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Categoría: Confesiones

Cuidado con lo que pides.

Con este relato no quiero ofender a nadie, a los que les quede el saco que se lo ponga.
Quizás muchos hombres le piden a sus mujeres que se acuesten con otros hombres (No a dormir) y realmente no saben lo que quieren, tanto chingan que cuando llega la hora, ya no quieren.
Pues a mi me sucedió una cosa parecida. No se de donde saco la idea mi,marido de que me dejara coger por otros hombres, el me decia que era tanto lo que me amaba que queria verme feliz.
-Y si tanto me amas porque quieres que coja con otros? No te entiendo.
-Por eso porque te amo, quiero verte feliz gozando con otro.
-Es eso amor? Pues yo no quiero verte coger con otra vieja, te quiero para mi solita y no compartirte con otra lagartona, eso yo le llamo amor..
-Eso se llama egotismo.
-Ah! Ya entiendo, por eso quieres que yo ande con otro. Tu quieres hacer lo mismo? Mira ya deja de molestarme, si quieres tu coger con otra hazlo, pero yo ni lo pienses.
Y así muy molesta di por terminada la platica y por unos dias no dijo nada, pero un dia me llego conuna caja de regalo, al abrirla, me fije en lo que era, mucha ropa interior, pero no de la que yo normalmente uso, no, eran tanguitas, otras era de abertura en la raja, medias a medio muslo, brasieres que no tenian nada en la punta, ligueros, en fi todo lo de una puta (Con perdon).
-Y esto?
-Es para que te lo pongas.
-Sigues con lo mismo. Cuando vas a entender que no, nunca lo haré.
-Que te cuesta ponertelo, total nadie va darse cuenta que traes puesto eso.
-Pero negro? Que estamos de luto?.
-Te lo pones y te llevo a cenar a un buen restaurant.
-Mira escuchame, por esta ves te complacere, pero en cuanto regresemos no mas lo volvere hacer. De acuerdo?
Y me fui a la regadera, me puse la lenceria que el me habia comprado y ya puesta me vi en el espejo y como que me gusto usarlo, total nadie mas que el y yo nos dariamos cuenta y me puse un vestido corto, que el también me habia comprado que nunca lo habia usado y nos fuimos.
Cuando llegamos al restaurant, era una parte alta y la otra baja y nos dieron una de la parte alta, yo al ver donde me sentaria los de la parte baja podian verme las piernas y por mas que insisti en sentarme en otra silla mi esposo me dijo que en esa, yo no muy contenta lo complaci y sentia las miradas de los hombres, por mas que trataba de cerrar mis piernas, aun asi les mostraba gran parte y mi liguero y creo que hasta mi tanga, yo voltee y vi ami marido con una cara molesta y el muy cabron se sonreia, me puse mi toallita para cubrirme pero yo sabia que era inutil y deje de pelear conmigo misma, total si quieren verme que me vean, cuando terminamos de comer, el se acerco mas y metio su mano debajo y me acariciaba, yo la retrire con coraje, pero el seguia insistiendo y por mas que le decia que no el seguia y fue tanto mi coraje.
-Sabes Que? Ya me canse asi que nos vamos.
Y en lo esperábamos que nos trajeran la cuenta el volvio hacer lo mismo.
-Esta bien. Quieres que me vean? Pues te daré gusto.
Y abri las piernas pero no tanto para no armar un escándalo pero si lo suficiente para que los hombres que estaban enfrente de nuestra mesa me vieran. Y que hizo el? Me dijo que las cerrara y le urgia al mesero que nos trajera la cuenta, la trajo y nos salimos y a la salida el entro a orinar y yo me quede esperandolo y en eso se me acerco uno que me habia visto.
-Perdon Sra por mi atrevimiento, pero le tenia que decir, tiene unas piernas preciosas.
Mi vanidad me hizo sonreir y le di las gracias.
-Aqi tiene mi numero de telefono me gustaria un dia invitarla a salir.
Le di las gracias y yo pense que se quedaria con las ganas de que le llamara, regreso Martin y nos fuimos.
En cuanto llegamos a la casa, me tiro en el sofa y me hisomi tanga a un lado y me metio su verga yo aun no me calentaba cuando solto su chorro y me quede con ganass de disfrutar y conociendolo yo sabia que eso seria todo y me quede caliente.
-Eso es todo? Tanto me acariciabas para esto?.
Y encabronada me fui a lavar y me acoste. Por dos semanas no volvio tocar el tema ni de los hombres y ni de la ropa y yo como que me desilusione porque en realidad me gusto lo que me dijo el hombre, despues de todo como mujer me gusta oir piropos de otros hombres.
Paso casi un mes y de neuvo me invito a salir y easta ves sin que me deijera nada me puse lo que el queria, de inmediato note su disgusto, yo le diej que me llevara al mismo restaurante, yo tenia la esperanza de volver a ver a mi admirador y cuando llegamos, tuve la suerte de que el estaba ahi y le dije al mesero que nos diera la misma mesa ya que estaba vacia, nos sentamos y los dos al cruzar nuestras miradas nos sonreimos y Martin noto de como me miraba.
-Te fijaste en el hombre de la corbata de rayitas? No deja de mirarte.
-Mira por favor no insistas. Como te lo digo?
-Siquiera por una ves complaceme.
-Como.
Y en eso se acerco el mesero con dos copas.
-De parte del caballero.
Y apunto con la mirada hacia el.
Continuara.
Datos del Relato
  • Autor: querendona
  • Código: 24726
  • Fecha: 15-10-2011
  • Categoría: Confesiones
  • Media: 3.55
  • Votos: 20
  • Envios: 0
  • Lecturas: 5363
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