Continuamos con el relato titulado "conejillo de india" en donde Yessenia pone a prueba de una manera física porqué los hombres le gusta y le nace públicamente sobrepasarse con todas las mujeres al peñiscarle, tocarle, manocearle, acariciarle y rozarle las nalgas sin darles permiso considerando que es una falta de respeto que no ha consentido ni tampoco lo ha provocado las mujeres.
Adentrandose más en su investigación ahora cuando tienen una romance y una aventura accidental que pasa, por las mentes como los mismos actos de los hombres al tratarlas igualmente abordandolas por casualidad.
Encontrandose en una fiesta congregada por gente madura tomando una cerveza vestida con su falda ajustada y medias de repente aparece un caballero, cortez y de buenos modales entablando una conversación común y corriente con Yessenia. Abordandola al decirle que hermosura de mujer es con razón que la edad le ajusta de mil maravillas regiamente, al sonrojarse un poco le sonrie al agradecerle tan elocuente y atinado comentario que considera personalmente un piropo.
Después de tanta conversación le pone la mano derecha alrededor de su cadera apoyandose al final en todo el múslo derecho lo ve detenidamente, al manifestarle que desea ir a otro sitio más privado que le encantaría hacer el amor. Le informa Yessenia llevemo con todo gusto, compartiremos una pequeña relación que no compromete en absoluto nuestra integridad personal.
Agarrado estrechamente de los brazos dejan el bullicio de la fiesta al entrar en unas de las recamaras de la casa, se acuesta al dejarle que le desabroche la blusa al correrle la falda ajustada, viendo como se entrelaza el momento con tiernos besos, contactos entre ellos, besandola exploratoriamente en su cuello bajando continuamente por su brasier, al oler la fragancia de sus senos voluminosos puntiagudos muy parecidos a unos fructiferos como jugosos melones alcanzando inmediatamente su ombligo al soplarle y besarlo con suma delicadesa como fuera una flor recién cultivada. Le toca y acaricia con suavidad sus entrepiernas, al manocearle con caballerosidad que se merece Yessenia la zona de sus inglés y panti.
Ambientalizandose con dulces palabras y poesía inspiradora por los sentimientos acrecentados por la viva voz del caballero que la abordo en plena fiesta, sintiendose muy querida, muy atraida, muy enamorada, muy deseada y obviamente, muy complacedora ante las peticiones, comportamiento finalmente atesorada por las virtudes que mostramos directamente todas las mujeres que hipnotizamos con nuestras miradas, poces, meneadas de nuestras caderas junto con los muslos ponposas nuestros glúteos, que produce magnetismo animal que nos traten como nos traten, porqué los incitamos a estos actos contra nosotras.