Concurrí al medico para un examen de rutina.

Era un doctor de unos 45 años, alto , pelo canoso , barba y bigote.

Yo soy delgado, 24 años, alto.Me invito a pasar y cerro la puerta con llave. Le dije porque estaba ahí y me dijo que me desvista y me suba a la camilla.

Quede solo en slip y medias (eran blancos). Jamás me había sentido tan excitado. Al estar acostado
en la camilla, tuve una erección. Nunca había tenido sexo con un hombre. El lo noto y luego de revisar mi corazón con su estetoscopio lo apoyo sobre mi slip. Lo levanto despacio y lo puso sobre mi pene y
testículos. Estaba frió. Yo no decía nada porque me gustaba.

Me pidió que me diera vuelta y que me bajara el slip. Me puso un termómetro en el ano. Al rato , como si nada hubiera pasado, saco el termómetro y me subió el slip.

Se sentó en su escritorio y me dijo:

“Mi diagnostico es una inyección oral y otra anal”.

Le dije que estaba de acuerdo con su diagnostico. Dijo que era un tratamiento que había que hacer en el
momento. Yo acepte con gusto , fantaseando con lo que pasaría. Me acostó en la camilla y se paro al lado mío a la altura de mi boca. Corrí su delantal, desabroche su bragueta y le baje el pantalón.
Luego seguí con su slip. Se asomo un hermoso pene de unos 18 cm. Era bellísimo, su forma, su color, su olor.

Abri mi boca y dulcemente comencé a chuparlo. Lo lamí de arriba abajo, de un costado a otro y chupe sus
testículos peludos.

Me sujetaba la cabeza y con cada chupada su miembro llegaba cada vez mas adentro de mi boca. Hasta que eyaculo dentro de ella durante largo rato. Su leche era deliciosa.


Esta es la primera parte del tratamiento dijo. Descansamos un rato hablando de todo un poco mientras
me acariciaba por todo el cuerpo. Después se paro y se dirigió hacia un armario . Saco unos guantes de látex, cremas y condones. Listo para seguir con el tratamiento?, dijo. Claro que si respondí.


Me saco el slip y me pidió que me pusiera sobre la camilla en cuatro. Me abrió los cachetes con sus manos
y me dijo”Esta cerradito el agujerito . Se nota que nunca te vacunaron”. Se puso los guantes y comenzó a ponerme crema por todo el orificio anal. Empezó metiendo un dedo y al rato fueron dos. Los movía
de un lado para el otro en círculos. Esto me producía un gran gozo. Saco los dedos y luego de ponerse el condón fue introduciendo su cabeza en mi orificio hasta que paso. Ahí empezó a bombear. Dolía, pero daba placer.

Me cabalgo largo rato en varias poses. Me besaba y lamía por todos lados. La metió tanto que entro toda y en una de esas embestidas eyaculo dentro de mi cola al mismo tiempo que acababa yo.


Nos vestimos y acordamos continuar esta terapia endiferentes lugares y formas.