Piadosa Yessenia entra en una celda de un condenado a pena de muerte, con el proposito de darle su ultima alegría y de tener sexo con una mujer. Vestida y engalanada siempre con su atuendo de falda azul oscura entallada, ceñida, apretada y ajustada con la media gris, seacerca hacia el condenado a pena de muerte para que la conozca un poco más sonriendole lo mira hacia abajo al tener la cara del condenado levantada con una sonrisa nunca vista ni apreciada en ningún hombre con que se ha acostado a las espaldas de su queridisimo esposo.
Le sube la falda al desnudarla quitandole la media con el panti al meter la cabeza enteramente en sus entrepiernas al disfrutar la exquisites de lamerle como besarle y comerle de su clitoris llevando rasurado el monte venus totalmente al descubierto. Con una pierna doblada en la misma cama se aferra al mismo camarote a los placeres incalculables y excitantes que es objeto de la pasion del mismo condenado a pena de muerte. Desabrocha la blusa al quitarsela con todo el brasier quedando solamente con el saco puesto lo acuesta al ponerse en posición de perro mostrando la exhibición buenisima de su culo engrosado, gigantesco, voluminoso y coquetoso al tenerla agarrada y acariciando majestuosamente sin parar las dos nalgas de Yessenia. Mientras, le da de mamar sus poderosos pezones para que haga lo mismo se los lame, bese y mame los puntiagudos como voluminosos senos muy parecidos a unos fructiferos como jugosos melones.
Masturbandola y follandola abrazado y entrelazados como fueran un solo al ponerla vibrante y gozadora de muchos polvos juntos por el deseo del condenado a pena de muerte, que se viene fluida y caudalosamente encima de Yessenia. Agarrada fuertemente con la cara pegada al poste del camarote es tomada y penetrada con tal rapidez que no se dio cuenta ni le dio chance alguno para acomodarse Yessenia, al embararse con todo el semén coronado visiblemente en todo sus gluteos pegagosa pero se viene nuevamente el condeano a pena de muerte.
Finalmente se monta como toda una ginete dandole los placeres de correrse y venirse con multiples orgasmos la misma Yessenia sudorosa y agitada como un martini suculento que termina arreglandose y limpiandose toda al despedirse ha sido un grandioso placer servirle y darle su ultimo sexo.