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Cuando Raquel conoció a Cristina III

Ya en la habitación, yo me metí directamente en la cama, y Raquel se desnudó y se metió junto a mí, mientras Cristina usando un cojín se tumbó junto a la cama.



Nos quedamos dormidos en seguida, pero sobre las seis de la mañana me desperté con ganas de beber agua y de mear así que…



Así que bajándome de la cama vi a Cristina en el suelo tapada con un edredón y acurrucada.



-Despierta perra, tengo ganas de mear así que vamos.



Dio un repullo, pero al abrir los ojos y ver que era yo, rápidamente se incorporó y se puso a cuatro patas.



-Cristina.-Si Señor ahora mismo.



Se puso a mi altura y nos dirigimos al baño, allí ella directamente se fue al plato de ducha y se puso de rodillas y mirándome. Me quede mirándola un rato, pues estaba la verdad como para follarsela, con su conjunto color chocolate, su collar y su correa, pero ahora solo quería mear.



-Abre la boca perra, si no quieres mancharte, porque no voy a dejar que te limpies hasta que me vuelva a levantar.



Y apuntando a su boca, me orine en ella, la muy zorra no cerraba los ojos y me miraba con cara de perra, mientras se tragaba como si fueran agua mis orines.



-Ufff, perra iba a reventar, ahora me voy a la cama, ve a por agua que tengo sed, y no tengo ganas de bajar.



Pero al darme la vuelta estaba Raquel echada sobre el marco de la puerta, tocándose el coño y con cara de querer fiesta.



-Raquel.-Un momento mi Señor, puedo yo usarla primero me estoy meando y ya que está ahí?



-Vale perra, pero no la entretengas mucho que tengo sed.



-Raquel.-No Señor solo será un momento.



Y poniéndose junto a Cristina le puso el coño en la boca y empezó a mearle, pero como es más difícil que acertara en su boca, se estaba poniendo chorreando.



-Raquel.-Límpiame el coño perra, que no quede ni gota.



-Cristina.-Si mi Señora



Y empezó a comerle el coño a Raquel y esta que estaba caliente como lo perra que es, la agarraba de la cabeza y se la apretaba en su coño, por lo que hasta le costaba respirar.



-Raquel.-Uffff, perra como lo comes, que experta come coños, aggggg, me voy a correr puta, traga, perra traga mi corrida, agggg, parece que me meo más que me corro, que buena es la puta esta Señor, agggg.



-Baja tú (Raquel) a por el agua perra, y deja que se asee Cristina, y vamos a dormir perras.



Raquel se fue a por mi agua y yo me metí nuevamente en la cama, para seguir durmiendo.



A los dos minutos apareció Raquel con el agua, y rápidamente se metió en la cama a mi lado, y a los diez minutos apareció Cristina andando a cuatro patas, y se había cambiado después de ducharse, pues venía con un conjunto entero negro de medias, braga, y sujetador.



-Uhmmm, perra como sabes servir a tus Amos, metete en la cama a mi lado, pero así como estas zorra.



-Cristina.-Gracias Señor.



Y pegando un salto se metió en la cama junto a mí.



-No se os ocurra despertarme mañana, ya lo hare yo solo perras, estoy muy cansado y no tengo prisa por levantarme.



Ambas a la vez contestaron un si Señor, y también se quedaron dormidas al instante, había sido un día muy movido y aprovechado.



A la mañana siguiente me desperté sobre las doce de la mañana, y mirando hacia la ventana vi que hacia un día muy desagradable, estaba lloviendo y hacia aire, así que pensé que hoy iba a ser un día de estar en casa.



Salte de la cama y me fui a la ducha, sin pensar en que estarían haciendo las dos perras.



Sobre las doce y media aparecí por el salón y allí estaban las dos, Raquel sentada en el sillón viendo la tele y a Cristina frente a ella a cuatro patas, y con los pies de Raquel sobre su espalda.



-Buenos días o buenas tardes perras, ya veo que estáis cómodas, por lo menos una de vosotras.



-Raquel.-Buenas tardes Señor, uhmmm, si, la verdad es que estamos cómodas, a que si perrita?



-Cristina.-Si mi Ama, estoy muy cómoda sirviéndole de cojín.



-Y que habéis hecho mientras yo descansaba?



-Raquel.-Jugar y usar a esta puta Señor, me gusta y me encantaría quedármela.



-Cuéntame que has hecho perra?



Me senté a su lado, y Raquel sin cambiar de postura empezó a relatarme, todo lo que aconteció mientras yo dormía?



Esto lo voy a narrar tal y como me lo detallo Raquel.



Raquel.-Pues vera Señor, sobre las diez y media me desperté y me levante con mucho cuidado de no despertarle a Ud., y vi que Cristina no estaba, así que me baje al comedor y al ver que no estaba tampoco, me dirigí a la cocina y allí estaba sentada con una taza de café en la mano, con su uniforme de perra, todo su conjunto negro, y los zapatos de tacón, a la puta esta le gusta andar con ellos.



-Raquel.-Buenos días perra, que coño haces?



-Cristina.-Tomando café mi Ama, no quise despertarlos y me desperté temprano, he arreglado la casa y ahora me estaba tomando un café.



Raquel se acercó a ella y sin decir nada le soltó un bofetón, que le hizo soltar la taza y derramar el poco café que contenía.



-Raquel.-Y quien coño te ha dado permiso para sentarte a tomar café perra, si querías café te lo tomas como debes puta, como lo perra que eres zorra.



-Cristina.-Lo siento Señora, no sabía que sin su presencia también lo tenía que tomar así, pero le pido perdón, no volverá a suceder.



-Raquel.-Bien puta eso espero y ahora prepárame el desayuno, café con leche y si tienes pan y tomate, me preparas una tostada de tomate con aceite perra.



-Cristina.-Si mi Señora, el pan es de hoy, lo deja el panadero todas las mañanas, ahora mismo se lo preparo.



Raquel se fue para el sofá y se sentó, mientras que Cristina le ponía el desayuno, que no tardo más de diez minutos en servirle.



-Cristina.-Donde se lo sirvo Señora?



-Raquel.-Ponlo en esa mesita perra y tu ponte a cuatro patas delante del sillón, que voy a desayunar ahí.



Cristina dejo la bandeja donde le dijo Raquel y poniéndose a cuatro patas como le había indicado, espero a que Raquel se levantara. Se levantó y se sentó en el sillón, y cogiendo la bandeja donde iba su desayuno se la puso sobre la espalda a Cristina. Empezando a desayunar con toda tranquilidad y parsimonia, sin dirigirse ni una vez a Cristina.



Cuando termino de desayunar quito la bandeja de la espalda a Cristina.



-Raquel.-Muy bien perra, levántate coge la bandeja y llévala a la cocina, y sube al dormitorio sin hacer ruido y bájate un conjunto de ropa interior para mí y mis zapatos perra.



Rápidamente Cristina se incorporó y dejando la bandeja sobre la mesa de la cocina se dirigió al dormitorio para bajar lo que Raquel le había pedido.



A los cinco minutos apareció con un conjunto de ropa interior rosa palo, y unas medias beige, pero con costura negra atrás.



-Raquel.-Bien perra, buen gusto tienes, ahora desnúdate y vamos a la ducha, quiero que me laves a conciencia perra, para estar listas cuando se levante nuestro Señor.



Se metieron en el baño de abajo y Raquel se puso de pie delante de Cristina, y esta empezó a enjabonarla y lavarla tal y como le había pedido Raquel.



-Raquel.-Límpiame el coño puta, déjamelo bien limpio.



Cristina llevo sus manos al coño de Raquel, pero esta le soltó otro bofetón.



Raquel.-Mal has empezado el sábado perra, de rodillas, con la boca zorra.



-Cristina.-Lo siento Señora.



Y poniéndose de rodillas se puso a lamer el coño de Raquel.



-Raquel.-Uffff, perra que buena eres comiendo coños, te tendría así todo el día puta, agggggg, sigue no se te ocurra parar aunque te ahogues, agggggg, sigue, me voy a correr en tu cara de zorra, aggggg, me corro perraaaa!!!



-Cristina.-(como podía porque no paraba de lamer y tragar agua), Señora me puedo tocar?, me puedo correr?, por favor Señora lo necesito.



-Raquel.-Ponte de pie perra, que te voy a hacer que te corras como lo que eres una simple y vulgar perra.



Cristina se incorporó como pudo y Raquel una vez que esta ya estaba de pie, salió tal y como estaba de la ducha y cogiendo un cepillo del pelo se volvía a meter, y cogiendo a Cristina del pelo la puso de espaldas y pego sus tetas a la pared, y sin ningún miramiento le metió el mango del cepillo en el coño.



-Raquel.-Pero que puta que eres, tienes el coño chorreando y no es precisamente de agua perra.



-Cristina.-Si mi Señora, estoy ardiendo, agggg, me gustaría correrme, ufffff, me siento humillada, pero feliz muy feliz, Señora, aggggg, ufffff, me puedo correr, por favor lo necesito Señora.



-Raquel.-Si córrete perra, córrete como una puta, que se mete cualquier cosa para satisfacerse.



Cristina.-Agggg, gracias, ufff, me corro, me corro, soy una puta, una zorra, una guarra, soy lo que mi Señora quieraaaa.



Y dejándose caer de rodillas se tiro casi un minuto convulsionando.



Cuando se recuperó, terminaron de ducharse.



-Raquel.-Bien perra, ahora sécame, te secas tu te vistes y te espero en el comedor para que me vistas perra.



-Cristina.-Si mi Señora, ahora mismo y gracias por dejar a esta perra correrse.



Raquel se acercó y le beso, un beso tierno, profundo y largo.



-Raquel.-Este beso es por lo bien que lo has hecho perra, me gustas.



Y sin decir más se dejó secar por Cristina y una vez seca se fue al comedor sin dirigirle una sola palabra a Cristina.



A los quince minutos apareció Cristina en el comedor con la ropa que le iba a poner a Raquel.



-Cristina.-Me permite vestirla Señora?



-Raquel.-Si perra, nunca lo habían hecho antes y quiero ver que se siente.



Raquel se puso de pie para que Cristina le pusiera las bragas, y mientras se las ponía iba acariciando y besando sus piernas, luego se incorporó y le puso el sujetador, besando también cada parte de la piel de Raquel.



-Cristina.-Se quiere sentar mi Señora, para que esta perra le ponga las medias en sus bonitas piernas?



Raquel se sentó y estirando primero una pierna y después la otra, vio como Cristina se las ponía e iba besando cada milímetro de piel antes de que fuese cubierto por las medias. Raquel ya tenía otra vez el coño empapado, pero no quería más, necesitaba un pequeño descanso.



-Raquel.-Uffff, perra, que bien lo haces, me estas poniendo a tono, pero ahora no quiere volver a correrme, y ahora ponme los zapatos.



En esto Cristina se recreó, adoro los zapatos de Raquel así como sus pies.



-Cristina.-Ya está mi Señora.



-Raquel.-Muy bien perra, ahora vuelve a ponerte a cuatro patas para que descanse mis pies.



Y así es como me las encontré cuando baje, y tras escuchar todo lo que había pasado, se me ocurrió una idea.



-Bien perras, vestiros que vamos a comprar, y daros prisa antes de que cierren.



Al cabo de quince minutos bajaron las dos arregladas, Raquel con un traje rojo de una pieza, y Cristina con una falda entallada por encima de la rodilla de color crema y una blusa negra con un escote de infarto.



-Muy bien perras, vais muy guapas, ahora vamos que nos vamos de compras.



-Cristina.-Que coche cojo Señor?



-El grande, perra, me gusta ir cómodo, tú conducirás y Raquel y yo iremos detrás como tus Señores que somos.



-Cristina.-Si Señor ahora mismo lo saco.



A los cinco minutos, ya estábamos en la calle.



-Cristina.-A dónde vamos Señor?



-Al Violón perra a la tienda de uniformes laborales que hay allí, ve directa al parking.



-Cristina.-Si Señor.



-Raquel.-Que vamos a comprar Señor me tiene intrigada



-Pues visto lo servicial que es esta perra, vamos a comprarle un par de uniformes para que se los ponga cuando estemos en su casa o mejor dicho mi casa.



Raquel.-Ufff, como me va a gustar ver a esta perra vestida de sirviente.



Tardamos unos quince minutos en llegar a la tienda.



Una vez en la tienda nos atendió un Señor muy amable, al cual le pedí un par de uniformes de camarera, con cofia y delantal.



-Dependiente.-De que talla los quiere?



-Es para ella (le dije señalando a Cristina), pero necesita un par de ellos.



En ese momento sonó el teléfono de Cristina, y esta me miro como para pedirme permiso, y yo asentí con la cabeza, el dependiente miro extrañado pero no dijo nada.



-Cristina.-Es Manolo. Diga?



-Manolo.-Hola Cris, que haces?, yo estoy en Madrid para coger el AVE, no había nada interesante en la feria y me he venido en avión a Madrid y ahora voy a coger el AVE para Antequera, llego a las cinco me recoges?



Yo estaba pegado a Cristina por lo que oi la conversación, así que le quite el teléfono a Cristina y hable yo con él.



-Hola Manolo, sabes quién soy?



-Manolo.-Si claro que se quién es Ud., Ud., es mi Señor



-Pues me alegro de hablar contigo, ayer y hoy he estado con Cristina.



No le dije nada de Raquel quería que fuese una sorpresa



-Manolo.-Me alegro Señor, ya me dijo ella que lo iba a llamar, y no se preocupe yo cojo un taxi para que me lleve a casa.



-No Manolo no te preocupes iremos a recogerte no tenemos nada mejor que hacer ahora mismo, estamos comprando unos uniformes para tu mujer, y creo que llegaremos con tiempo, pero si no te esperas allí hasta que lleguemos.



-Manolo.-Si Señor así lo haré y gracias.



Sin más le colgué.



-Bueno tiene Ud., aquí uniformes de su talla?



-Dependiente.-Si claro que tengo lo que no sé es si tendré aquí o en el Almacén, pero voy a mirar ahora mismo.



A los dos minutos apareció con tres o cuatro uniformes, negros y un par de ellos grises marengo, todos ellos eran con los filos en blanco y los cuellos también blancos. Automáticamente yo descarte los grises y le dije que se probara los negros.



Cristina los cogió y se dirigió al probador, seguida de Raquel que entro con ella.



-Dependiente.-Los delantales y las cofias son de talla y modelo único,



-Está bien, vamos a ver cómo le quedan



A los cinco minutos aparecieron las dos, Cristina llevaba tres y Raquel uno.



Raquel.-Esta talla es la que nos quedamos.



El dependiente se quedó pensativo como viendo que esa no era su talla o no era el que le pegaba a Cristina, pero se limitó a asentir y volver a entrar en la trastienda para ver si tenía otro de esa misma talla. Volvió enseguida con otro uniforme.



-Dependiente.-Hemos tenido suerte, me quedan un par de ellos más.



-Pues nos llevamos los tres, con tres cofias y tres delantales.



-Dependiente.-Pues en total son 112 euros.



-Paga Cristina y vámonos que ya se nos va haciendo tarde.



Cristina pago y cogiendo los tres uniformes.



Mientras no dirigíamos al parking, Cristina se acercó a mí.



-Cristina.-Señor haría falta acercarnos al Corte Ingles a comprar lencería, pues en estos dos días entre los que me he puesto yo y los que se ha puesto Raquel, no sé si tendré para todo el fin de semana, jejejejeje.



-Bueno perra me parece bien, de todas formas si se tiene que esperar Manolo que se espere, bien vamos a comprar, y de paso lo que hacemos es comer tranquilamente y después nos vamos a por Manolo.



Dejamos los uniformes en el coche y nos fuimos dando un paseo hasta el Corte Ingles, que pillaba cerca y subimos a la planta donde está la ropa interior de mujer.



Una vez allí Raquel miro a ver si estaba la dependienta que siempre nos atiende, pero no estaba, pero si una compañera que nos conocía de vista, sobre todo a Raquel y vio el cielo abierto, pues rápidamente se acercó a Raquel.



-Dependienta.-Buenas tardes Señora, Mónica (que supongo que es como se llama la dependienta que siempre nos atiende) no está, pero si lo desea le puedo atender yo.



-Raquel.-Si está bien, no vengo a comprar nada para mí, es para esta amiga, quiero diez conjuntos de ropa interior de diversos colores, menos beige, y que sean elegantes y finos, como los que yo me llevo, y también queremos diez pares de medias, sobre todo negras con costura atrás, y unas cuantas transparentes con la costura negra.



-Dependienta.-Ahora mismo se los saco para que elijan.



Estuvimos como media hora viendo y eligiendo modelos.



-Dependienta.-Son 725 Euros., como los van abonar en efectivo o con tarjeta?



Cristina fue a sacar su tarjeta pero Raquel se le adelanto.



-Raquel.-Con tarjeta, yo los pago Cristina, después de lo bien que lo estoy pasando me apetece hacerte este regalo.



-Cristina.-Gracias Raquel, pero no tenías porque yo también lo estoy pasando como nunca,



Ambas se sonrieron y Raquel pago.



Cristina cogió todas las bolsas, porque ella sabía muy bien su papel y Raquel no hizo intención de coger ninguna.



-Bueno perras vamos camino del parking y antes de llegar nos metemos en algún sitio a comer.



Eran ya cerca de las tres de la tarde y yo ya tenía hambre.



Nos metimos en un Restaurante que hay cerca del Hotel San Antón a comer. La comida fue muy amena y tranquila, la verdad es que ellas habían hecho muy buenas migas, y se nos pasó una hora y media muy rápida, entre charla y risas, recordando todo lo acontecido hasta ese momento.



Una vez terminado de comer, nos fuimos al parking a recoger el coche y dirigirnos a Antequera a por Manolo.



Entre una cosas y otras cuando salimos del parking eran ya las cuatro y media, por lo que íbamos con el tiempo justo de llegar, pues se tarda entre media hora y cuarenta minutos en llegar a Antequera, y luego unos diez minutos en llegar a la estación del AVE.



Cuando llegamos a la estación, Manolo ya estaba esperando.



Solo me baje yo del coche.



-Hola maricon como estas.



-Manolo.-Muy bien Señor y contento, no esperaba que Ud., se dignara a venir a recogerme.



-Bien perro te tengo una sorpresa tu sube atrás, yo iré delante con Cristina.



-Manolo.-Ahora mismo Señor, meto la maleta en el maletero y me subo.



Yo me subí delante con Cristina y Manolo al abrir la puerta se quedó un poco parado al ver a Raquel.



-Raquel.-A qué esperas maricón, súbete al coche ahora mismo.



-Manolo te presento a Raquel, vuestra dueña cuando yo no este, y a la que tienes que obedecer como lo haces conmigo perro.



-Manolo.-Si Señor, pero me ha pillado de sorpresa.



-Cristina.-Vamos maricón sube ya que se nos va hacer de noche, o te subes o te vas andando.



Este al ver la determinación de su mujer se subió al coche junto a Raquel.



-Raquel.-Vamos a ver perro lo que calzas, la puta de tú mujer y mi Señor me han dicho que vas bien armado, así que quítate los pantalones pero ya perro, pero déjate la chaqueta y la corbata.



Manolo se bajó los pantalones y se los quito como pudo sin quitarse los zapatos.



-Raquel.-Jajajajaja, que maricona, ha visto mi Señor que braguitas lleva? y que pedazo de polla, el muy puto ya está empalmado, y yo tengo el coño chorreando con solo verle la polla.



Raquel se subió su vestido hasta la cintura y quitándose las bragas se las dio a Manolo.



-Raquel.-Chúpalas guarro, lame mis jugos.



Y mientras Manolo lamía hasta con desesperación las bragas de Raquel, esta se subió encima de Manolo y se metió su polla de golpe.



-Raquel.-Agggg, que polla, mi Señor, jamás me habían metido algo tan gordo y grande, y que el muy puto sea maricón, agggg, como la siento mí Señor como la siento, ufffffffff, agggg, me estoy meando, me estoy meando en su polla, aggggg que placer Señor me he meado y ahora me voy a correr.



Todo esto sucedía mientras Cristina conducía.



-Raquel.-Me corroooo, aggggg, me corro, cabron no pares, sigue aggggg, eres más puto que tu mujer, me corro!!! no se te ocurra correrte cabron, y tu puta para donde puedas, solo un momento, pero para.



Cristina, paro en la vía de servicio que hay antes de incorporarse a la autovía para volver a Granada.



Raquel se bajó de la polla de Manolo



-Raquel.-Perra sal del coche y abre la puerta de atrás y espera ahí de pie.



Yo aún no salía de mi asombro de cómo estaba actuando Raquel, pero me gustaba y estaba empalmado, aunque donde estábamos parados no era el mejor sitio, pero bueno la deje actuar, menos mal que por lo menos el todoterreno es muy amplio atrás y se podían mover con facilidad.



-Raquel.-Perro quiero que te corras en la zorra de tu mujer, quiero que le pongas la cara llena de leche maricón, se ha portado muy bien este fin de semana y se lo merece.



Y manolo que tenía que estar a punto, y sin descargar que llevaba ya mucho tiempo, no tardo ni un minuto en correrse.



-Manolo,-Aggggg, me corro Señor, me corro agggggg.



La corrida fue bestial, le puso toda la cara blanca, el pelo, y la blusa, pero Raquel pegándole un empujón a Manolo salió del coche así como estaba con el vestido en la cintura y se puso a lamer a Cristina a limpiarla con la lengua.



-Cristina.-Me puedo correr Señora, estoy que no aguanto, por favor me quiero correr.



-Raquel.-Si perra hazlo, (esto se lo decía entre lengüetazo y lengüetazo), córrete perra.



-Cristina.-Agggg, me corro gracias Señora me corrooo, uffff, agggg.



-Bueno perros, ya está bien, vamos para la casa que tengo ganas de llegar, tú maricón pásate delante, pero sin ponerte los pantalones, me gusta verte con las braguitas, y tu perra (por Cristina), quítate la falda y conduce solo con las bragas, y tu Raquel súbete atrás conmigo, y me la vas chupando mientras llegamos, pero no me quiero correr perra.



Antes de subir mire el asiento, pues como había oído a Raquel decir que se meaba, no me quería sentar encima de los meaos, pero o no se había meado, o lo había hecho encima de Manolo, así que me acomode, me baje un poco los pantalones y me saque la polla, para que Raquel me la fuera chupando.



-Vámonos ya, que es tarde y quiero llegar pronto a casa.



El resto del camino Raquel me la fue chupando y parando para que no me corriera, y sobre las siete estábamos entrando en el Carmen de Manolo y Cristina.



-Para en la puerta y vamos dentro y que el maricón guarde el coche y saque las bolsas.



Entramos los tres en la casa y…



Continuara…



Soy Amo, y me encanta la dominación, sobretodo me gusta tener y someter a parejas, y a quien se quiera iniciar, o conocer este estilo de vida.



Ahora por diversos motivos me encuentro en Lisboa, así que si alguien se quiere poner en contacto conmigo que no dude en hacerlo.


Datos del Relato
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