Dana, espero que te acuerdes como fue, ya que yo no lo olvido.
Me encantaría reflejarlo correctamente, pero se que al recordarlo lo volverás a disfrutar, como es día. Dana y yo somos amigos desde algunos años antes, pero el destino nos movió de lugar, a los años nos volvimos a encontrar, pero ahora con mayor experiencia en la vida, con ratos dulces y ratos amargos, sin embargo felices de volver a saber de cada quien.
Esa madurez nos permitió ser más abiertos y platicar lo que sentíamos el uno por el otro, y nos envolvimos en platicas de nuestra vida el camino fue largo, pero por fin me diste un beso y callaste mis palabras, recibí tu regalo y disfrute la humedad de tus labios, y me permití regresar ese gesto con otro beso apasionado en el cual nos fundimos, toque tu cabellera sedosa, el corazón se aceleraba cada momento más. No olvido como venias vestida, un pantalón de mezclilla como dices tu metido con calzador, una blusa blanca con vivos dorados, me dio gusto ver de nuevo en ti esa luz que te caracteriza, la actitud de ganadora.
El beso se hacia cada ves más profundo y nuestros cuerpos se acercaron, la respiración reflejaba el aumento en la pasión, el calor de mi cuerpo y la cercanía me alteraron, comencé a besar tu cuello, el placer se reflejaba en tu linda cara, tocaba tus senos endurecidos por la excitación, es un espectáculo maravilloso el verte, comenzamos una suave danza la cual el ritmo fue dictado por nuestros corazones.
Los segundos fueron minutos pero el gozo era extremo. Comencé acariciando tu hermoso cuerpo, nuestras manos daban mas pasión al momento, los dedos fueron tocándote y comenzaron a desabrochar tu blusa, el sostén era de un color rosa, y de textura de encaje, no pude evitarlo y quite de su lugar mientras mi lengua comenzaba a tocar los pezones, quienes comenzaron a crecer y endurecerse más, eran duros y la excitación comenzó a verse reflejada en pequeños gemidos que escapaban de tu boca, la lengua siguió su camino y desabroche el pantalón para encontrarme con una pequeñísima tanga del color de tu sostén, el cual escondía una hermosa cueva, que se encontraba finamente delineada por un pequeño camino de bellos, no pude aguantar mas y comencé a besarte, tus labios respondían y empezaron abrirse, la humedad de tu interior me demostraba que nos encontrábamos excitados y gozando el momento, tus manos acariciaron mi cabeza y me pedías que siguiera, que el placer se encontraba teniendo respuesta, la lengua encontró el camino y continuo hasta recibir ese pequeño baño caliente y tu cuerpo se estremecía.
Pudiste terminar y cuando el placer te lo permitió, me paraste, y besaste comenzando a desabrochar mi camisa, acercabas tus senos a mi cuerpo mientras desataste el cinturón yo soltaste mi pantalón, yo te esperaba impaciente, con un movimiento rápido lo sacaste, inmediatamente terminó de ponerse duro y erecto, tus suaves manos, comenzaron acariciándolo, y tu boquita se lo acercó, le diste un beso muy tímido, la lengua empezó a recorrer la punta, tocabas, y besabas con una delicadeza que me ponían cada ves más excitado, los labios comenzaron introduciendo la puntita y me dabas un placer que me ponía fuera de esa habitación, te sentía como movías los labios, mi miembro se metía poco a poco en tu boca y los movimientos se hacían más rápidos y sentía mas excitación, después de unos bellos minutos pude terminar, mi baño salía de ti, me pusiste a mil. Sin mucho pensarlo nos acercamos cuerpo a cuerpo, entonces nuestros sexos encontraron su camino, empezando tu sobre mi, al encontrar el movimiento rítmico que nos proporcionaba placer pude tocar tus senos maravillosos, y en esa posición te podía observar, ver reflejada esa belleza que te caracteriza,, pude tonarte las bien formada nalguitas, tu cuerpo lo cubría unas pequeñas gotas de sudor, los movimientos se fueron haciendo cada momento más rápidos, tus gemidos me excitaron cada momento mas, no podíamos mantenernos en silencia, te pedía que siguiéramos gozando mientras tu me pedías que siguiera que no parara que tu orgasmo estaba apunto de llegar, en eso lo sentí, nuestros líquidos se mezclaron y suspiraste te dejaste caer sobre mi y nos abrazamos.
Pasados los minutos nos recuperamos y nos metimos a bañar, las caricias sobre tu cuerpo me permitieron acercarme a tu espalda y besarla, el agua empezó a ser un pequeño impedimento que rápidamente lo solucionaste y pude seguir besando tu espalda, y me acerque, pude entrar, un pequeño gemido de placer escapo de tu boca, empezamos a hacerlo nuevamente y te besaba la espalda y acariciaba lentamente tu cuello pero la excitación me llenaba nuevamente y empecé a moverme más rápido, el sentir como tu cuerpo atrapaba mi espada me excitó de tal manera que termine nuevamente y tu te encontrabas sobre la pared mientras yo me seguía moviendo, te volteaste y me besaste.
Nos terminamos de bañar y nos vestimos para poder ir a la cita de negocios que teníamos planeado, la cual fue una alegría muy pequeña comparad con todo el placer que me diste.
Al día de hoy traigo en mi mente el suave olor de tu cuerpo, la rica humedad de tu cuevita, la delicadez de tus labios y le placer que me diste. Si pudiera repetir ese bello momento lo haría con mucho gusto, pero eso pasará nuevamente cuando tu lo quieras.
Dana gracias por todo.
Juan Francisco
Me encanta la forma como describes todo, lo haces con un amor profundo, sin morbosidad. El sexo debe ser así apasionado y simple no como los otros relatos que se desbordan en groseria y porquería. Te felicito.