apretaba con sus paredes y me hacía sentir un gozo enorme, ya metía y sacaba la cabeza y ese rozé me hacía eyacular, y le llenaba las piernas de semen. Una noche en el estudio, la senté sobre el escritorio, le empezé a mamar su panocha hasta venirse, ya le había metido dos dedos en la vagina, y le acerqué la pija,le dije que despacito se la iba ir metiendo hasta donde aguantara,ella me dijo que no porque el día que la rompieron, sintió un dolor inmenso y un punzaso, y que la pija del tipo era pequeña y que si no aguantó el puyon de esa, menos con la verga enorme que yo tenía, la convencí poco a poco, y empezé a meterle la pija, ella con las piernas cerradas por el temor, metía el glande y lo sacaba, su pusa segregaba más líquidos, logré meterle unas tres pulgadas, ella me aprisionó con sus paredes para impedir entrar más, apretaba y aflojaba, y eso le fué produciendo más placer, abrió más sus piernas, aflojó el cuerpo yo besé su boca y chupaba sus pechos el pene por inercia iba resbalando despacio, ya estaba adentro más de la mitad, depacio empezé a sacar y a meter, ella empezó seguir mi ritmo, y al cabo de unos minutos, estaba totalmente adentro, no sacaba mucho, ya su pusa estaba dilatada, y super mojada, ella se movía como loca, suspiraba, y gemía buscaba mi boca, ya entraba y salía todo, no aguantaba las ganas de acabar, hacía el esfuerzo por no hacerlo, no pude más y solté mi leche llenandola, ella me dijo que que había pasado le dije que la había llenado de leche, me dijo que había sentido la explosión que la inundó y que la había calentado más, sólo se oía el choc choc choc de mi pija en su cuca, la pija se haía puesto un poco flacida, pero con sus contracciones que apretaban y aflojaban la pija se puso de nuevo dura y empezó la batalla salvaje del mete y saca, ella aferrada a mi cuello, mis manos en sus nalgas sus piernas aprisionando mi cintura y luego el grito de placer, y mi verga desembocando leche en sus fondo, nos quedamos inmoviles por largo rato, sudorosos, y nuestras lenguas entorchadas, ese había sido el principio de cogidas salvajes, encendí la lampara y con una luz tenue empezamos a besarnos de nuevo, la pija aún metida y empezó de nuevo a crecer, empezamos de nuevo con un ritmo candencioso, hasta que de nuevo nos embestimos con fuerza, sentí sus espasmos, y su furia de movimientos, hasta correrse de nuevo, yo estaba por venirme pero ella no aguantaba ya el ardor por tanto roze, me dijo que le diera leche en la boca, yo tenía planificado romperle el culo, le dije que nos íbams a duchar y que luego le daba leche, saqué mi pija tieza de su vagina llena de semen, liquidos y vaya sorpresita, con mucha sangre en el tronco. Después de la ducha la llevé a mi habitación le dilaté el culo con los dedos y gel, y muy despacito,. y con toda la Paciendia del mundo le penetre su culito, apretadito y delicioso, hasta correrme, derramando hasta la última gota que me quedaba, se quedó dormida, aprecié su cuerpo hermoso, finito cada cosita en su lugar, su bellos finos cubriendo su panochita, su anito rojito y super dilatado, de donde salían unos hilitos de semen, que un poco de papel iba retirando, el olor especial de su vagina me puso nuevamente cachondo, y empezé a lamer nuevamente su conchita, se despertó con una sonrisita dulce, se dió vuelta y en un super 69 de nuevo llegamos al cielo.
Datos del Relato
  • Categoría: Confesiones
  • Media: 6.94
  • Votos: 35
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1 comentarios. Página 1 de 1
lobo_calientee27
lobo_calientee27 15-02-2014 03:49:15

magnifico relatoooo muy muy bueno

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