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Después de los últimos acontecimientos, estuve prácticamente dos semanas en dique seco. Solo hablaba con Sofi, ya que su padre seguía en el hospital y con mi madre. Era época de exámenes y era el momento de darlo todo. Prácticamente estaba todo el día en la uni o en su biblioteca, que en época de exámenes no cerraba en toda la noche. Por lo que me iba temprano y llegaba a casa a dormir lo justito y asearme.
El día que termine todos los exámenes, después de hablar con Sofi, me metí en la cama decidido a dormir hasta que me despertara, si era un día entero, pues que fuese un día entero. Desconecte teléfono para que nadie me molestara, eran las tres de la tarde. Me tumbe y no recuerdo más.
En un momento dado me parece oír el timbre, veo que hay luz y pienso que me acabo de dormir, pensando que es la vecina, paso de abrir y vuelvo a cerrar los ojos. Pero el timbre suena persistentemente, me empiezo a enfadar, pero decido no abrir, cuando oigo porrazos fuertes en la puerta.
Lo que hace que me levante de muy mal humor, como duermo desnudo, me puse el primer pantalón que pille y fui a abrir la puerta. Ni mire por la mirilla, abrí de muy mal humor, dispuesto a decir de todo a quien oso despertarme. Cuando veo a mi madre.
-¡MAMA!
-Parece que has visto un fantasma. Dame un beso por lo menos y ¿Por qué cambiaste la cerradura?
-¿Qué hora es?
-Las doce y diez.
-Pues he dormido más de 20 horas. Pero todavía no es navidad.
-¿Te molesta que haya venido? O… ¿Te he pillado… en compañía?
-Qué cosas tienes mama, tu no molestas y la única compañía la almohada.
-Ya, ya.
-Bueno antes de que me des la charla, deja que me dé una ducha.
Estando en la ducha me puse a pensar que algo pasaba para que mi madre adelantara el viaje. Me vino a la cabeza y no se el motivo, que venía a decirme que se divorciaba de mi padre. La verdad que tampoco me extrañaba. Mi madre era como mi tía, con un poco más de peso, más pecho, no sé si por ser madre. Pero me daba la impresión que igual de marchosa. Mi padre era un tío majo pero siempre iba a lo suyo, con esto no quiero decir que fuera mal padre, todo lo contrario, pero demasiado pasota.
Así que estaba ya preparado, me hacía gracia saber cómo me lo contaría, las vueltas que daría a las cosas. Pero no la dejaría pensar, la haría “sufrir” un poquito.
Cuando salí, me tenía preparado uno de sus desayunos. Mientras desayunaba notaba como su mirada estaba fija en mí…
-Bueno mama, cuando dejes de escrutarme con tu mirada, me cuentas lo que has venido a decirme.
-Siempre igual, directo. Déjame a mi ritmo.
-Vaaaaale. Siéntate no estés de pie, te será más fácil, te noto tensa.
-La culpa es tuya, nada más que tuya.
-Lo único que faltaba. O me dices lo que sea ahora o más tarde seré yo el que no quiera escuchar. Venga que no te interrumpiré hasta que no acabes de decir lo que sea y tampoco me reiré.
-Lo único que faltaba que te rieras. Vale como quieres que sea directa… ¿Te has acostado con alguna de mis amigas?
-¡MAMA! Has recorrido más de 400 km. Para preguntarme esa tontería. ¿De dónde lo has sacado?
-Pues rumores que había en el barrio. Y estando con varias amigas les conté el sofoco que tenía por esos comentarios y vi a Esther que se puso, roja, blanca, amarilla… No me lo podía creer-
-Mama ya sabes que Esther es medio monja se escandalizaría de oírte.
-Espera que hay más. Me estuvo evitando y cuando la pille le pregunte. No me quiso ni contestar, no hizo falta. ¿Y ahora te pregunto a ti, te has acostado con Esther o con alguna amiga mía?
-No, no y no. (Mentí como un bellaco, para no disgustarla)
-No sé si creerte.
-Mama, solo tengo relaciones con Sofi. Soy un chico de 18 años de lo más normal. Sabes que no bebo, no fumo, no consumo drogas. Soy deportista… Más de una madre quisiera un hijo así. Ah, se me olvidaba, aunque este mal decirlo soy buen estudiante. ¿Qué más quieres?
-Tienes razón. (Dándome un beso y un abrazo)
Nos fuimos a la calle, ya que según ella el frigorífico no tenía casi nada, decía que estaba temblando. Que estos días comería bien. Lo que me hizo darme cuenta que se me acabo follar en casa mientras ella estuviera. Veníamos cargados con bolsas, más bien venia cargado con bolsas. Cuando nos encontramos con Eva, se vieron se abrazaron, hablaban las dos a la vez, no sé cómo podían entenderse, el caso que nos paramos en una cafetería cercana a tomar un café.
Yo me limitaba a escuchar no paraban de hablar. Entre las cosas que se contaron, me dejo perplejo oír a Eva decirle a mi madre que llevaba sin ver a su marido 14 meses y que hasta el verano no vendría una semana. Al final me aburrí le dije a mi madre que subía las bolsas. Una vez que lo hice me cambie y decidí irme al gimnasio, ya que mi madre dijo que haría ella la comida.
Pase de nuevo por la cafetería dejando las llaves a mi madre, hasta que hiciera una copia, dejándolas a ellas dos solas con sus historias.
Después de bastantes días sin gym, lo note. A las dos salí cansado y en dirección a casa, me recuperaría rápido con una de las comidas de mi madre. Llegue y me fui directamente a ducharme y cambiarme. Cuando sali del baño, estaba ya la mesa preparada. Nos pusimos a comer.
-¿Mama sabes que pensé con tanto misterio?
-Viniendo de ti cualquier disparate. Jajaja, cuenta.
-Que os divorciabais.
-¿Y eso? (Dijo con cara sorprendida)
-Porque no pegáis, os quiero mucho pero no pegáis. Papa muy “parado” y tu… distinta.
-Como distinta.
-Pues eso distinta. Jajaja, que te debe pasar como a la vecina. Mucho lerele pero poco larala. Jajaja.
-Ya lo aprenderás, el sexo no lo es todo en el matrimonio.
-Si me dieran dinero cada vez que he oído eso, seria millonario.
-Ah, ya hice copia de las llaves antes de subir, hice otra copia para Eva, por si algún día pierdes las tuyas, ella tendrá unas.
-Mama, eso lo tendría que haber decidido yo.
-Ya está. ¿Esta tarde que piensas hacer?
-Había quedado con unos amigos, pero no lo he cambiado, porque imagino que iras a ver a tu hermana.
-Está en Valencia, ya hable ayer con ella, regresan esta noche o mañana por la mañana.
-Pues aviso a mis amigos y quedo otro día.
-No, vete tranquilo que yo estoy cansada de conducir y además te limpio todo este desastre que tienes.
-Lo que tú quieras pero la habitación de estudio, no toques ni un papel, ni borres nada de la pizarra. Que dentro de todo ese desorden, esta mi orden.
Me marche y sobre las 9 de la noche llegue a casa. Mi madre estaba sentada con la tele encendida y con cara de pocos amigos.
-Hola mama. ¿Pasa algo?
-No nada. Ha avenido tu vecina y su hija para preguntar por Sofi y su padre. Has tenido suerte parecen muy simpáticas.
-Si lo son y el marido también. Pero ahora, que te conozco bien… ¿Qué te pasa?
-Nada, aparte de que mi hijo me ha mentido… no me pasa nada.
-Otra vez… déjalo ya ni opino, ya se te pasara.
Me fui a mi habitación y cuando llegue me quede blanco como el papel. Encima de mi cama estaba todo, todo… consolador, vibrador, dos arneses, esposas, ligaduras, antifaces… todo lo que os imaginéis. Eso si la casa y mi habitación en concreto estaban limpísimas y ordenadas.
Sali nuevamente al salón, sentándome frente a mi madre, que tenía la cara desencajada.
-Venga dime todo lo que tengas que decir.
-Lo peor que me has mentido. Y lo intuía.
-Quería evitar esto, que te disgustaras.
-Además aquí también me han comentado cosas y eso que no llevo ni un día.
-Mama, no vivas de lo que diga la gente, lo pasaras muy mal.
-He pensado que lo mismo es que eres adicto al sexo.
-Venga mama, que me guste algo no quiere decir que se adicto al sexo. Por esa regla de tres, una mujer que no tiene sexo o prácticamente no lo tiene tendría que ser frígida. Y yo a ti no te veo frígida.
-Pero Carlos, que disparate acabas de decir.
-Mama que tú con papa foll… bueno que no hacéis el amor hace mil años. Y si me dices lo contrario la que mientes ahora serias tú.
-Pero hijo, son mucho mayores que tú. Eso no es normal.
-Mama me gustan así. ¿Te puedo hacer una pregunta? Pero si me dices si me contestaras la verdad.
-Sí, házmela.
-¿Nunca has visto a un jovencito, donde sea, en vivo en la televisión… y has dicho para ti, quien lo pillara?
-Si (poniéndose colorada), pero una cosa es pensarlo y otra…
-Pues a mí lo mismo, la única diferencia que si se me presenta la ocasión, no la desperdicio.
-Como sé que no lo puedo evitar, que no te pille ningún marido. Y por lo que más quieras que no se entere tu padre.
-Vale, mama. ¿Algo más?
-Si cuando te pregunte algo relacionado con esto, no me vuelvas a mentir, aunque me duela o me enfade.
-De acuerdo te lo prometo. Pero para que no me hagas continuamente el “tercer grado”, cada vez que me preguntes algo de mi intimidad yo te hare otra pregunta a ti. ¿Ok?
Vale. (Contesto después de pensarlo bastante)
Preparamos la mesa, mientras lo hacíamos y llevábamos a la mesa la cena, notaba a mi madre pensativa. Acabada casi la cena, no pudo aguantarse más mi madre.
-¿Con Eva has tenido algo?
-NO. ¿Cuánto hace que no se lleva una alegría tu cuerpo?
-Eso no vale, la mía ha sido más sencilla.
-No es obligatorio que contestes, pero ni una pregunta más.
-Es que aunque quiera no te puedo contestar. Ya perdí la cuenta.
-Pero más o menos, no hace falta la fecha exacta.
-Más de un año. (Dijo poniéndose nerviosa)
Se levantó, me dio las buenas noches y se fue a dormir. Yo me quede sonriéndome, porque sabía que se pensaría mucho hacerme la próxima pregunta. Al día siguiente, a mitad de la mañana nos dispusimos para ir a casa de la tía, me dijo que llevara yo el coche. La verdad que tenía ya el carnet de conducir pero poca práctica. Lo llevaba con cuidado y me dijo que aprendiera bien a llevarlo, porque mi padre y ella habían decidió que me lo quedara yo. Que ella se volvería en tren. Mi alegría fue muy grande.
Cuando llegue a la portón toque el claxon y me abrieron, cuando estaba metiendo el coche, vi que había mucha gente, comentándole a mi madre que eso parecía un hotel, siempre con gente, mi madre se rio y me dijo que siempre habían sido así.
Salva se me volvió a acercar, me saludo cordialmente diciéndome que cuando se fuera mi madre, nos podíamos ver un día. Yo le dije que sin problemas. Pero me acerque a Mónica y la dije que me apetecía follármela, ella me dijo que a ellos también, que el fin de semana era buen momento. A lo que la conteste que si mañana a las cuatro quieres, TU sola, te haría una visita en tu casa. Es que ya sabes que el a esas horas está trabajando. Por eso te lo he dicho. Sonriendo me dijo que buena idea, pero que nada de decírselo a su marido. Yo la dije que no se preocupara que por mí no se enteraría.
Mi tía también estuvo bastante pendiente de mí toda la noche. Mi madre no quitaba ojo de las mujeres que había. Siendo tarde ya decidimos irnos y ella se quedó hablando con su hermana mientras yo daba la vuelta al coche. No dijo nada en el camino de vuelta, cosa que me extraño.
Una vez en casa me cambie y fui a darla las buenas noches. Ella estaba con un camisón corto.
-Siéntate un momento.
-Estoy cansado porque no lo dejamos para mañana.
-¿Te has acostado con alguna mujer de las que había en casa de tu tía?
-Mama, ahora no puedes pasarte todo el día así. Pero SI.
-¿Con quién?
-Primero, me toca preguntar a mí y segundo no puedes hacer una pregunta generalizada. Y mi pregunta es… aunque dices que el sexo no es importante ¿Tienes muchas ganas de follar normalmente?
-Alguna vez, sí.
-Vámonos ya a dormir.
-La última… ¿Te has acostado con mi hermana?
-Si (La conteste después de pensármelo)
-Como habéis podido, como…
-Mama, eso te pasa por preguntar, pero si te sirve de consuelo, fui yo el que provoco todo, no tu hermana. Ella estaba tan necesitada como tú, la pille en un momento débil y paso. Si me gusto, me encanto, notar como vibraba entre mis brazos, notar como…
-CARLOS POR FAVOR, CALLA, NO SIGAS….
-Buenas noches mama. (La di un beso y me marche a dormir)
A las ocho de la mañana oía trastear a mi madre, no me apetecía levantarme. Porque seguro que ya tenía preparada una batería de preguntas o algún sermón. Oí el timbre del portero automático, me pareció raro que alguien llamara tan temprano, eran el nueve menos cuarto. Timbre de la puerta, oigo que abren y las voces muy bajitas. Quien fuera estaba en la cocina con mi madre. Me levante y me quede en la puerta del pasillo y desde allí podía oír. Era mi tía.
-Mira Lucia, no he pegado ojo en toda la noche, me pensaba callar, pero no puedo, no puedo. TU, CON MI HIJO, es tu sobrino, es un niño. Como has podido, no lo entiendo… (Así se tiro como 10 minutos o más, a Lucia no se la oía)
Es que te estoy hablando y estas pasando de mí.
-Isa, no paso de ti. Sabes que te quiero un montón. Pero por favor no me hables tú de moral. Si hubieras estado en mi situación te lo hubieras tirado igual. No es ningún niño, espabila, es un hombre y si lo ves desnudo… la tiene más grande y gorda que el Sr. Paco, porque… ¿te acordaras del Sr. Paco verdad?
-Eso fue hace mucho tiempo ya, casi ni lo recuerdo.
-JA, Si lo estábamos poniendo cachondo todo el día. Y bien que te gustaba comerle la polla y como me enseñaste a mí a hacerle…
-Vale, vale.
-Tú sabes el tiempo que llevaba yo sin nada y me encuentro a un hombre joven, porque es un hombre, con un pollón descomunal, que creí que me había desvirgado otra vez, con eso te digo todo.
-VALE, NO ME CUENTES MAS.
-A ti también te hace falta.
-Lo único que me faltaba, con mi hijo.
-No estaría mal, pero no quería decir eso, pero una noche podíamos ir a un club que yo conozco discreto. Es de intercambios, causaríamos furor tu yo, nadie se enteraría.
-No me tientes. Que no. No me líes.
Aparecí como si me hubiera acabado de despertar. Me hice el sorprendido al ver a mi tía. Ellas cambiaron de tema lógicamente. Hasta que mi tía puso en un compromiso a mi madre.
TIA-Carlos tu madre es un muermo. La he invitado mañana noche a una cena de chicas y dice que no.
YO-Mama, no sé qué piensas en Madrid no salís, aprovecha la oportunidad. A mí me viene mejor, porque si tu sales yo también saldré, si no me quedare contigo.
MAMA-Es que no sé, además no me he traído ropa para salir una noche.
YO-Pon otra excusa que esa no cuela.
TIA-Te puedo dejar yo ropa o nos vamos a comprar cualquier cosa.
MAMA-Bueno, pero si no me encuentro bien con la “compañía” nos volvemos, que lo mismo alguna amiga tuya no me gusta. (Se lo dijo clavándole la mirada a mi tía)
Mi madre que estaba sin arreglar se fue al baño a vestirse. Cuando oímos la ducha, empezó a hablar mi tía.
-He estado hablando con tu madre de…
-Lo he oído todo, no hace falta que me lo cuentes.
-Jajaja, que listo que eres. Se me ha ocurrido que…
-Lo mismo que hice contigo.
-Jajaja, que cabron eres, no me dejas acabar nada de lo que quiero decir. ¿Pues qué te parece?
-Me parece bien, pero…
-Conozco bien a tu madre, ella me enseño todo, yo solo se lo recordare. O ha cambiado mucho o te sorprenderás. Esto es como montar en bicicleta que no se olvida.
-Tengo curiosidad ¿Quién era el Sr. Paco ese?
-Era un amigo de nuestro padre. Que venía mucho por casa. Era un sobón, pero estaba muy bien. Cuando podía nos sentaba en sus piernas y al rato notábamos todo el bulto. Tu madre se la chupaba y luego me enseñaron a mí. Se aprovechaba y hasta muy poquito antes de casarse tu madre. Luego regreso a Argentina, que era de allí. Ya te contare con más detalle otro día.
-¿Pero se la follo?
-Yo no lo vi, pero yo creo que sí. Mira hoy saldré de dudas ya te lo diré.
Salió mi madre y nos fuimos ellas de compras y yo al gym. Antes de despedirnos quedamos en el Corte Ingles para comer a las 3, como había quedado a las 4, dije que si fuera a las dos que si podía más tarde imposible. Por lo que quedamos a las dos. La casa de ellos quedaba cerca y así no iría recién comido.
Nada más llegar al restaurante, que lo hice un cuarto de hora antes, las vi hablando en una mesa. Tenían varias bolsas con ellas. Pedimos la comida y llamo mi padre, como allí se oía mal, mi madre se fue a otro lado. Había mucha gente en las mesas cercanas y mi tía me conto.
-Lo del Sr. Paco yo tenía razón, hizo parte de la obra.
-¿Qué parte? (Pregunte tratando de entender a qué se refería)
-La puerta trasera que la hizo un poco, pero que no termino de hacerla. Y así se quedó y así sigue. La puerta de delante que una vez que la hizo quien tú sabes, si se la hizo antes de irse a su tierra.
Llego mi madre y me dijo que tenía que llamar a mi padre para darle las gracias. La conteste que le llame tres veces. Pero estaba ocupado. Termine de comer, nos quedamos un poco de tertulia y a las tres y media me marche.
Llegue a casa de Mónica y me abrió la puerta, sin asomarse. Una vez que entre me gire porque ella quedaba detrás de la puerta. Iba con braguitas pequeñas, sujetador en la misma línea y liguero, todo negro transparente.
-Guaaau, que recibimiento.
-Llevo todo el día muy perra, peeeeerra.
Nos estuvimos besando y tocándonos, sin prisas, no hay nada como unos buenos preliminares. Cada vez estaba más cachonda. No lo podía disimular. Cuando la tocaba por su coñito, me agarraba la mano y la apretaba contra él.
-Vamos a la cama y me haces todo lo que quieras. (Queriéndose meter en otra habitación)
-Vamos a tu cama, me gusta más.
-No, que quedara el olor y se dará cuenta.
-Harás lo que yo diga, te follare en tu cama. Llamaras al cornudo de tu marido para que oiga como te follo.
-Sí que eres retorcido. Pero no sé.
-Calla y vamos. (Agarrándola y llevándola a su cama)
Se quedó solo con el liguero el resto ya no lo tenía. La estaba comiendo por todos los lados. Mi lengua la estaba recorriendo por todos los poros de su piel, no dejaba nada sin lamer. Ella decía que conseguiría hacerla correr sin tocarla. Ahora me puse a lamerla por cerca de sus labios vaginales, eso hacía que se retorciera. Era el momento.
-Llama al cornudo y pon el sin manos.
-Déjalo vamos a lo nuestro, olvídate.
-Hazlo o me voy, tu misma.
-Qué hijo de puta que eres.
-Me lo dicen mucho. Pero sé que te pone cachonda el que te obligue y en el momento que coja la llamada mi lengua ira directa a tu coño. (No hizo falta más, marco el número y dejo el teléfono en un lado)
SALVA-Dígame.
MONICA-Hola cornudo estoy desnuda en la cama…
SALVA-Por favor salgan un momento del despacho, que es una llamada urgente, gracias. Que puta que eres, ¿Ya te estas pajeando? ¿Ya estas con tus jueguecitos?
MONICA-Hoy no, uuhhhmmmmm, como me están comiendo el coño, uuufffffff, que barbaridad. Esto es comerlo no lo que haces tú.
SALVA-No hay nadie como tú para ponerme cachondo. Me encanta esa imaginación morbosa que tienes. ¿Y CUANTOS TE ESTAN FOLLANDO?
MONICA-Que gilipollas que eres, te digo que me están haciendo una comida de coño increíble, en poco me vas a oír correrme como una puta. Aaayyyy, aaayyyy, que malita estoy….
SALVA-Sigue así que me estas poniendo como un burro.
MONICA-mejor como un ciervo, porque los cuernos hoy te crecerán más. Cuando Carlos me meta el pollón que tiene en el coño, en el culo, por donde quiera. Sin condón, me llenara de leche calentita. AAAAHHHHHHHH AAAAHHHHHHHH AAAAHHHHHHHH ¡¡ME COOOOOOORRRRRROOOOOO!!
SALVA-Si, si córrete so puta. Córrete.
MONICA-¡¡FOLLAME AHORA!! No esperes que me arde todo…. -¡¡FOLLAME!!
SALVA-Si ahora te follare.
MONICA-Carlos quiero que me folle Carlos que no te enteras.
Se colocó a cuatro patas. Se la metí sin ningún problema…
MONICA-Joder, joder, Jooooder… que gusto, no pares, sigue, que me tienes otra vez a punto.
YO-Salva tu mujer cada día más puta. Que viciosa. (Se quedó mudo)
MONICA-Si tu puta viciosa. CORNUDO, donde quieres que se corra para luego lamerme.
SALVA-En tu coño. PUTONA. Me acabo de correr.
YO-Te la dejare bien follada no te preocupes.
SALVA-En un rato estaré ahí, no te laves. Acabo la reunión y voy.
MONICA-No te preocupes aquí estaré para que me comas. (Colgó el teléfono)
La estaba follando bien fuerte, cuando se oye el timbre con insistencia. Ella cuando yo entre puso el cierre de seguridad. Se puso una bata y salió a abrir. Era una de sus hijas con dos amigas. Oí como la decía que estaba en el baño, que ahora salía. Volvió a la habitación, (yo oí a la hija meterse con las amigas en su habitación), ella con un dedo me dijo que silencio, yo estaba prácticamente vestido ya.
Ella me dijo en bajito que hacía. Puso el pestillo en la puerta de su habitación y nos metimos en el baño de su habitación. Me senté en el wáter y ella se la clavo sin pensárselo. Cabalgaba de una manera frenética, mientras tres de mis dedos la follaban el culo. Cogió la toalla pequeña del bidet y la mordió, la empecé a mordisquear un pezón, mordiendo toalla y todo que escandalosa. Nos corrimos los dos de una manera espectacular.
-Cabronazo me ha sabido a poco. Quería que me hicieras el culo también, no es lo mismo que con los dedos. Buuufffff
-Otra tarde que lo tengas mejor controlado, me avisas.
Llegue a casa y no había nadie. Mi madre no había llegado. Me quede relajándome. Estaba casi durmiéndome, cuando aparecieron las dos por la puerta. Dije a mi madre que me enseñara lo que había comprado, poniéndome mil excusas para no enseñármelo. Mi tía que estaba detrás de ella me hacía gestos obscenos, que la ropa tenía que ser…
A la mañana siguiente cuando me levante, la casa estaba en silencio, me extrañaba porque mi madre es muy madrugadora. Cuando llegue a la cocina me encontré una nota de mi madre, diciéndome que estaba en la peluquería. Tranquilamente me puse a desayunar, cuando me vino a la cabeza lo de la ropa. Mire por todos los sitios, pero no vi nada que me llamara la atención.
Durante la comida y la tarde, note a mi madre totalmente nerviosa. A las nueve de la noche que llego mi tía, yo me despedí de las dos, ni me espere a ver lo que llevaba mi tía debajo del abrigo beige que llevaba. Prefería descubrirlo allí.
Me fui a cenar con un amigo y a las diez de la noche me fui en dirección al local de intercambios de la otra vez. Cuando llegue la mujer de la otra vez me saludo muy cariñosamente y me dejo pasar.
Estaba muy vacío, bueno la parte de la barra que era lo que se veía desde donde yo estaba. De hombres solos, yo hasta el momento era el único. Fueron llegando más gente. Todo parejas y una mujer sola. Al rato llego un hombre solo, me sentí más aliviado, pero me dijo que había quedado con una pareja, que no conocía. Venia de Murcia. Llego una pareja y pregunto algo a la chica que recibía a la gente, paso la cortina de canutillos diciéndole al chico que llego la pareja que esperaba. Se fue con ellos y me di cuenta que rápidamente encajaron.
Por fin llegaron las dos. Cuando las recibieron, se quitaron los abrigos, que dos fieras. De mi tía me lo esperaba, pero de mi madre…
Mi tía presento la relaciones públicas a mi madre. Desde donde yo estaba, tapado con la cortina de canutillos, veía a mi madre cortada, desubicada. Mi tía al contrario que la otra vez, se la veía más suelta, no sé si por estar controlando ella la situación, por no estar mi tío o por ambas. Les sirvieron las copas que pidieron y mi tía aprovecho para ir al servicio de la zona donde estaba yo. Cuando la vi venir, me fui al servicio que era mixto. Una vez entro me beso de una forma distinta a las otras veces.
-Desde que he salido voy cachondísima.
-Lucia ni se te ocurra descubrirme. Bajo ninguna circunstancia.
-Pero si quiere…
-Si yo no digo que sí, ni se te ocurra.
-Vale, vale. Cuando veas que nos metemos a esa zona vete a donde el agujero. Aunque hoy no tendrás problemas, de momento estas solo.
-Y vaya pinta de zorras que traéis.
Me sobo por encima del pantalón y yo metí mi mano por debajo de la falda, no llevaba nada, empapada a más no poder. Y la blusa que llevaba era transparente, que desde lejos no se notaba por la poca luz, pero así cerca se la veían los pezones. A mi madre no se la distinguía bien, se veía una buena minifalda y medias. Con un buen escotazo. Pero poco más se distinguía.
Una vez que se fueron para la zona del cuarto oscuro y para la del agujero, que los dos habitáculos pegados, yo ya estaba mirando por el agujero, se veía el cuarto vacío y el pasillo en penumbra. Oí pasos y murmullos.
-Es un cortazo Lucia, hay mucha luz.
-No te preocupes, no pasa nada.
-Y además desde el pasillo el que pase nos ve, déjalo que me da mucho corte.
-Nadie te vera, o para que crees que esta la puerta. Y tiene cerrojo.
-Estoy tan nerviosa que ni vi la puerta.
-Jajaja, mira que eres tonta, pasa que cierro la puerta. (Entraron y cerraron)
-¿Ahora que se hace? (Lo decía con la voz muy bajita)
-Pues alguien aparecerá, nos tocara con la mano o sacara la polla, para que hagamos lo que queramos. El no vera solo sentirá lo que hagamos.
-¿Hace calor o me lo parece a mí?
-Jajaja, yo tengo mucho “calor” hermanita y no te digo donde.
-Que guarra que eres (Dijo riéndose y en voz bajita)
Cuando vi a mi madre de espaldas al agujero, me decidí a sacar la mano, así no podría verla. Cuando noto mi mano rozándole las piernas, dio un respingo.
-¿Qué te pasa?
-Alguien me está tocando (Esta vez susurraba)
-Disfruta.
-¿Toca bien?
-De momento lo hace suave. Me está tocando los muslos. (Seguía susurrando)
Fui subiendo poco a poco la mano, sin prisa, no quería que se asustara. Ella poco a poco, muy lentamente fue abriendo las piernas. Hasta que llegue arriba. Ella si llevaba braguitas. Fui tocándola por encima de ellas, notaba como se humedecían. Aparte poco a poco las braguitas, aunque me molestaban bastante.
-Uy, hermanita que cambio te está dando la cara, no hace falta que me digas donde ha llegado. Se te está poniendo cara de puta. Maneja bien los deditos.
-Ni te lo imaginas. (Con voz entrecortada)
-Facilítale las cosas, apóyate en mí. (Note como su culito se ponía más en pompa)
Yo no las podía ver pero si oír. La voz de las dos eran morbosamente excitantes. La di unos tironcitos en las bragas. Lo entendió de sobra, en un santi amen, se había quitado las bragas. Ahora si podía follarla bien con mis dedos. Primero la pajee desde atrás el clítoris y luego pasaba a follarla con los dedos. No quería que se corriera por si salía corriendo. Había que excitarla más.
-Coooño, se ha ido.
-Tranquila, ya verás cómo no.
-¿Y porque ha parado en el mejor momento?
-Mira porque, mira lo que asoma. (Era mi polla en su plenitud)
-¡Qué barbaridad! Ni la del Sr. Paco.
-Desde luego que no, esta tiene mejor pinta, se ve más sabrosa.
-Ahora que se supone…
-Hija, no seas cortita, la tocamos, la mamamos y lo que se tercie.
Note como me tocaban, no sabía quién de las dos era, estaban en silencio. Luego note una lengua chupar, para luego metérsela en la boca. Estaba cachondo perdido y más sin saber quién era. Cuando al rato se rompe el silencio…
-Esta riquísima, me estoy poniendo muy cachonda. Si tú no quieres dímelo que sigo. Aunque con esa cara de vicio que tienes…
-Lucia tu estas cachonda desde hace un buen rato, que te conozco.
Note que me acariciaban con timidez, pero poco a poco note firmeza. Hasta que empezaron a mamármela.
-Vamos hasta la garganta hermanita, que veo que has perdido facultades. (Le decía Lucia)
Era mi madre quien la mamaba, la verdad que no tenía que envidiar a nadie, lo hacía magníficamente. No paraba, cada vez se la notaba más suelta. Pero de pronto paro de mamarla, aunque la seguía agarrando con fuerza.
-¿Qué haces Lucia?
-Tocarte, que me pones cachonda como te veo y hacia mucho que no te tocaba.
No dijo nada y volvió a chuparme, se la notaba muy excitada. Si seguía a si me correría y no quería. Me quite del agujero.
-¿Y ahora?
-Tranquila Isa, que ahora veremos. Mira otra vez está ahí.
-¿Para qué se ha puesto un preservativo?
-Pues está claro para que una de nosotras se la meta.
-¿Y cómo?
-Fácil, ponte como antes, cuando te tocaba y encájatela.
-No sé si debo.
-Si no quieres tú me lo follo yo.
Note como alguien se la colocaba en la entrada del coñito, como buscaba que la metiera, estaba un poco estrecho, pero al estar tan mojado, aunque no era el mejor sitio, fui metiéndola.
-Lucia es bestial, como me llena.
-Vamos hermanita muévete que te hacía mucha falta.
-Siiiiiiiiii. Aahhhhhhhhhh
Me da vergüenza pero comete mis tetas.
Mi madre cada vez se movía mas, daba unos culazos que parecía que tiraría el panel del agujero.
-Lucia que me voy, me vooooooy. Aaaahhhhhhhhhh.
-¿Qué tal?
-Que me apetece repetir, pero en un sitio más cómodo. ¿Cómo se hace?
-Hay que invitarlo.
-Eso me da mucho corte, ves tú y hablas con él.
Cuando oí eso, sali de allí, quedándome en la zona de los barrotes que separan el cuarto oscuro. Entro un poco de luz, alguien abrió la puerta era mi tía.
-La has dejado en candela y ya no te digo a mí. ¿Ahora qué hacemos? Tú decides.
-No puede ser, así de sopetón no puede ser.
-Pues algo hay que decirla.
-Dila que estoy con pareja. Que te he dado el teléfono y que quedamos para mañana. En mi casa, allí tengo antifaces, de todo.
-No creo que quiera. Si sale de aquí, en el momento que se enfrié y lo piense, será difícil.
-Probemos y si no otro día aquí, pero preparándolo mejor.
Lucia se fue, mi madre seguía en el mismo cuarto. Por el agujero la vi llegar a donde estaba mi madre.
-Que ha dicho.
-Esta con una chica, está muy bien el chico.
-Vaya putada, por un día que me decido… mierda.
-Tranquila que no son todo malas noticias. Me ha dicho que mañana tiene todo el día libre, incluida la noche. Podíamos invitarlo a tu casa.
-Sí y le digo a Carlos que nos sirva de camarero. ¿Estas tonta o qué?
-Cuando estabas arreglándote esta mañana, Carlos me ha comentado que mañana noche llegaría muy tarde, siempre y cuando tú te quedaras en mi casa o yo en la tuya, que no quería dejarte sola, que si no, no se iría. Encima le haces un favor.
-Todo muy complicado, Lucia.
-Mira le pido el teléfono, que Carlos no va a estar le llamo, que se queda pues le llamo para quedar otro día aquí.
-Lo que tú digas lianta.
Lucia volvió e hizo el paripé de que me pedía el teléfono y todo eso. Yo la dije que se entretuvieran un poco que me iba yo antes, para estar en casa cuando ellas llegaran. Y así lo hicimos.
Cuando llegaron a casa, estaba yo viendo la tele.
YO-¿Qué tal lo pasaron mis dos reinas?
MAMA-No ha estado mal, lo que pasa que vengo cansada, no estoy acostumbrada a salir.
LUCIA-Es cuestión de salir más. ¿No me dijiste esta mañana, que tú mañana noche te ibas a Benidorm?
YO-Depende de mi madre.
MAMA-Por mí no te preocupes, que me quedo viendo la tele.
YO-Mama me vienes a ver, no te pienso dejar sola. Olvídate de eso.
MAMA-NO si tu tía y yo veníamos haciendo planes. ¿Verdad Lucia?
LUCIA-Sí que tiene que aprovecharse estos días. Así que mañana duermo yo aquí con ella.
YO-Pues entonces no se hable más. Todos contentos.
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