-Tres -. Takeru sonrió

Las caricias de Ken en su miembro aumentaron, sus ojos ya estaban cerrados y su expresión era de lo mas erótica

-Dos... Continuó.

-Mmmmmhhhhh...Ken gimió agonizante

-Uno...-. Sonrió Takeru

-Sí... Lo tengo aquí me encanta jugar contigo -. Fue todo lo que Ken pudo decir.

-Cambié de idea. Manos fuera -. Volvió a sonreir, esta vez maliciosamente

-No -. En el fondo no queria decir semejante negacion

-Sí.. Quieres que sea muy reconfortante, ¿verdad mi amor? -. No tenia ningun reparo en decir esa clase de apelativos

Por supuesto que Ken se quitó las manos, pero siguió empujando sus caderas al aire. ¿Hay algo más lindo que un chico pueda hacer?

- ¿Por qué diablos tienes que parecer tan hermoso en la negación? Quiero dejar que te corras, realmente quiero, pero solo mírate ¿Cómo podría destruir eso?

-No quiero detenerme, me haces sentir demasiado, no puedo controlarme, es obsesión -. Su rostro estaba casi al borde de la extenuación del placer, completamente rendido al calor del frotamiento

-Estas cachondo querido, eso es todo, me miras y tus dedos tienen vida

-Esto forma parte de un descontrol insano, aaah... Ahhh... Pero me gusta, lo deseo, de... D... -. No pudo terminar la frase, a cada segundo el orgasmo le atravesaba la garganta sin querer salir

- Lo sé. Lo sé. Y hermoso, no te olvides de hermoso-. Rio y acarició su torso desnudo casi temblando

Ken sonrió aunque se sentía incómodo, lo que menos queria ahora era sonreir

-De acuerdo, Intentemoslo de nuevo

-Mmnnghhh -. Ken gemía el tono de su voz era como el cantar de los ángeles pero agarró su miembro aún totalmente erguido.

-Date todo el amor que mereces, deja que tus manos se amoldeen en tu forma y preparate para la siguiente ejecución esta vez te dejaré que te empapes de todo lo que sientes por mi

Ken se sentía preparado

-Tres -. Comenzó de nuevo la cuenta atrás para la que ahora si, sí habria una buena proyección líquida y erótica, que ya estaba empezando a dar sus frutos con el arqueo de espalda de Ken y los labios siendo lamidos por aquella lengua muerta en agonía

-Me gustan esos dedos de los pies agarrotados cada vez que te acercas al borde

-Me gusta jugar a estos juegos en los que claramente uno es el perdedor

- Dos. Y está claro que serás tú

-Aahhhh-. Ken echó la cabeza hacia atrás, el gemido le estaba atravesando el cuerpo

El juego estaba terminando

- Uno

Lo que venía a continuación era el final del juego atravesando todos los estados de ánimos posibles