Llegando de visita y saludo donde la asistente de la rectoria, sentada en su escritorio conversando de un poco, me pregunta como la enamoraria; me paro al agacharle al lado de ella le tomo su mano derecha al acariciarla con mis dedos plantandome le comienzo a versas una poesía, escuchando mientras cada frase viendose en sus ojos brillosos unas cuantas lagrimas que la embargan hasta la ponen muy contenta al ponerse la mano izquierda sobre su corazón latiendo y palpitando como una fina maquinaria de reloj por las sinceras narrativas poeticas que le esta profesando de rodillas a su pie el encantador amigo y compañero de trabajo en la misma universidad. En otra ocasión cuando la visita la encuentra al cuidado de un cachoro debajo de la mesa de la computadora, viendose muy cariño y tierna inclusive, le dice que se ve radiante, sexy y bellisima de cabeza hacia los pies, agachado frente a ella con la mano derecha extendida al sacarle de la misma espalda por arte de magia una hermosa rosa roja que se la pasa co nel petalo mismo en toda la rodilla y baja por los tobillos quedando admirada como encantadisima por el lindo gesto romantico que le confiesa su compañero de trabajo y amigo.
Visitandola una mañana que se encuentra solita en su oficina de la rectoria universitaria, llevandole un modesto regalo que lo recibe de mil maravillas la asistente, abriendolo al probarselo es una falda que se la mide contra la que lleva puesta del uniforme de trabajo, al darle reafirmantemente un beso en todo el cachete derecho nunca nadia de mis amigos tuvo un gesto tan magnifico conmigo de regalarme una falda que me ajusta a la perfección nunca te dije que tengo una talla 7 8 de cintura soy una barbie de cuerpo y de rostro angelical, contestandole silenciosamente con el movimiento de arriba hacia abajo continuamente por el amigo y compañero de trabajo que la esta cortejando y consiguiento con muchos meritos enamorarla.
Más adelante congenian un poco más de lo laboral a lo personal aceptandole que la toque y acaricie sublimemente por doquier en sus piernas y un poco más adentro de la falda ajustada, entallada, ceñida y a la medida gustandole que encuentra exploratoriamente el amigo como el compañero de trabajo; inclusive se le pega un poco a sus ricos senos con toda la blusa puesta para escuchar los latidos del corazón apasionante de la asistente de rectoria; incluyendose también algunas pasadas y rozadas por los exquisitos gluteos de esta que estan divinamente atesorados y placenteros los cuales lo atraen cada vez más, al cariño profetizante a esta.