Segura y sin pizca de miedo se atreve a meterse como buscarse con una serpiente dentro de una jaula, disfrutando con una euforia radical también mentalizándose igualmente proponiéndose pasarla a toda onda con un frenesí tan sublime y tan acaecido por la guapísima asistente administrativa quién labora actualmente en la sala de profesores, siendo un reto muy estudiado como cuestionado en su inteligencia lógica y de raciocinio ecuánime como voluntariado en que nadie en su sano juicio la obligaría ni tampoco la sometería ni siquiera la doblegarían ni la dominarían tampoco la amenazarían ni la aterrorizarían al respeto pero indiscutiblemente le salta la curiosidad de la emoción como la adrenalina que corre a galope por todo su torrente sanguíneo. Ubicada la serpiente en sus entrepiernas que se mueve ondulatoriamente arrastrándose al provocarle unas reacciones incontables como deleitosas hasta soñadas además que la van poniendo excitadísima a la par en que su corazón se acelera al momento en sus latidos como palpitaciones pero guardando la tranquilidad, la calma, la serenidad, los temores adversos finalmente dominándose su miedo interior por el acto que esta presenciando como sometiéndose adicional arriesgándose a recibir una picadura del veneno de los colmillos de la misma serpiente; acostada es divino como con la lengua viperina de la misma le pasa por el clítoris al abrírselos con los dedos la misma asistente administrativa en que la penetra en su conducto vaginal al tenerla gimiendo y jadeando fuertemente de todas los sentimientos muy recreados como volcados, en que está mojadita y con un clímax naciéndole y emergiendo con tal pudor tanto por la sensibilidad notoria como lo erótico en que está junto a la serpiente. Al cabo de un rato tiene múltiples orgasmos al venirse con sus jugos vaginales frescos blancos en que se deja encaramarse la serpiente a lo largo de su cuerpo en que excitadísima se la sujeta y aprieta levemente en el centro de sus senos al darse el gusto como la atracción hasta el placer apasionada de follarla con locura en que está desbordante de felicidad en que nuevamente tiene múltiples orgasmos al masturbarse con mucha naturalidad y tan sobriamente que dispara muchos tiros como chorros de jugos vaginales al ensuciarse como embarrarse hasta impregnarse como pringarse ella y la misma serpiente que es como el vibrador natural de la asistente administrativa de la sala de profesores en su primera vivencia y experiencia sexual con animales.