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Categoría: Orgías

Cuando se trata de sexo, entre cuatro nos entendemos mejor

Luego de la segunda función a pleno sexo con nuestros amigos, incorporamos unas fuertes y abundantes dosis de café, acompañadas por unas bienvenidas copas de rico coñac. Lo que ayudó a reponer fuerzas, ordenar los espíritus y macerar las sensaciones que la nueva experiencia había instalado en cada uno de nosotros…El fresco de la noche calma se comenzaba a hacer sentir, lo que llevó a encender los leños del imponente hogar que comandaba la visión del amplio living, aportando, además, un reparador bienestar en nuestros cuerpos cercanos a ella…La charla transitaba por variados rumbos circunstanciales, propio de todo recreo obligado. De pronto, el móvil de Liliana anunció, con una inconfundible música de Vivaldi, que alguien andaba en su búsqueda. Al responder, un nombre brotó automáticamente de sus labios:

——— ¡Julieta, qué sorpresa cariño! … Sí estamos en casa ¿por qué?….¡Aaaah, pero creo que no va a poder ser posible!

Tras cartón se levantó, presurosamente, dirigiéndose a una de las habitaciones, mientras nos hacía señas que debía hablar en privado…. Lo que nos llevó a pensar de que se trataba de algo que precisaba de una resolución inmediata….Hasta que Benjamín aportó el dato conducente:

……………. ¡Julieta es nuestra hija…Debe estar necesitando algo!

______¡Los hijos siempre necesitan el auxilio de sus padres!

Agregué yo para descomprimir la situación, a lo que seguidamente lo reafirmamos con risas y anécdotas de nuestras propias experiencias. La charla de Mariel con su hija, parecía merecer más atención de lo que puede presuponer un simple y ligero diálogo, ya que los minutos transcurrían y ella no aparecía en escena. Pero más que imaginar cosas desde el desconocimiento, volví a instalarme mentalmente en el cobijo de nuestra cálida reunión. Así, pasó un tiempo bastante prolongado hasta que, Liliana regresó con esa mirada que precisa ser descargada en relato para descomprimir. Y, dirigiéndose más a su marido, soltó la novedad:

————- Julieta, qué el marido tiene que ir estos días a casa de sus padres en Río Cuarto. Y como no tiene ganas de pasarla con sus suegros, tantos días, le dijo que se lleve al nene y que ella se queda para pasarla con nosotros…

……………Pero…¿No le dijiste que nosotros estamos con visitas? Y qué…

———– Siiiiii…..intenté todo, pero se puso cerrada y me dijo que no le molestaba, que viene igual….Así que no tuve más remedio que contarle…

………… ¡Cómo qué le contaste..!

———- Sí, Benjamín…no tuve alternativa….. ¡Así que llega mañana..!

Ante tal acontecimiento inesperado, Cesar reaccionó de inmediato y tiró la alternativa de que nosotros podíamos marcharnos para no entorpecer la cosa. A lo que Liliana volvió a sorprendernos:

———-De ninguna manera…. Me dijo que si nosotros no nos oponíamos, estaba dispuesta a participar de la novedad, aunque sea de observadora…..Así que le dije que si se animaba…no había ningún inconveniente…..¿Hice mal?

Benjamín, estaba realmente desconcertado. Y yo, conocedora de lo que me había relatado Liliana, respecto a su hija, salté al ruedo para tranquilizar el momento:

­­­­­­­­­­­­_______ Será un placer darle la bienvenida a tu hija….Te aseguro que la pasará muy bien… Además de llevarse un buen recuerdo de la casa de sus padres. Y si es como ustedes, creo que no se van a arrepentir de tenerla en esta experiencia… ¡Esto merece un brindis!

Dadas las cosas, con Liliana nos propusimos, por fin, a cocinar la cena interrumpida por el incomparable sexo, momento que me sirvió para animarla a proponerse estar bien para la llegada de su hija, La vida, caprichosamente, le ofrecía, nuevamente, la oportunidad de concretar un viejo sueño postergado. Y por experiencia personal, esos regalos, jamás deben desaprovecharse.

La cena fue por demás charlada, festejada. Entre buenos sabores, regados por buen vino, fuimos apaciguando los efectos de la reveladora próxima visita y entre chanzas, confesiones de nuestras experiencias y fantasías escondidas de los dueños de casa, que salían liberadas de tanto tiempo en archivo, el clima fue reponiéndose para unirse cómplice a los orígenes propios de la noche y de los cuerpos. Con buen tino, Benjamín activó la cuota de música que faltaba y…. resueltos y contagiados de ese algo más gratificante, le hicimos honor a la danza de los cuerpos….Emparejados, intercambiados y hasta abrazados juntos los cuatro, fuimos imprimiéndole a lo que quedaba de la noche, los condimentos indispensables para alcanzar armonía y disposición ideal….El apareamiento se aproximaba a pasos agigantados…Cesar se había apoderado de la entrega de Liliana. Sus manos no cesaban de hacer el largo y sinuoso recorrido, desde el cuello de ella, siguiendo por su espalda, hasta magnificarse en las redondas y carnosas nalgas, que parecían salirse de madre debajo de la fina tela de su vestido. A la vez que su boca no dejaba de comerse los florecidos labios de la insinuante y seductora anfitriona. Mientras tanto, Benjamín hacía lo propio conmigo. Sus labios parecían desbocados disfrutando de la nueva boca en su vida. Mis pechos endurecidos por los masajes de su plexo provocante y la travesía de sus manos por mi culo, pedían libertad a gritos…Así, entre preavisos y anuncios reiterados, no tardó mucho en que los cuerpos perdieran la vertical escénica….

En un momento dado, unos a otros fuimos despojándonos de nuestras circunstanciales vestimentas hasta quedar desnudos y dispuestos a entregarnos a lo que el deseo y las fantasías acumuladas nos habían condicionado a pleno…..Mi marido, cual arrecho incontrolable, mientras seguía comiendo cómo un hambriento desbocado la boca de Mariel la arrastró hasta el sillón mayor de la sala, volcándola de espaldas sobre los mullidos almohadones para comenzar su tarea de reconocimiento bucal por todo el cuerpo de la más que caliente anfitriona, mientras ella, totalmente liberadas de algún resto de timidez de novata, se aferró al inmenso tronco de Claudio y, atrayéndolo hacia su boca lo obligó a ponerse en 69, encima de ella, para deglutir cada centímetro de la nueva pija que saboreaba su boca….A su vez, Benjamín, ni lerdo ni perezoso ya me había tirado sobre la caliente alfombra, producto del calor del imponente hogar, y procedió a comerme los labios de mi concha, entre la devoción de un hombre caliente y la calentura de tener una hembra desconocida en su vida…. Su lengua endiablada, no dejaba de introducirse entre mi raja inundada de jugos casi volcánicos y el orificio de mi culo que, muy gustoso se entregaba rendido a tal delicada ofrenda. Pero también, sus gruesos dedos se introducían para complementar la dilatación que era inevitable ante tanta dedicación….En tanto, como estábamos en un clásico 69 de estilo, mi boca era agasajada con esa rica pija que me provocaba un deleite especial y único, como así también sus ricas y perfumadas bolas que me cautivaban casi perdidamente. Y eso que en mi vida sexual, muchas pasaron por mis labios lujuriosos. Pero estas, tenían un toque casi mágico. Quería tenerlas dentro de mi boca y chuparlas cual incomparable manjar fuese hecho exclusivamente para mí….. De pronto, se escucha a viva voz el anuncio incontrolable de Mariel: ¡Aaahhhh, si no pares, no pares guacho, sí, siiiiiii, siiiiiiii, comémela toda asíiiiiiiii chiquitoooo, me estoy viniendoooo, me vengo, me vengo corazón, tomá, tomá, tomaaaa! Sus estremecimientos daban cuenta del orgasmo que le había provocado la boca de mi marido, quién a pesar de ello no cesaba en su tarea de buen comensal….Y como si esa corrida fuera un aviso a imitar, mi cuerpo comenzó a temblar progresivamente hasta que, el desprendimiento de mis duendes enardecidos afloraron su salvajismo inevitable. Mi grito fue cual festejo de un cazador en plena selva….Mis caderas se elevaron cómo queriendo despegar de su pertenencia corporal y los chorros que vertieron del interior de mi concha agradecida bañaron el rostro de mi hombre en celos que, al recibir su sorpresivo bautismo de oralidad a pleno, se despachó con una sincera expresión de asombro: “Que lo parió, eso se llama acabar…qué hermosa hembra que sos!

Y sin darnos tregua a tan incomparables momentos, Mariel, entre suplicando y ordenando le dice a mi marido: “Amor, por favor, ahora cógeme, quiero que me metas toda esa verga preciosa que tienes, quiero que me cojas cómo nunca me cogieron, soy toda para vos amor”….A su vez, Benjamín, con su pija bien al palo y rebozante de sangre calient, me abrió las piernas, me las elevó a más no poder y me ensartó de un envión hasta el fondo de mi vagina abierta y deseosa de ese pedazo de escultura que era su pija….Mi quejido de bienvenida fue un agradecimiento explícito a su decisión, mientras sus embates iban en incremento acompasado y delicioso….El sonido de las conchas en plena acción hacían del ambiente un erótico concierto para la ocasión….En pleno desarrollo de las serruchadas de mi macho, noto que su respiración se hacía cada vez más agitada, lo que me indicaba que era el preludio de una buena acabada. No queriendo que ello suceda todavía, me anticipé al desenlace: “Papi, no quiero que acabes todavía, quiero gozarte mucho más y más fuerte, sacala y metémela por el culo….Dale papi, quiero que me garches el orto”. Respetuoso de mi pedido, me la sacó y sin pérdida de tiempo, me puse en cuatro, alcé las caderas con las piernas bien abiertas, de tal modo que mi culo quedara totalmente a su merced y volví a reiterar mi deseo supremo: “Ahora sí papi, clávame toda esa pija en mi orto que está más caliente que nunca….quiero toda tu pija adentro….reventámelo, quiero que me culies toda y me lo llenes de leche corazón…Culiala a tu puta”. Benja, con sus dos manos separó bien mis nalgas y cual maestro manipula su tiza frente al pizarrón, apoyó su cabeza en la abertura de mi ano y empujó con decisión y justeza….Sentir entrar su torneado tronco en la cavidad fue un placer casi glorioso..

Su verga tenía una dureza entre ideal e increíble. Y en cada embate mi culo parecía obedecer el deseo de que se abriera lo más posible para que el goce de ambos fuera sin igual…..Mientras me culiaba cómo aquellos mejores que me habían hecho suspirar con sus ricas pijas, y yo, atendía la necesidad de mi concha a ser considerada con mis dedos consoladores, se escucha un grito casi desgarrador: “Aayyyyyyyyyy, por Diossss….Aaayyyyy Amor me estás rompiendo el culo….Aayyy papito mío qué grande la tenés…..Aaayyy síiiii….Aaaahhhh Amor, me la metiste toda, toda”….Era Mariel, quién también había sido penetrada por el culo por Claudio….Y era entendible el sufrimiento de la señora, la pija de mi marido es más grande y gruesa que la del suyo, y jamás había tenido una verga de ese tamaño en su orto, casi sin ajetreo cómo el mío….Los machos siguieron con su tarea de culiarnos sin prisa, pero también sin pausa….Al cabo de unos minutos, Mariel ya no denostaba sufrimiento alguno, al contrario, su goce era plena felicidad y festejo: “Así, así mi amor, culiame toda….que feliz me haces…nunca tuve una pija tan preciosa y rica como la tuya…culiame, culiame mi vida….quiero ser tu puta siempre….quiero ser esclava de tu pija….Benjamín, mirá cómo me mete toda su pija…Soy feliz…¿Te gusta ver cómo se culia un pijón así a tu esposa?…..Benjamín entre la calentura de la culiada que me estaba pegando y la que le estaban dando a su mujer, había perdido todas sus medidas y composturas: “Sí mi amor, me encanta cómo te está culiando, me encanta verte tan puta y tan arrecha….cométela toda mi vida…y decile que sos muy puta”…….”Siiiií soy muy puta ….me encanta esta pija, la quiero toda para mí…..Culiame toda mi amor….rompeme todo el orto….y llenámelo de leche…quiero toda tu leche calentita porqué soy tuya, tu puta mi amor”….Mariela estaba en su paraíso más deseado…mientras yo, seguía disfrutando de la pija de Benja que ya era un ir y venir sin cesar dentro de mi culo halagado y bien culiado…hasta, que lo inevitable llegó casi al mismo tiempo. Sus gritos del anuncio tan esperado afloraron cómo cierre al unísono del gran concierto….Sus descargas fueron un torrente imparable, por lo menos en el mío….El golpe de la leche de Benjamín en las paredes y cimientes de mi ano, fueron una descarga maravillosa….Mi vientre parecía haberse sumado al gran recibimiento….El empuje de su pija fue un broche de oro como pocos y su caliente leche una bendición para mi cavidad agradecida.

Una vez que ambos sacaron sus vergas de nuestras cavidades…Se me ocurrió una travesura más. Cuando no: “Benja, andá a limpiarle con tu boca el culo a tu mujer y vos Claudio venía a hacer lo mismo con el mío”…..La propuesta era todo un desafío para ambos hombres, pero la calentura de lo vivido pudo más y no pusieron ninguna resistencia a mi pedido….Mi marido, con gran destreza, fue con su lengua y sus labios recogiendo todo el resabio de la leche de Benja que había depositado en mi culo. Y a su vez, Benja hacía exactamente lo mismo en el culo de su mujer….Luego de este, casi ritual post deslechada, ambas mujeres nos comimos la boca de nuestros maridos para terminar de saborear el éxtasis vivido…La felicidad de los anfitriones era plena y no dejaban de exteriorizarla, lo mismo pasaba con nosotros….Luego de cumplir con gran satisfacción el festejos, yo me acurruqué con Benjamín, como agradecimiento pleno a su atención brindada, lo que Mariel repitió gustosa y convencida con el mío. Así estuvimos un largo rato, entre charla, impresiones y descargos gustosos de lo que habíamos logrado conseguir….La situación daba para un gran brindis de celebración, por lo que Benjamín fue hasta la heladera y trajo una transpirada botella de champagne que fue un regocijo para nuestros cuerpos en recuperación merecida.

A partir de allí, los anfitriones habían conseguido despojarse de toda temeridad que no les permitiese expresarse con libertad y soltura espontanea…..Mariel, por ejemplo, le comentaba a su marido lo feliz y satisfecha que la había hecho sentir la pija de mi marido…Qué siempre había fantaseado tener una pija así: “¿Te gustó verme ensartada con la pija de Claudio”…..”Por supuesto amor, además me calentó mucho lo puta que te pusiste con él, jamás te había visto así, me encantó”….”Gracias mi amor, no te das una idea lo feliz que estoy…Gracias a vos también Gloria por haberme dado la oportunidad de que tu marido y vos me hagan sentir cómo jamás me he sentido…Coger con vos y tu marido es lo que mejor me ha pasado en mucho tiempo”…Realmente estaba feliz. Entonces yo, para sacarle un poco de encima el compromiso le respondí: “Me hace feliz que te sientas feliz, a mí me pasó lo mismo contigo y tu marido, los gocé y disfruté con gran placer”…Y, agarrándole la pija a Benjamín acoté: “Y esta pija me encanta, te aseguro que lo que tienes en casa es un placer, eso sí, te aviso que mientras estemos aquí te la voy a gastar a más no poder”….Las risas al unísono resonaron con gran libertad por todo el departamento. Mientras la champagna comenzaba a reanimar nuestros espíritus…..

Entre la charla, la música ambientando el intervalo obligado y los cuerpos desnudos potenciaban la escenografía sexual de la noche, la pija de mi marido había despertado como en sus mejores tiempos….Al notarla tan expectante e inhiesta, Mariel no pudo evitar su sorpresiva expresión: “Guaaauuu, corazón, este precisado pedazo de carne no descansa nunca…qué hermosa se puso nuevamente….Mirá Benjamín, como la tiene”….Benjamín, que desde hacía buen rato que la estaba mirando no se inmutó al responder: “Sí amor, se la estoy viendo…está preciosa…parece un bombón crocante”….Mariel, conocedora por la experiencia anterior vivida por su marido, le replicó sin pérdida de tiempo: “Corazón, si te gusta tanto…¿no te gustaría hacerle unos mimos?…Estás en tu derecho a satisfacer tus deseos…Yo que vos…no la desaprovecharía”….Tras esas palabras, Benjamín se fue a ocupar el lugar de su mujer, y ella, vino a ocupar el lugar de él junto a mí…. Mientras Benjamín comenzó a pajear la pija de mi marido y acariciar sus bolas, yo, sin perder la ocasión, comencé a besar los tiernos labios de Mariel, mientras mis manos acariciaban sus pecho duros y enardecidos, a la vez que ella le daba atención a los míos y luego bajando su mano, comenzó a masajear los labios de mi concha que, obedientes y agradecidas, fue humedeciendo sus labios por la atención recibida….En un momento dado, Benjamín había dejado de pajear a Claudio para pasar a chuparle la pija con una devoción pocas veces vistas….En medio de nuestro entrelazamiento, Mariela me dice, casi al oído: “Está rendido con la pija de tu marido, le pasa lo mismo que a mí…Jamás imaginé que le gustase una pija..Pero me da mucha calentura verlo tan puto y liberado….Tengo ganas que se lo coja de nuevo, ojalá se lo pida”….chNo pasó mucho tiempo…Mientras Mariel comía con una suavidad y entrega mi concha ya empapada por los jugos del deseo, vi a Benjamían ponerse en cuatro, Claudio, sabiendo perfectamente su tarea, escupió sin miramiento el ano de su presa y en una maniobra por demás sabida, enterró su cabeza en el culo frondoso del anfitrión…Un fuerte quejido nos puso en alerta a nosotras. Mariel sacó la cabeza de entre mis piernas, yo giré automáticamente la cabeza y, con una visión privilegiada, vimos como Claudio introducía lentamente su pija en el culo de Benjamín que, lejos de lamentarse daba gemidos de placer y satisfacción….Así le fue metiendo toda la verga, mientras Mariel, abrazada a mí, disfrutaba de la culiada que le estaban dando a su marido, sin dejar de gozar de mis labios en su cuello y mis manos en su concha abierta por mis dedos y la calentura que le provocaba la escena de nuestros hombres…..Con una dedicación plena y de buen visitante, mi marido serruchó armoniosamente el culo de Benjamín, mientras este, colgado a su placer más caro y logrado, expresaba sus sentimientos sin tapujos: “Así, así papito…. Qué hermoso me estás cogiendo….Me encanta tu pija….la desee desde el primer momento que la ví… Sos el primer hombre de mi vida… Me calentás a más no poder…Cogeme todo mi amor, soy tuyo para siempre….Así, así, así…cógeme todo….haceme lo que quieras….Mi culo es tuyo mi amor….todo tuyo….Culiame, culiame, haaay mi macho hermoso….Siiiiiiii, que felicidad tener tu pija adentro…Quiero que nos cojas a mi mujer y a mí cuando quieras…somos tuyos…Aaayyy papi, como te sientoooo”…..Al escuchar todo esto, mis dedos se aceleraron en el interior de la concha de Mariel, mientras con la otra mano sobaba sus pezones endurecidos y comía su boca entregada totalmente….En instantes más lo inevitable llegó… Claudio aceleró sus arremetidas en el culo de su hombre y exclamando su epílogo de deseo, descargó su acabada anunciada en el interior del culo de Benjamín. En tanto, Mariel, a puro grito, dio paso a su orgasmo inclaudicable por el juego de mis dedos y lo que estaba disfrutando de su marido, a la vez que yo hacía lo mismo por la paja que me había dado Mariel. Cuando mi marido sacó su pija del culo, los restos de leche asomaron sin posibilidad de disimular lo pasado….Entonces, yo fui a arrodillarme detrás del culo de Benjamín, todavía abierto por la estancia de la pija de Claudio y procedí a limpiárselo gustoso con mi lengua y mis labios…Mariel, a su vez, se arrodilló cual promesante fiel y limpió la verga de mi marido cómo queriendo comérsela toda….Llegado el momento de la pausa y retomar el conocimiento de la realidad misma, nuestras caricias de plena ternura a los cuerpos y los besos jugosos y necesitados, fueron la firma de reafirmación a todo lo que habíamos vivido hasta entonces…..

Un buen café cargado y caliente, fue la petición masiva para serenar y restablecernos del nuevo episodio que nos tuvo como protagonistas…..En ese restablecer de estrategias y fijarnos la agenda de lo que podría ser el día siguiente salió, inevitablemente, la casi olvidada visita de Julieta….”Uuuhh, cierto…¿Cómo vamos a hacer’” pregunta Benjamín con un gesto de preocupación lógica…….”No se preocupen, yo me ocupo de buscar la forma de introducir a su hija en nuestra aventura…Todo va a salir bien…¿O acaso no me tienen fe?” exclamé yo….La risa aliviadora nos ganó a todos…Y así fue que quedamos en cómo recibiríamos a la inexperta muchacha que llegaría a casa de sus padres para encontrarse con lo desconocido que daba el sexo como experiencia de vida.

Nuestros cuerpos pedían reposo y buscar sosiego aunque sea por unas horas, más allá que pudiésemos corresponder al pedido físico…En eso tuvimos de acuerdo, pero el cumplimiento supuesto se vio sorprendido por la propuesta de Mariel: “Tengo una idea y la pongo a consideración… ¿Qué les parece…Gloria duerme con Benjamín en un dormitorio y yo con Claudio en el otro?”…… Todos estuvimos de acuerdo y así fue…..Las parejas cambiadas en dormitorios separados y la noche, sólo la noche iba a ser testigos de lo que en cada cuarto ocurriría…El relato de lo que sigue será para la próxima edición….¡Hasta entonces!

Datos del Relato
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