El miércoles, después de pasar el fin de semana con Natalia, me reuní con Cynthia y con Valeria, y me comentaron que Natalia ya no iba a reunirse con nosotros, porque temía volver a tener una relación conmigo y no pensaba ni le convenía una ruptura con su novio por mi condición de casado. Cynthia sólo podía pasar una tarde conmigo, por lo que lo convenimos para el sábado siguiente. Nos reunimos al rededor de las dos de la tarde para almorzar en un exclusivo restaurante de la zona viva de la capital de Guatemala. Cuando llegó al lugar iba sencillamente fabulosa, guapísima, su pelo negro liso suelto, agarrado al frente con un listón blanco, en forma de diadema, su vestido rojo, ceñido a su cintura, las nalgas paradas y sus senos bién marcados, medianos y erguidos, y sus lindas pantorillas, blancas y torneadas, los hombres se voltearon a observarla. Al rededor de las tres y media de la tarde, nos fuimos a un apartamento. Fueron besos apasionados, con deseo, la desvestí completamente y ella a mí, se fué directo s mamar el pene, no cabía duda que estaba extasiada con él desde la primera vez que lo vió, su cuca estaba rasurada del todo, sus labios vaginales gruesesitos y su clítoris grande, que no tardé mucho en devorarlo con mis labios y lengua, para luego llegar a su tan deseado orgasmo, la coloqué de perrito y empeze a envestirla despacio, pues era estrecha, era su décima relación y tercera conmigo, era fabuloso tener esa mujer de cuerpo lindo, y bién formado, la tenía al tope se quejaba de un leve dolorcito que fué desapareciendo mientas la culiaba con todo, hasta venirnos los dos en un sobrerbio orgasmo, la inundé de leche, mi pene seguía firme y seguí bombeando, luego ella se sentó sobre mi, se la clavó de un sólo y jineteaba con ahínco, con deseo de ser cogida con todo, por mi tronco escurría el semen del polvo anterior, le dió con fuerza, y se volvió a venir, la puse de lado frente a mi, y besando sus deliciosos pezones, subí su pierna sobre mi cintura y se la metí al tope, le daba y le daba, y no había señales de eyacular, pero el pene seguía durísomo, ella estaba fascinada por el roze fácil de mi verga con su clítoris, se arqueó hacia atras, empujo su pelvis a mi y apretó su vagina se estaba viniendo, eso me puso super y le dejé ir los disparos de semen en su interior.

Nos recostamos un rato y nos dormimos. Cynthia tenía menos dificultad de penetración, aunque si muy estrecha de su canal vaginal, a pesar de que con el novio lo había hecho 7 veces, pero cabe destacar que a diferencia de Natalia el pene de su novio era normal de 14 cms. y que, si no llegaba al grosor mío si era regular. Una hora después estabamos otra vez el el jolgorio,su panochita linda, estaba ya de nuevo super mojada, rojita, su sabor agridulce, la penetré sentada ella de espaldas a mi, mis manos se apoyaban en sus senos que masajeaba a placer, besaba su cuello, y totalmente empalada empezó a gemir de placer, se pegaba a mi y se levantaba sacandosela a veces y tenía que volversela a meter, hasta que se vino en un gran orgasmo, se sacó la pija de su conchita, y empezó a metersla por el ano, a ella le encantó desde la primera vez que le desvirgué su culito, lentamente y lubricada ya la tenía al tope, mis dedos jugaban con su clítoris ella gemía y sollozaba pidiendome que se la metiera todo en su ano, casi al mismo tiempo acabamos los dos, bañados en sudor y jadiando de placer.

Con Cynthia seguimos viéndono por mucho tiempo después, incluso después de casada, tuvimos una relación de unos cinco años, ella no podía tener hijos, con el tiempo se fueron a vibie a un depto. al oriente de Guatemala, y yo no supe de ella.