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Consulta médica

Hola aquí estoy de nuevo agradeciéndoles por leerme, espero seguir mejorando para que lean todos y cada uno de mis relatos, esta vez les contaré lo que siguió después de esa noche con el cliente del gimnasio, ese que aun no entiendo como terminó haciéndome sentir tanto placer.



Pasaron varios días desde esa noche que cambió mi vida, tal vez habrá quien piense que no era para mas, pero para mí cambió la manera en la que yo veía, todas las noches recordaba esa noche y me estremecía recordar lo que sentí, pero me entristecía ver como él hacia como si nada hubiera pasado, llegaba por las tardes solo para hacer sus ejercicios, mientras solo me pedía lo que le hacía falta.



Llegó el momento en que me sentí usado por el y eso me hacía sentir mal pero no podía hacer nada, ya que yo acepté hacer todo lo que el quiso, así que seguí con mi vida normal solo hacia mi trabajo como cualquier día, tratando de olvidar esa noche aunque moría de ganas de repetirla, pero eso no iba a pasar.



Una mañana desperté con un dolor de estomago que al principio no me preocupó ya que pensé que pasaría, pero para la tarde ya era más intenso, aguanté como si nada pasara pero para la noche ya era insoportable, decidí ir a un botiquín que había en la oficina de la dueña y tomé una pastilla para el dolor, después de un rato fue pasando hasta que me quedé dormido.



Al día siguiente desperté con una sensación en el estomago que me hacia presentir que pronto volvería el dolor, cuando llegó la dueña me vio y de inmediato me preguntó que me pasaba, fue cuando le conté sobre ese dolor a lo que me respondió que fuera al doctor para que me dijera que tenia, pero le dije que tal vez algo me cayó mal que si no se me pasaba entonces iría, me dijo que estaba bien pero que no me aguantara que dejara el trabajo y me fuera.



Solo dije está bien gracias para luego seguir con mi trabajo, mientras mas pasaba el día mas fuerte era el dolor, por la tarde llegó ese cliente que no me dejaba dormir algunas noches al recordarlo en esa noche tan inolvidable, yo seguía como si nada pasara pero el dolor cada vez era más insoportable, cuando estaba limpiando el piso se acercó la dueña a mi para preguntarme como seguía.



Sin darme tiempo de responder se acercó él para preguntar qué pasaba, a lo que ella respondió que me sentía mal del estomago, el de inmediato se ofreció a llamar a un amigo medico para que me atendiera pero le dije que no era necesario, a lo que respondió que no aceptaba un no por respuesta, no tuve más opción que aceptar y el fue de inmediato a hacer una llamada a la oficina de la dueña.



Cuando regresó me dijo que su amigo estaba ocupado pero que al día siguiente me esperaba en su consultorio a las 6 pm, me dio una tarjeta con los datos del doctor para luego irse a continuar con su entrenamiento, le di las gracias y seguí con mis labores, esa noche el se despidió de mi diciéndome que me cuidara mucho que no dejara pasar mi cita porque el era un doctor muy ocupado, le dije que no se preocupara.



Esa noche la pasé muy mal el dolor siguió muy fuerte, tanto que ni con la pastilla se me pasó, el día siguiente tuve mucha dificultad para trabajar mientras que la dueña insistía en que me fuera a descansar yo le decía que no, así hasta que como a eso de las 4 pm me fue a decir que me fuera a arreglar para irme a la cita porque ya era tarde, le dije si gracias y me fui a arreglar, cuando la fui a ver para avisarle que ya me iba me dijo que estaba bien mientras me dio dinero para lo que necesitara me dijo que tomara un taxi.



Yo le dije que no era necesario pero ella me dijo que si no aceptaba se molestaría conmigo, terminé aceptando para después irme, tome un taxi le mostré la dirección al chofer a lo que respondió está bien ya sé donde es, la verdad no pensé que estaría tan lejos cuando llegamos faltaban unos pocos minutos para la hora de la cita, me fui lo más rápido que pude, su consultorio estaba en el segundo piso de un edificio donde había varias oficinas.



Cuando entré al lugar me di cuenta que solo había dos señoras esperando su turno para la consulta, había una secretaria de unos 45 años muy seria que de inmediato me preguntó que se me ofrecía le dije que tenía cita con el médico, me preguntó mi nombre y al buscarlo en una libreta no estaba, me dijo que no aparecía en la lista a lo que le dije que un conocido había hablado con el para que me atendiera, le enseñe la tarjeta que me dio pero solo dijo espere.



Entró al consultorio para después de unos segundos salir a decirme que si me atendería, pero que como no tenía cita me tenía que esperar hasta que atendiera al ultima paciente, me pidió que me sentara a lo que solo respondí gracias y me fui a sentar, pasó más de una hora hasta que salió la ultima paciente, yo ya estaba desesperado solo quería que me atendiera para irme rápido ya era muy tarde aunque la dueña me dijo que ella cerraba pero no quería llegar tan noche.



En eso salió el doctor para decirle a su secretaria que ya se podía ir que el cerraba, era un hombre como de 1.75 de unos 50 años muy delgado piel clara yo me preocupe pensando que no me atendería, pero la secretaria le dijo que faltaba yo a lo que el respondió que ya sabía pero que se fuera para que no se le hiciera tarde, que el se encargaba de todo, la secretaria se fue mientras el me dijo que pasara al consultorio, así lo hice al entrar vi que solo habían dos sillas, un escritorio, su silla, de oficina de el y una cama como las que hay en algunos hospitales además de un biombo.



Me dijo que me sentara mientras el guardaba unos papeles que habían en su escritorio, quedando así solo una máquina de escribir, de inmediato me empezó hacer las preguntas clásicas como mi edad, de donde soy entre otras cosas mientras el solo escribía en esa máquina, me pregunto que me pasaba fue cuando le comencé a explicar de ese dolor a lo que el me pidió que me acostara en esa cama y así lo hice.



El se acercó para checarme con su estetoscopio después me pidió que me subiera la playera para revisarme, así lo hice mientras el comenzó a palparme con sus dedos mientras me preguntaba donde me dolía, así estuvo por unos minutos hasta que me dijo qua me volviera a sentar en la silla, de nuevo me fui a la silla y el a la suya, se sentó y me dijo algo que me hizo saltar de la silla al escucharlo.



Me dijo que tenía que hacerme un examen más profundo para descartar otras cosas, yo no entendía a que se refería así que le pregunte que como más profundo, a lo que el respondió voy a hacerle un examen rectal, yo me quedé sorprendido al tiempo que escuché la palabra rectal di un salto, le pregunté que para que era eso y que si era necesario me volvió repetir que para descartar algo mas pero no dijo qué.



Me dijo pase de tras del biombo, quítese la ropa y póngase el camisón que está ahí, yo no podía entender para que era todo eso, incluso dudé en irme pero el dolor me hizo volver a la realidad para hacer lo que antes me había pedido, fue así como me fui detrás del biombo para quitarme la ropa mientras algo me hacía dudar si estaba haciendo algo normal o no.



Fue así que salí con esa bata que dejaba al descubierto gran parte de mi espalda, sentía mucha vergüenza tanta que no podía mirarlo a la cara, me pidió que me agachara y pusiera mis manos en el asiento de la silla mientras el se ponía unos guantes de látex, así lo hice me acerqué lo más lento que pude hasta quedar en la posición mas incomoda que podía tener en ese momento, de inmediato mis nalgas quedaron totalmente expuestas a el.



El acercó la otra silla para sentarse yo no podía ver bien pero sentía su respiración en mis nalgas cosa que me ponía muy nervioso, tanto que empecé a temblar sin poder evitarlo a lo que él respondió tranquilo no pasa nada respira, me causo sorpresa que de un momento a otro me comenzó a tutear pero no dije nada, estaba más preocupado por lo que iba a pasar, de pronto y sin decir nada acercó su dedo a mi ano.



Di un salto por la sorpresa mientras el volvió a decir tranquilo no pasa nada respira profundo, así lo hice mientras sentía su dedo con algo muy frio recorrer entre mis nalgas, después me pidió que separara las piernas cosa que hice sin decir nada, en ese momento empecé a sudar no sé si por la posición o de nervios, mientras él empezó hacer círculos en mi ano, cada movimiento que hacia me parecía eterno hasta que se decidió.



Poco a poco fue metiendo su dedo que fue entrando tan fácil que casi no lo sentí, una vez adentro comenzó a moverlo como en círculos luego metiéndolo y sacándolo, así por un rato que para mi eran horas, después claramente sentí cuando metió otro dedo para seguir con sus movimientos, sin esperarlo sentí como mi pene empezaba a reaccionar cosa que me daba aun mas vergüenza, como no quería que él se diera cuenta empecé a preguntarle si faltaba mucho.



A lo que el respondía que ya un poco más que me aguantara otro poco, cada vez sentía como mi pene reaccionaba mas y mas lo que yo quería evitar que el viera pero un calor se apoderaba de todo mi cuerpo, mi voz se empezó a escuchar entrecortada pero el seguía cada vez más rápido, hasta que sentí esa corriente eléctrica que recorre por mi cuerpo antes de correrme pero esta vez con mayor intensidad.



En un acto de desesperación empecé a pedirle que parara por favor, pero el siguió hasta que fue inevitable, de pronto vi como todo se oscurecía, mientras comenzaba a temblar, ya no pude mas y me corrí como nunca lo había hecho mis piernas se doblaron quedando de rodillas en el piso, temblando aun viendo solo oscuridad, mi respiración era muy agitada mi corazón quería salirse en verdad.



Sin darme tiempo de reaccionar cuando comenzaba a ver todo claro otra vez, sentí como me jalaban por la fuerza solo recuerdo su voz del doctor diciendo, me dijeron que la mamas bien rico, mientras sentía como algo entraba por mi boca llegando hasta mi garganta, de inmediato volví casi por completo a mi realidad aunque nunca volví a ser el mismo, tenía su pene en mi boca entrando y saliendo.



Se sentía grande sin nada de bello me producía grandes arcadas pero a el no le importaba, no sé cuánto tiempo lo tuvo en mi boca pero para mi todo lo que hacía era eterno, cuando se detuvo de un jalón me arrancó el camisón para luego ponerme de pie casi a jalones, me llevó hasta su escritorio apoyando mi pecho contra el, sentía como mis pies casi flotaban ya que casi no tocaban el piso, no, no supe en que momento se puso un condón.



Para de nuevo sin avisar meterme su pene de un solo golpe, no me dolió ni fue incomodo tal vez por lo que hizo antes con sus dedos, con desesperación empezó a meter luego sacar tan rápido como podía, por un rato estuvo así hasta que tomó mi pierna izquierdas y la subió a la mesa, como yo no soy tan flexible me lastimó la pierna pero no se importó siguiendo con sus movimientos.



Yo escurría en sudor mientras el no paraba, cuando por fin lo hizo solo fue para decirme que me subiera por completo al escritorio quedando como en una especie de posición fetal, levantó un poco mi pierna y de inmediato me penetró de nuevo, siguió sus movimientos hasta que se escuchaban gemidos salir de su boca, sin avisar de nuevo se detuvo para de un jalón llevarme al piso.



Se sacó el condón para volver a meter su pene en mi boca, no tardó tanto en sacarlo llenándome la cara de su semen caliente que escurría por toda mi cara, cuando llegó a mi boca no pude evitar probar su sabor salado, se fue a sentar sin decir nada yo aun me sentía como en otro planeta, cuando dijo mi nombre lo miré me ofreció pañuelos desechables para limpiarme, los acepté y así como si nada me dijo.



Tienes gastritis al tiempo que me dio un frasco de pastillas luego me hizo una receta para que comprara mas y supiera como tomarlas, me dijo que me vistiera que me esperaba cuando terminara el tratamiento para mi próxima revisión con una sonrisa malvada, me vestí para luego irme al gimnasio, al llegar me di un buen baño para dormir.



Después de esa noche tuve que tomar decisiones de las cuales aun me arrepiento pero esa es otra historia.



Gracias por leerme hasta pronto.


Datos del Relato
  • Categoría: Gays
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