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Categoría: Dominación

Cuando Raquel conoció a Cristina I

Este relato es la continuación de forma conjunta de Matrimonio roto a matrimonio sumiso y feliz, y el de la Sumisión de Raquel.



Con el paso de los años, entre Ana y yo solo existe amistad, una gran y profunda amistad, pues por su edad ya la había liberado, pero nos vemos todas las semanas para hablar de nuestras cosas como dos buenos amigos, aunque ella aun de vez en cuando usa a Luis para que le de placer.



Pues bien un viernes por la tarde que había quedado con ella para tomar café, en una cafetería del centro, me llamo y me dijo que no podía ir, que se le había metido visita y que no podía escaquearse, así que como tampoco tenía ganas de tomar café yo solo, llame por teléfono a Raquel, que tiene el despacho a escasos metros de la cafetería, que es por lo que quedamos allí Ana y yo, pues así, ella luego se va con su hija.



Raquel tardo cinco minutos en bajar, y como siempre elegante, ya que lleva como unos quince años sin usar pantalón, solo cuando va al gimnasio que usa mallas, pero siempre sin ropa interior, la verdad es que para nada aparenta la edad que tiene, traía una falda entallada y por encima de las rodillas, y unas medias azul marino, y sus zapatos de tacón de diez centímetros, pues pasó de no saber andar con ellos a no poder pasar sin ellos.



-Raquel.- Buenas tardes Señor, gracias por acordarse de mí, ya le echaba de menos.



-Hola perra, lo sé, pero ahora estoy liado en otras cosas, aunque hace poco que me acorde de ti y de Luis, pero aún no he tenido tiempo de poner en práctica lo que he pensado.



-Raquel.-Sabe UD., que haré lo que me pida, que solo estamos para servirle y que yo particularmente le echo de menos.



Y diciéndome esto, entro por la puerta Cristina, venía con otras dos mujeres y venían cargadas de bolsas, entraron en el salón donde estábamos Raquel y yo, y al principio no se dio cuenta de mi presencia, pero al soltar las bolsas y levantar la vista me vio, y al principio se puso algo nerviosa, pues no sabía que hacer, si saludarme o hacer como si no me conociera, pues lo de la discreción era algo que dejamos claro por ambas partes, y al estar yo con Raquel pues no sabía como actuar.



Yo solo la mire y le sonreí, y seguí hablando con Raquel



-Sabes perra?, ahora te iba a hablar de la pareja que conocí gracias a relatar vuestra vida de perros en cuentorelatos, y como se suele decir cuanto antes mientas al diablo antes aparece, pues ves esa mesa que hay tres mujeres sentadas?



-Raquel.-Si mi Señor, las tres que han entrado como un elefante en una cacharrería de todo lo que han liado para sentarse con tantas bolsas.



-Si así es, pues una de ellas es de la que te iba hablar, a ver si adivinas quien es de las tres?



-Raquel.-Jajajajaja, es fácil Señor, de las tres dos vienen con falda, y de las dos que vienen con falda solo una trae tacón, no es que sea muy alto, pero lo trae, así que esa es su nueva puta Señor, porque supongo que ya lo es no?



-Jajá jajá, si, esa es, se llama Cristina y es muy servicial, te gustara, pues pretendo que os conozcáis los cuatro.



-Raquel.-Los cuatro?



-Si perra los cuatro, pues ella está casada con un cornudo como Luis, pero este además es un esclavo, lo disfruta y además lo necesita, ha descubierto lo que es, y en parte gracias a ti jejejeje.



-Raquel.-A mi Señor? pues explíquemelo, porque yo es la primera vez que la veo.



-Jajajajaja, gracias a los relatos, son fieles seguidores nuestros, y se decidieron cuando publique que iba a narrar como sometimos al cornudo de tú marido.



-Raquel.-Ahora si lo entiendo Señor, y por cierto no hace nada más que mirar de reojo, está más pendiente de nosotros que de lo que hablan las amigas.



Cogí mi móvil y le mande un whatsApp, “Levántate y ve al servicio perra y no entres hasta que llegue mi acompañante”.



Cuando sonó su móvil, pego un repullo, levanto la cabeza y me miro, como si supiese que era yo el que le escribía. Lo saco del bolso y cuando lo leyó me volvió a mirar, y volviendo a guardarlo en el bolso se levantó y les dijo a sus compañeras que iba al servicio, estas se limitaron a asentir y a seguir con su cháchara. Cristina llevaba un vestido de una pieza que le quedaba como un guante de color crema, medias beige, y un zapato de tacón de unos tres centímetros.



Se dirigió al servicio y cuando paso por delante de nosotros ni siquiera miro, yo al ver que entraba por la puerta que daba a los servicios, me volví a Raquel



-Ve al servicio perra, que Cristina estará esperándote en la puerta, tienes cinco minutos para conocerla y hacer lo que quieras, pero tráeme sus bragas, quiero ver como están, quítaselas nada más entrar.



Raquel se levantó y con una sonrisa y un brillo en los ojos que delataban que estaba terriblemente excitada se dirigió al servicio.



Lo que paso allí, lo narro más o menos como Raquel me lo contó, cuando salió del servicio.



-Raquel.-Hola perra, eres Cristina no?



-Cristina.-(algo nerviosa), si lo soy y tú?



-Raquel.-Soy el motivo del que estés aquí perra, soy Raquel.



-Cristina.-Lo suponía, pero no quería meter la pata y no quería poner a nuestro Señor en un compromiso.



-Raquel.-Ya sé porque le gustas a mi Amo, tienes muy bien asumido lo que eres no?, pero no he venido aquí para perder el tiempo, así que dame tus bragas perra.



Toda esta conversación la estaban teniendo en la entradita que hay en los servicios.



-Cristina.-Entramos en el servicio y te las doy.



Y Raquel mirando hacia la puerta para ver que no entraba nadie, le soltó un bofetón.



-Raquel.-Si estoy aquí es por orden de mi Señor, pero para ti ahora soy Ama o Señora, y si te digo que te las quites es ahora mismo entiendes puta.



-Cristina.-Ahora mismo Señora, y perdone mi ignorancia aún estoy aprendiendo a servir y a conocer a nuestro Amo.



Así que metiendo la mano bajo la falda se bajó las bragas, rosas de encaje, y haciéndolas un lío se las dio a Raquel. Esta las cogió y llevándoselas a la nariz, las olio y aspiro el perfume de Cristina.



-Raquel.-Jajajajaja, que razón tenía nuestro Amo, solo con verlo te has mojado puta, anda entra al servicio.



Cristina entro en el servicio y Raquel detrás de ella, y una vez dentro cerró la puerta y subiéndose la falda se bajó sus bragas, y dándoselas a Cristina le pidió que las lamiera, que ella también estaba chorreando, y mientras lo hacía se sentó en el wáter y empezó a mear, mientras observaba como Cristina lamía con ansia sus bragas.



-Raquel.-Ahora póntelas perra, ya me las devolverás, yo me quedo con las tuyas para nuestro Amo, y ahora sécame el coño con tu lengua perra.



-Cristina.-Ahora mismo Señora, y perdone si soy torpe, pues será la primera vez que lo haga.



Raquel al ver como estaba el suelo, se puso de pie en la taza y le puso el coño en la boca para que Cristina se lo limpiara. Y al tercer lametazo, como veía que se iba a correr y no tenía instrucciones para eso, la paro y se bajó de la taza, recomponiéndose el vestido.



-Raquel.-Ufff, perra, para ser tu primera vez lo has hecho muy bien puta, pero no tengo permiso para correrme, pero me dejas encharcadísima.



-Cristina.-Yo también Señora, si me toca me corro, estoy en celo y no sé cómo voy a poder salir ahora con mis dos amigas.



Raquel se acercó a ella y le dio un beso muy suave y dulce, y dándole una palmada en el culo se despidió de ella.



Habían pasado unos diez minutos escasos, cuando vi salir a Raquel con una sonrisa de oreja a oreja, lo que me dio a entender que todo había salido muy bien.



Al sentarse a mi lado me dio las bragas de Cristina.



-Raquel.-Llevaba razón, como siempre Señor, estaba chorreando, solo con verle se ha excitado como una perra, aunque para ser sincera yo estoy igual o peor, y como no me ha dado permiso para correrme, estoy que me voy a correr aquí sentada Señor, si Ud., así lo desea.



Y a los cinco minutos salió del servicio Cristina, colorada, pero con una sonrisa que le pillaba toda la cara.



Las amigas la increparon un poco por la tardanza, pero nada más, se sentó en su silla y me escribió un whatsApp, “Gracias Señor, espero haber cumplido como Ud., esperaba de mí.”



Yo le conteste que si quería más que se deshiciera de las amigas y se quedara con nosotros, pero que no era una orden, solo una sugerencia.



Y al instante me devolvió el whatsApp, “En quince minutos se van, además ellas se van en el autobús en dirección contraria a la mía Señor”



Para pasar el tiempo nos pedimos otro café y fue cuando Raquel me relato todo lo sucedido en los servicios y la buena impresión que le causo.



-Raquel.-Aquí tiene sus bragas, todo jugo Señor, aunque las mías estaban o están igual o peor, porque seguro que Cristina aún sigue destilando jugos mí Señor.



-Guárdalas tú perra, y ahora cuando salgamos en cuanto puedas te las pones.



Entre tanto vimos como Cristina y sus amigas pagaban y se iban, y mientras salía recibí un whatsApp, “No tardo Señor, las acompaño a la parada y vuelvo”.



-Raquel.-A dónde vamos a ir Señor?, en mi casa hoy está mi suegra, pero si quiere ir allí ahora mismo llamo al cornudo de Luis y les digo que se vayan.



-No perra, nos vamos a ir a casa de Cristina, y así conoces también a Manolo.



-Raquel.-Como quiera Señor, ufff, no sabe cómo estoy, le estaba echando mucho de menos, y ya le estaba necesitando.



En esas vimos aparecer a Cristina, por la puerta, así que me levante y le indique a Raquel que pagara, y que le esperaba en la puerta con Cristina.



Cristina se acercó y como no sabía cómo actuar, pues era la primera vez que nos veíamos así, me acerque yo aún más a ella y le di dos besos en las mejillas, diciéndole a la vez al oído lo guapa que iba.



-Cristina.-Gracias Señor, no sabe las ganas que tenía que verle, hoy le iba a llamar.



-Me alegro perra, ahora vamos a tu casa, que quiero que Raquel conozca a mi perro.



-Cristina.-Lo siento Señor, pero eso no va a poder ser, Manolo se ha ido hoy de viaje, y no volverá hasta el lunes, está en Vigo en una feria de muestras, y si yo le echo de menos es aún más, porque se ha convertido en toda una perrita.



-No pasa nada perra, de todas formas nos vamos a tu casa, llevo más de una semana sin follar y hoy me voy a desquitar.



-Cristina.-Como desee mi Señor, yo también tenía ganas de volver a estar con Ud.



En eso llego Raquel de pagar y le pregunte si tenía que volver a su despacho, y al decirme que no, pues esperaba pasar la tarde conmigo, me volví a Cristina, que aun temblaba y no sabía como actuar, y le pregunte por su coche, diciéndome que estaba en el parking.



Y hacia el parking nos dirigimos, al entrar en el ascensor, Raquel saco las bragas de Cristina de su bolso y subiéndose la falda se las puso, mirando a Cristina y guiñándole un ojo.



-Bueno perras, como Raquel no sabe dónde vives, y vamos a ir en tu coche, tú conducirás y Raquel y yo iremos atrás.



-Cristina.-Como Ud., diga mi Señor, pero hoy he venido en el pequeño y es un tres puertas, y no muy cómodo para ir atrás.



Al ver el coche era cierto, pues es un deportivo.



-Bueno perra, tu conduce y la puta de Raquel que se suba atrás, yo iré de copiloto.



Nos dirigimos hacia el Carmen de Cristina, y en quince minutos estábamos en la casa.



Conforme entramos por la puerta Raquel se quedó en ropa interior, sujetador azul, medias azules, y bragas rosas, que le quedaban muy bien, y Cristina hizo lo mismo, sujetador rosa, bragas azules, muy bonitas, y medias beige, pero esta, además abrió una armario de la entrada y saco unos zapatos negros con un tacón de diez centímetros y se los cambio.



-Muy bien Cristina, me gusta que los tengas preparados, veo que eres buena alumna.



-Cristina.-Si Señor, los tengo ahí desde que salió Ud., el otro día por la puerta, son mis zapatos de estar en casa.



-Raquel.-Jajajajajaja, buena perra se ha buscado Señor, está encantada de servirle.



-Bueno perras, dejaros ya de chácharas y vamos para el salón, tengo ganas de usaros.



Las dos pasaron delante de mí y rápidamente se pusieron de rodillas con el culo pegando a los talones, frente al sofá.



-Muy bien perras, y tu Cristina has comprado lo que os deje encargado?



-Cristina.-Si, mi Señor, aunque mi marido no ha encontrado un cepo que le venga bien, pero el del sex-shop de Madrid se lo ha encargado, jajaja, según me dijo Manolo, Señor tuvo que enseñarle la polla al encargado, porque no se creía que tuviese esa polla y fuese sumiso.



-Jajajajajaja, es normal hasta a mí me cuesta creerlo.



-Raquel.-Ya me tiene intrigada, y ya tengo ganas de verla si Ud., lo desea Señor.



-Jajaja, la veras y la probaras perra, pero ahora no es el momento, y tu Cristina tráete el dildo con correas, que vamos a follarte Raquel y yo a la vez, porque vas a ser nuestra puta.



Cristina.-Ahora mismo Señor



Y levantándose subió a su dormitorio y bajo rápidamente con la correa y una caja con varios tamaño de dildo.



Cristina.-Aquí lo tiene Señor, cual quiere que ponga?



Viendo que había cuatro tamaños cogí el segundo más grueso y largo, y encajándolo en las correas, se lo di a Raquel.



-Póntelo perra



Raquel se ajustó las correas, se introdujo en el coño el dildo, que entro sin ningún tipo de problema, pues la muy zorra estaba chorreando, y sin que yo le dijera nada se acercó a Cristina y cogiéndola del pelo la hizo poner de rodillas.



-Raquel.-Chupa perra, chupa esta polla para que lubrique, aunque tu coño esta tan mojado que no haría falta puta.



Y metiéndole la polla de goma hasta el final de la garganta hizo como si se la follase, aunque la zorra de Cristina aguantaba bien, aunque de vez en cuando le daban arcadas.



-Raquel.-Agggggg, Señor, me puedo correr, uffff, estoy a punto Señor, esta polla me está matando de placer.



-Ni se te ocurra perra, espera a que yo te lo diga



Y cogiendo del pelo a Cristina la separe de Raquel y mirando a Raquel, le dije que se tumbara en el sofá, cosa que hizo rápidamente, y a Cristina le dije que se metiera el dildo en el coño de golpe y le comiera la boca a Raquel, y cuando se estaban ambas follando, me subí en el sofá y si decirle nada se la metí en el culo a Cristina, arrancándole un grito de dolor, pero no se movió, y yo empecé a follármela con ganas y mientras lo hacía le azotaba el culo.



-Raquel.-Aggggg, Señor no puedo más me voy a correr, por favor, no puedo, aggggggg.



-Bien puta córrete, pero quiero que lo hagáis a la vez o recibiréis un castigo por zorras.



-Cristina.-Gracias Señor, yo también estoy a punto uffff, y no voy a aguantar mucho.



Y las dos zorras empezaron a jadear a la vez y a correrse también a la vez como si estuvieran sincronizadas



Mientras yo seguía follándome el culo de Cristina.



-Uffff, perra no te muevas, que me voy a correr en tu puto culo de zorra.



-Cristina.-No señor, uffff, pero me voy a correr otra vez Señor puedo?



-Si perra puedes correrte otra vez



-Cristina.-Agggggg, me corro Señor, me corro otra vez, aggggggg, le deseo mi Amo, le necesito, ufffffff, me corro



-Agggggg, yo también me corro perra, agggggggg.



Cuando termine de correrme me salí del culo de mi perra y me senté en el sofá, diciéndoles a ambas que se pusieran en posición, así que Cristina se bajó del dildo y se puso de rodillas.



-Raquel.-Señor puedo quitarme ya el dildo, uffff, no paro de chorrear Señor.



-Si perra, y ponte en tu sitio.



Una vez estando las dos de rodillas y mirándome



-Vamos a ver perras, a partir de ahora Cristina serás la perra de Raquel cuando yo no este, respetando los límites que yo marcare, Raquel se ha ganado tener servicio por su buen comportamiento como mí perra durante todos estos años, así que tú y Manolo seréis también sus perros, siempre que yo no os necesite o no este, estando yo a veces será una perra más como tú o incluso tu perra, depende de su comportamiento, pero eso solo yo lo podre cambiar, entendido perras?



-Cristina.-Si mi Señor, ya le dije que seré y hare lo que Ud., quiera, sin quejarme, confío en Ud.



-Raquel.-Si mi Señor, y gracias por este regalo, no le defraudare.



-Pues para no tardar mucho ahora mismo es tuya perra.



Raquel se puso de pie y cogiendo a Cristina de los pelos la tumbo en el suelo y se sentó encima de ella poniéndole el coño en la boca.



-Raquel.-Cómemelo perra, quiero correrme en tu boca zorra, lo llevo deseando desde esta tarde en los servicios, uffffffff, como me pone la puta esta Señor.



Y Cristina tenia asumido muy bien su rol, porque no protestaba solo lamia y emitía pequeños gemidos y suspiros de placer



-Raquel.-Me puedo correr Señor, uffff, no veas como come el coño la guarra esta, para ser su primera vez como me dijo, parece que lo ha estado haciendo toda la vida, aggggggg, me puedo correr!!!



-Si perra córrete, es tuya no tienes que pedirme permiso cuando tú seas su Ama.



-Raquel.-Aggggg, me corro, me corro en la boca de esta perra, agggggg, señor me estoy meando también y la muy zorra se lo está tragando todo, menuda guarra ha encontrado Ud.



La muy puta de Raquel se meo en la boca de Cristina, y esta trago sin que saliese una sola queja.



-Cristina.-Me puedo correr Señor, uffffffff, agggg, no puedo más Señor.



-A mi no me lo pidas perra, pídeselo a tu Ama.



-Cristina.-Me puedo correr Señora?, uffff, uffff, no puedo aguantar más.



-Raquel.-Si perra pero córrete en mi boca, quiero saber cómo sabe el puto coño de la zorra que me ha regalado mi Señor.



Así que Raquel se bajó de la cara de Cristina y se bajó hasta el coño de Cristina.



-Raquel.-Córrete perra, córrete zorra.



Cristina.-Aggggggg, graciasssss, ufffffffff, es un placer ser su perra, agggggggg.



Yo estaba empalmado y me levante, me acerque a Raquel y cogiéndola del pelo se la metí en la boca y me la folle hasta que me corrí, y cuando termine de correrme se la saque y apuntando a Cristina que aún estaba en el suelo recuperándose, y empecé a mearme en su cuerpo.



-Ahora iros las dos a la ducha perras, y cambiaros, seguro que la ropa interior de Cristina te está bien a ti.



Ambas se fueron a la ducha, mientras yo me senté en el sillón a ver la tele, tardaron en bajar una media hora y…



Continuara


Datos del Relato
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