Está cayendo un aguacero de la misma madre cómo a tutiplén por doquier. El amigo que era asistente estudiantil en el departamento administrativo de registro, quién con paragua en manos cruza hacia los edificios donde vive hoy día Jayner la soltería haciéndole el favor para cruzarla y no se moje porque es propensa a refriados al instante. Uniformada con falda azul oscura y saco del mismo color con blusa dentro del mismo paragua resguardándose para no mojarse ambos, en ese momento no tiene la remota idea cuándo se activa y imagina que la tiene con la parte de la cintura hacia abajo levantada con las pantimedias y el hilo dental abajo en las pantorrillas tocándola, sobándola, manoseándola, hurgándole el rabo especialmente por debajo del medio de las entrepiernas inclusive rozándole dos dedos desde abajo de las nalgas alcanzando sublime todo el rabo de Jayner que lo tiene mojadito como suavecito estando reverencialmente deseada igualmente deleitada a más no poder especialmente con una incitación descomunal poderosa y colosal por todas las madres; siempre sonriéndole le tira continuos besos con sus labios bellos y sexy iluminada como radiante plenamente por sus ojos negros que se refleja transparente la imagen grabada de su amigo. Despertándose y retornándose como volviéndose a la realidad al agradecerle de mil maravillas la caballerosidad y la dulzura que le a ofrecido y servido para cruzar la cae y no mojarse con este aguacero que está cayendo a tutiplén por doquier, que sube por las escaleras entrando así al edificio de la misma universidad los dos ese mediodía.