Él decano de ingeniería llama a la extensión a Yessenia. Tiene qué conversar urgente e impostergable con ella, vestida con todo y falda del uniforme qué anda sinsin el saco, toca la puerta él decano le habla entra y cierra la puerta con seguro, y avisa qué no te interrumpan qué estás en reunión con él decano ahora mismo. 

Yessenia escucha lo qué tiene qué conversar le serio, urgente e impostergable él mismo decano de ingeniería; respecto a una bola de chisme qué anda rodando desde hace tiempo, qué ha llegado a oídos de recursos humanos qué tú y yo somos amantes.

​Yessenia sé escuda y excusa sencillamente de mí; no sé han enterado ni tampoco he dado muestras evidentes y públicas de mi comportamiento hacia usted. És usted qué no disimula, le he dicho y requete dicho qué sé dejará de esas agarraditas, obvió tocaditas por supuesto sin olvidarme zurraditas por toda mis nalgas, incluso su cabeza por detrás de mis piernas hacia mí nalgas. Sigo por mis glúteos y mucho más qué tengo, qué contaditas sobre todo sentidas corporalmente por usted y solo por usted. 

Él decano qué haremos al respecto. Yessenia le dice no le de oídos ni tampoco pie a éstas habladurías; sé sube la falda sé baja las pantimedias junto con él hilo dental cachetero, sé zurra bien pegada a la pinga del mismo decano de ingeniería, para qué sé la coga qué és él santo alivió hasta desahogo, especialmente medicamento sexual qué le da en persona Yessenia y solo Yessenia entre ustedes y yo hoy por hoy.