Cristina, una muchacha regordita, rubia, de ojos verdes, de estatura mediana y con todo muy bien puesto. Había estado estudiando en un internado de monjas y hacía menos de 62 horas que estaba viviendo con sus progenitores.

Estaba en su habitación, encima de la cama, arrodillada y descalza, con un top que dejaba ver su ombligo. A su lado, también arrodillada y descalza, estaba Mariola, una jovencita, morena, que vestía con unos jeans y una blusa azul, y que viniera a conocerla. Había traído un pc. Veían un capítulo de la vieja serie Los Persuasores.

-¿Qué hacías en el internado, Cristina? -le preguntó Mariola.

-Estudiar.

-Aparte de eso... ¿Tuviste algún lío con alguna compañera?

-Muchos.

-¡Ah, pillina! ¿Con cuántas, más o menos?

-No recuerdo cuantas, pero a alguna casi la dejo calva,

-A ver, a ver, ¿Estás hablando de peleas?

-Claro, ¿De qué otra cosa iba a estar hablando?

-De sexo.

-Yo no sé nada de ese señor. ¿Quién es?

-¡¿Nunca te has masturbado?!

-No sé que que significa esa palabra.

-Significa... O sea, que nunca has tenido un orgasmo.

-En el internado teníamos muy pocas cosas.

-Joder, joder, joder. Como no espabiles te la van a meter doblada.

-¿Qué me van a meter doblada?

-Olvídalo. ¿Quieres aprender a masturbarte?

-¿Para qué?

-Para tener un orgasmo.

-¿Es bueno tenerlo?

-Cuando lo tengas vas a querer tener más, más y más.

-Enséñame a masturbarme.

-¡No, hija, no! Vas a aprender tu solita.

Mariola, detuvo el capítulo de los Persuasores... Luego, tecleó: IFEELMYSELF. Después pinchó en: VIDEO COLLECTION. FANTASTIC.CC, y después en una foto en la que una joven morena tenía las bragas sobre una pierna, era: AT HOME SERIES. HAVEN PART 1, y le dijo:

-Yo me voy. Cuando vuelva a por el pc, me cuentas.

Mariola, se calzó y se fue del chalet de los progenitores de Cristina.

Cristina, vio como la joven morena del video se levantaba la camiseta y se acariciaba las tetas. Como acariciaba su chochito por encima de las bragas, más tarde, como metía una mano dentro de las bragas y se frotaba el sexo. Cristina ya estaba mojada. Aguantó sin hacer nada hasta que la joven se quitó las bragas y se comenzó a masturbar. Ahí se quitó el top y como no llevaba sostén, comenzó a tocarse las tetas. Se quitó el short y las bragas blancas. Se echó en la cama, boca arriba, con el pc, al lado. Se tocó su chochito y pringó de jugo la mano. Se le escapó un gemido.

No sintió llegar el coche de su padre. Ni abrir la puerta del chalet. Ni lo vio cuando llegó a la puerta de su habitación.

-La hostia -susurró Agustín, al ver a su hija masturbándose, al tiempo que volvía sobre sus pasos,

Cristina, ya se deshacía en gemidos. Agustín, era un hombre recto, pero la polla también se la había puesto recta.

Volvió otra vez sobre sus pasos. Asomó la cabeza en la puerta de la habitación de Cristina. Cristina, tenía la vista clavada en el ordenador, mientras se masturbaba. Sacó su polla, y mirando para su hija. Comenzó a menearla.

Cristina, cuando la joven morena del video aceleró los movimientos de su mano sobre el chochito, hizo lo mismo. Vio como la chica se corría. Ella, sintió un cosquilleo en las plantas de los pies... Su cuerpo se puso tenso... De repente, un chorro de flujo salió de su chochito, y otro y otro y otro. Cuando el placer llegó a lo más alto, gritó como una posesa:

-¡¡¡Aaaaaaah!!

Agustín, viendo como su hija, se corría, temblando, sacudiéndose y estremeciéndose, se corrió con tanta fuerza, que casi grita como ella. Pero no era el caso de que su hija se enterara de que se masturbara al verla masturbarse, ni ella, ni su esposa, ni nadie, claro que yo, yo no soy nadie.