Estoy, pensando en ti, en los sentimientos que nos hacen vibrar, y sentirnos unidos, el deseo me envuelve, dando paso, a una pasión desmesurada, mis manos vuelan por mi piel, van paseando cogida de tu mano.

Me vas, enseñando un camino que va haciéndose entre dos, mi pecho late acompasadamente con el tuyo, el placer invade mi zona mas erótica, y sensual. Me reconforta esa sensación, que va llenando mi interior, pero a la vez hace que nazca en mi, un desasosiego que me va embargando, y que me desconsuela, una parte que esta vacía, que quiere ser poseída, y rellenada por ti.

Entonces, dejo mi mente volar, recuerdo tus besos y los momentos vividos junto a ti, pensando en nuestros juegos, se me ocurre, coger nuestros juguetes, y sentir que eres tu quien los utiliza conmigo.

Corro la persiana dejando a oscuras la habitación, me echo en la cama, abro mi mesita de noche, y cojo unas canicas de cristal, están frías, abro mis labios íntimos, y las voy colocando en línea descendente, desde el capuchón hasta mi ano, pasando por clítoris y vagina, las noto ahí entre mis labios, sujeta por ellos, las envuelvo, y paso mi mano apretándolas, y presionándolas sobre mi interior, muevo mi mano arriba y abajo, y las hago rodar. Mis fluidos se van agolpando, los gemidos van saliendo, muerdo mis labios y te pienso. ¡Cuánto te deseo! , me gustaría tenerte a mi lado ahora sentir tu piel, y llenarte de besos y caricias

Mi respiración se va acelerando, mi cuerpo se va curvando, y rítmicamente se mueven mis caderas, mientras mi mano derecha ahuecadamente controla las canicas, haciéndolas rodar.

Necesito más, levanto la canica que se posa sobre mi vagina, la voy subiendo colocándola, junto a la que esta sobre mi clítoris, y dejo mi dedo corazón colarse. Lo introduzco hasta dentro, y allí en la profundidad lo hago vibrar.

El placer me invade, y quiero controlarlo, alargarlo y sostenerlo ahí, paro de mover mi dedo, lo saco del interior, y vuelvo a colocar la canica, pero esta vez la meto dentro, y no solo una, si no que hago rodar, hacia abajo la que esta sobre mi clítoris, y la que esta sobre el capuchón, y las voy introduciendo una, a una me voy sintiendo llena, mi mano sigue sobre mi sexo, mis dedos, juegan taponando la entrada de mi vagina, y la palma de mi mano, esta sobre mi clítoris, apretándolo, empiezo a mover mis caderas, subo mi culo hacia arriba, contraigo y expando mi vientre, y noto las canicas moverse dentro de mi, chocan unas con otras, se mueven cruzándose en mi interior, me viene el placer de nuevo y paro, controlo cada situación cada sensación y siento como late todo mi cuerpo.

Cojo del cajón unas pinzas, las cuales dejo en mi boca y las ensalivo, abro mi blusa dejando mis pechos al descubierto, y voy rozando las puntas de estas por mis pezones, noto como se ponen erectos, la dureza de estos es hasta molesta, abro la pinza y pinzo uno de ellos, el derecho, noto como instintivamente mi pecho se retrae, mojo uno de mis dedos, los ensalivo los meto en mi boca, los saco chorreantes de saliva, la cual voy extendiendo por el pezón y aureola izquierdo, ahora noto la suavidad de uno y la presión del otro.

Es notoria en mí esa sensación, a la vez que noto las canicas en mi vagina.

Mi vientre, siente unas oleadas que van, desde el pecho, hasta mi vagina, parecen corrientes eléctricas, que hacen que mi corazón de vuelcos, se contrae y se expande, llenándome de sensaciones placenteras, siento que pronto culminara en un orgasmo. Saco la pinza del pezón y la llevo hacia abajo, hacia mi vulva, y voy pinzando por partes mis labios mayores, noto como aprietan, como muerden, cual dientes pellizcando esas zonas tan sensibles.

Cojo otra pinza, y voy haciendo lo mismo con el otro labio, suelto y muerdo con ellas; cuando las pinzas muerden, mis caderas se contraen y provocan un movimiento, que hace que las canicas se muevan dentro de mí. Cojo otra pinza más y pinzo mi clítoris, lo entrizo entre los dientes de esta, estoy en la frontera, casi distingo el horizonte de la felicidad.

Pero aún quiero más, quiero sentir que estas en mi, que juegas conmigo, como solemos hacer cuando estamos juntos. Te pienso besándome, lamiéndome, llenando de suavidad y placer mis pechos, mi vientre, mi pubis, y como vas, separando mis labios con tu lengua, y juegas con ellos haciéndome temblar.

Meto, dos de mis dedos en la vagina, saco las canicas una a una, quito las pinzas de mis labios y del clítoris, meto mi mano desde la muñeca y meto cuatro dedos, mientras me voy rozando con la muñeca, cojo el móvil, marco y te llamo, oigo tu voz, y te digo que voy a llegar, oyes mis gemidos, y mientras mis dedos, vibran dentro de mi, me dices que me amas, y me dejo ir alcanzando el placer máximo.

Caigo sudorosa, y placenteramente la sonrisa aparece en mi rostro, mientras mi corazón salta sobre mi pecho, queriendo estar junto al tuyo.

Una vez más, "la tarea" de estar junto a ti, ha surtido efecto. Aún en la distancia estamos unidos. ¡Te amo!