Hola, aquí estoy dispuesta a seguir con mi relato. Gracias por los comentarios recibidos.

Como ya les dije, Dani había llegado y yo me encontraba encerrado en la habitación totalmente a oscuras. Tenía un alto grado de calentura y a la vez de nerviosismo, no sabía que me esperaba pero estaba dispuesto a hacer lo mejor posible para conformar a mi nuevo amante.
Los muchachos se quedaron charlando un poco mientras yo escuchaba atrás de la puerta. Beto comentó que ya estaba todo listo y sujirió tomar algo como para romper el hielo. Dani dijo que tenía muchas ganas de estar conmigo y hacerme de todo, Beto se rió y le dijo que sería yo quien le haría de todo. Una vez que se tomaron una cerveza Dani dijo que entraría a la pieza y Beto le recordó las condiciones: siempre con la luz apagada y nada de cosas raras.
Cuando escuché esto me puse en un rincón de la habitación como para evitar la luz exterior cuando la puerta se habra. Dani entró y cerró la puerta rápidamente, saludo y dijo que no podía ver nada, yo le dije con mi mejor voz sensual que no se preocupe y me acerqué a él hasta tocarlo en los hombros, el mostró sorpresa pero se relajó enseguida. Me preguntó cómo me llamaba y cómo estaba, a lo que respondí con un ¡shhh! largo.
Comencé a bajar mis manos por sus hombros sintiendo una contextura bastante robusta, no era mucho más alto que yo pero sus espaldas eran anchas y su cintura dura. Una vez que llegué al pantalón acaricié su pene por encima y esto lo exitó, demostrándolo con el comienzo de una erección prometedora. Seguí con el masaje y me arrodillé lentamente, una vez que llegé al suelo procedí a bajar el cierre de su pantalón, su pene no tardó en asomar ya que a esta altura estaba bastante parado. Pude darme cuenta gracias al tacto que las dimensiones de su miembro eran un poco mayores a las de beto en cuanto al grosor, con una cabeza más grande que seguía creciendo a cada instante. Continué masajendo su pene, quería tenerlo en su máxima expresión antes de metérmelo en la boca. Cuando creí que había alcanzado su tamaño ideal comencé con la chupada.
Ataqué primero sus testículos, lamiéndolos uno a uno e introduciéndolos en mi boca, eran menos peludos que los de Beto así que me gustó más chuparlos, también le propiné una que otra mordidita a lo que Dani respondía con un suspiro.
Una vez que terminé con sus huevos me dediqué a su pene, subí y bajé con mi lengua como si se tratara de un helado, Dani me agarró de la cabeza y me dí cuenta que comenzaba a exitarse hermosamente. Corrí su prepucio y besé su glande dándole pequeñas lamidas, su miembro ya había comenzado a soltar sus jugos, estos eran de un sabor distinto a los de Beto pero igualmente sabrosos. Ya cuando no aguenté más me metí todo su falo en la boca y comencé a masturbarlo con mi boca. Dani que hasta ahora había permanecido en silencio comenzo a pedir que se la chupe y que me la trague toda, me agarró más fuerte del cabello y colaboró moviendo sus caderas, metiendo y sacando.
Estuvimos disfrutando de la mamada por minutos hasta que reconocí cuando ya Dani no daba más, hice círculos con mi cabeza mientras metía y sacaba su pene de mi boca, esto lo enloqueció y me dijo que me daría toda la leche a la vez que eyaculaba, fueron dos descargas muy intensas que me llenaron la boca, no pudiendo evitar que un poco se derrame por mis labios, la tercera oleada fue suabe y espeza. Su gusto era riquísimo pero tuve que tragarlo por no poder retenerlo todo en mi boca. Dani dejó salir un par de gritos de satisfacción lo cual me demostró que habiá echo bien mi parte. Exprimí su pene y le hice algo que me encanta, con la punta de mi lengua lamí su última gota de leche.
Dani se relajó y le dije: recuperate porque si te gustó te espera mi colita, él me dijo que cuando regrese me partiría al medio. Guardó su arma y salió un poco agitado todavía. Yo me dirijí rápidamente a la puerta para escuchar lo que decían mientras disfrutaba del gusto que me había quedado en la boca. Había gozado de la experiencia y como siempre quería más.
Beto le preguntó qué tal la había pasado, a lo que Dani respondió que la chupaba como los dioses y que quería dármela por el culo. Beto se rió y le dijo que tendría que esperar ya que era su turno y también quería fiesta.
Al escuchar esto salí de la puerta y lo esperé ...

Bien, espero que hasta aquí les guste lo que leyeron. Les mando un beso y les prometo continuar ya que la cosa se puso demasiado buena.