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Comenzaré diciendo que me llamo Susana, tengo 48 años, casada y con un hijo de 23 años que se llama Juan. Diré que vivo en Madrid y por hablar sobre mí diré que mi figura está bien conservada debido a ir al gimnasio, siempre que puedo, mido 173 cm peso sobre 54 kg tengo una talla 110 C de sujetador y, aunque esté mal que yo lo diga, un culo respingón que se me marca casi siempre.
Soy Abogada y tengo un despacho de eso que compartes gastos con otros compañeros, en mi caso cuatro más, tres hombres y otra mujer, y una recepcionista, pero que somos individuales en nuestros trabajo aunque nos pasemos algunos casos.
Todo esto ocurrió hace 2 años y lo contaré tal como ocurrió cambiando algunos nombres y pequeños detalles para evitar coincidencias por si alguien llegará a relacionar algo.
Mi hijo había terminado Derecho y como todos los estudiantes en éste país se ponen de pasantes en algún despacho para aprender bien el ejercicio de la profesión, y claro está, que mi hijo no quería hacerlas conmigo pero si se me dijo que David, un amigo suyo, de toda la carrera, podía ponerse conmigo y así enseñarle y claro acepté. Junto a mi despacho tengo otro más pequeño con entrada directa y también desde el pasillo, yo lo utilizo como almacén pero está montado con mesa, sillón, ordenador…
En fin David llegó a primeros de Junio, Yo le conocía de estudiar con mi hijo claro y se fue acoplando. En la facultad le enseñan poco en la práctica de ejercer la carrera, David era inteligente, siempre me lo pareció, con ganas de aprender y con iniciativa sobre algunos temas que le ponía como aprendizaje, aunque no siempre los resolvía correctamente. Yo luego le revisaba el trabajo y le corregía lo que pensaba, eso nos hacía pasar mucho tiempo juntos revisando en su ordenador o el mío los casos. Tengo que añadir que era atractivo, interesante, bien cuidado, educado, vistiendo bien (en nuestro trabajo siempre se tiene que ir bien vestida) y con interés en aprender. Tanto es así que la otra compañera del despacho, Marta, le ponía algunas tareas también, lo cual me daba un respiro para hacer mi trabajo. Marta es separada y 43 años, los otros compañeros son mayores que Yo.
Pasado un tiempo, recuerdo que estaba en su mesa revisando un trabajo, Yo de pie echada un poco hacía adelante mirando su ordenador y el sentado, le señalé algo con el dedo, alguna frase y él también lo hizo, pero noté su mano como apoyándose en mi espalda muy cerca del culo, seguimos así mientras yo terminaba de ver todo el trabajo y le dije las correcciones que tenía que hacer. Me fui a mi mesa pero sin darle importancia al hecho.
Por la noche en la cama sí que volví a recordarlo, pero me dormí, fue a la mañana siguiente que, quizás soñé con ello, que estaba caliente y, cosa casi inusual para mí, antes de levantarme metí la mano por dentro de mi bragas y comencé a acariciarme, mi imaginación volaba, lo que era una mano inocentemente puesta en mi espalda, bajaba para tocar mi culo, adentrarse por debajo de mi falda y llegar a mi coño y comenzar a tocármelo sin decir nada, con esto tuve un orgasmo brutal que me hizo recordar el sexo que tenía adormecido con mi marido, la rutina había hecho que tuviéramos sexo de estos rápidos y luego un buenas noches hasta mañana, pasando tiempo hasta la siguiente vez.
Al día siguiente en el despacho al ver a David le saludé y en ese instante recordé lo que hice por la mañana pensando en él, eso hizo que sin querer mi sexo despertara. David estuvo como siempre, ajeno a todo mis pensamientos pero yo le miraba y recordaba.
Al día siguiente me desperté pero bajé de nuevo mi mano y la metí por mi braga hasta llegar a mi coño, se humedeció en seguida y ya, en mi pensamiento, no era que bajaba la mano si no que se ponía de pie y me subía la falda para bajarme las bragas y follarme de un forma salvaje. Así pasó, que cuando estaba en la oficina y cada vez que me hablaba y yo estaba sentada en mi mesa mirándole me abría de piernas un poco, él no podía verme por tener una madera por delante la mesa, pero mi sensación era tan fuerte que me excitaba tanto. Con esos momentos construía algo por la mañana en mi cabeza mientras me tocaba, y cada vez me ponía más y más el hacerlo y el tocarme, tanto era que comencé a vestirme con las faldas algo más cortas que hasta entonces, no por la rodilla como hasta la fecha y algunas camisetas o camisas que marcaran mi pecho, aunque eso lo conseguía casi sin querer.
Era Julio y en el despacho hacíamos un comida antes de vacaciones y quedamos en hacerla un viernes y como otros años fuimos todos, los abogados, la recepcionista, David y mi hijo que vino también. Todo fue fenomenal, hablando muchas veces sobre casos y otras sobre la vida, así se nos hizo tarde, tomando alguna copa que otra, aunque alguno se fue antes. Juan y David se fueron juntos, yo termine mi copa con uno de los compañeros hasta que nos despedimos. Cogí el coche y me fui para casa, antes de llegar me di cuenta que necesitaba un expediente para trabajar algo en casa el fin de semana y pensé que seguro que me costaba menos ir ahora que ir a por él el sábado, entonces fui hacia el despacho, entré y me sorprendió que la Alarma no estuviera puesta y la luz de la recepción encendida, antes de cerrar la puerta oir hablar a gente al fondo, más que oir eran como gemidos, cerré la puerta sin hacer ruido y fui despacio, según me acercaba los gemidos eran más audibles y perfectamente reconocibles, eran gemidos de placer, me acerqué a la puerta del despacho de Marta y miré por la rendija que dejaba la puerta semi-abierta y casi me desmayo al ver la situación, era mi hijo y David que estaban con Marta, ella a 4 patas, mi hijo de rodillas y ella comiéndole su polla y David follándola desde atrás diciéndole palabras soeces y fuertes a la vez que mi hijo las repetía o aumentaba. Me fui sigilosamente del despacho. En el coche recordé la escena y maldije a la mal nacida de Marta, que pensaba que podía quitarme mis pensamientos e ilusiones, fui pensando sobre ella de todo: que seguro que su marido la pilló así y por eso se separó, que tenía merecido lo que la decían de puta y zorra… en mi interior me sentía dolida con ella y por ella y traicionada por David, sentí como celos o quizás envidia.
Con todo estos pensamientos llegue a mi casa y busqué una excusa para irme temprano a la cama sola, donde metí mi mano por mi braga y mi pensamiento me llevó a estar en mi despacho follando con David y comiéndole la polla a otro chico, en esos momento fui la Marta a la que le decían guarradas y eso me puso tanto que tuve dos orgasmos casi seguidos.
Durante el fin de semana busqué ropa olvidada más corta que me sentara bien para ponerme y encontré distintas cosas: falda cortas por los muslos, camisas y camisetas ajustadas, un par de trajes chaquetas de hacía tiempo que me quedaba perfectos y cortos.
Desde luego no sería Marta a única mujer con faldas cortas en la oficina.
El lunes me puse una falda de las que encontré y una camiseta rosa con una chaqueta, al verme en el espejo temblaba como una colegiala que pareciera que iba a ver a su novio.
David al verme ese día me miró con más descaro lo noté, mi pecho se marcaba en la camiseta y al ser generoso, llamaba la atención, al igual que mis muslos, tanto era así que dijo algo de la primavera. Yo seguí con mi juego de abrir algo las piernas y fui más veces a verle a su mesa para ver como llevaba todo, notaba su mirada en mi culo al irme, y eso me ponía. No sabía porque, hasta entonces el sexo había ido bien con mi marido, escaso en los últimos tiempos pero no lo echaba en falta solo que al tener pensamientos comencé a recordar lo que era.
Por la mañana del día siguiente mi masturbé de una forma salvaje pensando que me follaban en mi despacho David y otro chico turnándose entre ellos. Y así pasaron unos días con la misma historia de dejarme ver por David, que se notaran mis encantos…
Hasta que llegó el viernes, ese día casi todos se van al medio día es raro que alguno se quede y ese viernes no fue una excepción, solo nos quedamos David y Yo. No quería nada especial, solo seguir con este inofensivo juego, me puse una camisa blanca con un traje chaqueta gris de los dos que encontré y zapatos de tacón, de ropa interior sujetador y braga roja. Por la mañana tuve un juicio y después de comer estábamos los dos solos en el despacho. Me levanté varias veces como hacia durante la semana, me miraba de reojo, los tres botones desabrochados de la camisa hacían el trabajo de insinuar sin enseñar, solo el llamado canalillo se podía apreciar. Me levanté de mi sillón y me puse por delante de mi mesa mirando a mi silla, David podía verme si se movía un poco e hice que miraba y colocaba unos expedientes, me apoyé en la mesa con lo que podía tener una buena visión de mis muslos, estaba que echaba chispas en mi interior. David dijo algo desde la puerta y me llevé un susto, no esperaba que me hablara, con el respingo que dí algunos expedientes se cayeron. David fue a recogerlos y me dijo “ya los recojo Yo”. Me quedé de pie inmóvil, el merodeaba alrededor de mis piernas recogiendo las hojas, una vez metió la mano por entre mis pies para coger unas hojas, notaba mi calentura dentro de mi cuerpo. Él se puso de pie y me fue a dar las hojas yo cogí las misma poniendo mis manos encima de la suya y las llevé hacia mi pecho hasta que el torso de sus manos daban en él, las apreté contar mi pecho, mirándonos a los ojos, él es más alto que yo, aproximó sus labios a los míos y me besó, primero solo los labios, luego noté su lengua en mis labios y los abrí para que la introdujera dentro, después de eso los expedientes cayeron al suelo, noté las manos de David en mi espalda apretándome contra él, sus manos me acariciaban el pelo su boca no paraba de besarme y su lengua de jugar con la mía, bajó sus manos hasta mi culo y me pegó a él, note su polla dura en mi cuerpo, el me sobaba el culo a la vez, subió las manos y me quitó la chaqueta dejándola caer, luego me desabrochó los botones de la camisa, me la saco de la falda, yo tenía mis manos en su cuerpo apretándolo, aferrándolo a mí, no quería que se fuera. El metió sus manos por debajo de mi sujetador y me lo subió, comenzó a sobármelo, a amasarlo, me tocaba los pezones duros como piedras, luego dejó de besarme y bajó su boca a mis pezones que succionó con pasión y glotonería, yo aproveché para quitarme los botones de las mangas de la camisa y así quitármela, la dejé caer al suelo. David entonces me miró con sus manos en mi pecho, luego desabrochó el sujetador y lo tiró luego me miro y dijo
David- eres preciosa, Susana
Me cogió del culo y me besó y Yo a él, también le pasaba mis manos por su espalda, el buscó el botón y cremallera de la falda y la dejó caer, luego metió su mano por dentro de mis bragas llegado a mi coño, mientras nos besábamos el me lo tocaba, me llevó mi cabeza hacia su pecho y me dijo al oído
David- estás toda mojada, Susana, estas cachonda verdad, uh como me gustan las mujeres así de calientes, como perritas.
Sus palabras al oído aumentaban mi lívido, si es que podía estar más caliente de lo que estaba.
David- abre más las piernas que te sobe bien
Yo como una autómata las abrí teniendo en ese instante un orgasmo salvaje, pero eso a él no le importó siguió tocándome, con la otra mano me bajo algo las bragas y después me sobaba con esa mano mi pecho
David- que ricas tetas tienes y que caliente estas verdad, dime te gusta lo que te hago?
Yo no podía responder solo sentía como me palpitaba el corazón a mil por hora y como tuve otro orgasmo aún más fuerte que me hizo temblar las piernas dejándome sin fuerzas, doblándolas y agarrándome a David, el me sujetó. Luego apoyé mi culo en la mesa medio sentada mientras recuperaba el aliento, le miré a los ojos y el a mí, no dijimos nada durante unos segundos, entonces fui a por su cinturón lo desabroché luego su pantalones y los dejé caer, luego su slip se lo quité y le cogí su dura y gorda polla con mi mano le miré a los ojos y me puse de rodillas y me la metí en la boca, le pase mi lengua despacio por toda ella, me la metía en la boca la sacaba, pasaba mi lengua por la punta y la volvía a comer, a la vez le tocaba sus huevos, David tenía sus manos en mi cabeza diciendo lo bien que se lo hacía, que parecía una experta mamadora, que se notaba que sabía hacerlo. No tardó en empezar a eyacular su leche en mi boca, me al iba a sacar pero él me dijo que me la tragara toda que era para mí. Yo nunca me había tragado la leche, ni con los novios que tuve antes, ni de mi marido, pero mantuve su polla en mi boca y me trague todo lo que pude, algo calló por mis labios y a mi pecho. Después de eso me incorporé mirándole a los ojos
Yo- te ha gustado, cielo
David- joder mucho si mucho que bien lo haces
Yo- me alegro, cielo. Voy al baño a limpiarme
Me fui a limpiar, cuando volví David estaba desnudo de pie, llegue y fui con él, me cogió de la cintura y me dijo
David- te has gustado mi lechecita
Yo- bueno es la primera vez que la trago
David- nunca antes?
Yo- nunca
Da- ni a tu marido, corazón
Yo- a nadie, cielo, ya te diré lo que me parece.
En ese momento me quitó los zapatos y luego tiro de mis bragas dejándome desnuda, me dio la vuelta e hizo que me apoyara en la mesa con el culo hacia fuera
David- hoy no te podre follar, no tengo condones y en ese instante comenzó a tocarme de nuevo el coño que se mojó de inmediato.
David- vaya vaya ya tienes el coño mojadito otra vez, que caliente y perra eres, seguro que tu marido no sabe lo perra y caliente que eres, verdad zorra
David- veo que eres virgen del culo, eso tendremos que remediarlo
A mí todo ese lenguaje me ponía a mil, nunca me habían dicho nada igual y en lugar de enfadarme me ponía más caliente, no podía responder solo escuchar
David- ábrete más de piernas zorrita que te toque bien
Y yo abría las piernas sin rechistar
David- si me gusta perra y obediente, creo que te haré mi putilla, tú quieres serlo, verdad zorra, dime
No podía decir nada solo sentir sus dedos en mi coño a la vez que metía un dedo por mi culo, la sensación de ese dedo era nueva para mí, no tardé en llegar dejándome caer en la mesa de lo fuerte que fue.
En ese momento David fue al baño, al volver yo tenía puesta la ropa interior, él se acercó, me besó mientras me quitaba el sujetador luego dejó caer mis bragas y dijo
David- no corazón, ahora no necesitas nada de esto
Le mire y dije
Yo- vale
Me puse el resto de la ropa
David- bueno llévame a casa en tu coche
Eran sobre las 21h y después de vestirnos salimos del despacho
Cogí el coche y me indicó por donde ir, me dijo que aparcara en un sitio y que fuéramos a tomar una cerveza a un pub que había allí donde estábamos, entramos solo había una persona en la barra y el camarero, estaban hablando, no fuimos al final hacia una mesa alta, me sentía desnuda sin ropa interior, David pidió la bebida, la llevó y se sentó en un taburete, nada más hacerlo me llevó hacía él y me dio un beso con lengua a la vez que metía su mano por dentro de la chaqueta y me sobaba por encima de la camisa el pecho
David- que rica estás
En ese momento estuve por preguntarle si más que Marta pero me callé
Todo el tiempo estuvimos besándonos, él tocándome el culo, el pecho, los pezones, algunas veces por dentro de la camisa, por encima mi coñito caliente, diciéndome lo buenas que estaba y lo caliente que era. Ya terminado me dijo
David- vete a pagar sin chaqueta que el camarero vea lo buena que estas.
Yo- no, eso no, voy si quieres pero con la chaqueta puesta desabrochada
David- por esta vez vale pero solo por esta
Me levanté y fui a pagar a la barra, estaba el camarero y dos tios que no pararon de mirarme, desde luego había visto el espectáculo además algo se notaría que debajo de la camisa no llevaba sujetador. Salimos y nos despedimos con un morreo pero antes me irse me dijo David
David- el lunes quiero que lleves condones y que te depiles del todo tu coñito, ahora el pelo no se lleva y yo te daré un regalito.
Le miré y le dije
Yo- bien
Desde luego no estaba en la moda del pelo, ni de muchas otras cosas
Subía la coche y fui a casa
Al llegar casi me fui directa a la cama diciendo que me dolía mucho la cabeza, me costaba trabajo mirar a mi marido a la cara, nunca pensé en ponerle los cuernos pero había ocurrido y la sensación de culpabilidad era una losa en ese momento para mí.
Durante el fin de semana me refugié en el trabajo para no evitar contacto visual, aunque la culpabilidad que tenía no impidió el recordar lo que había pasado y masturbarme o hacerme un dedito como se dice ahora.
Estuve mirando lo sucedido y con la certeza de que esa realción solo me podía hace daño por lo que pensé en el mismo lunes cortar la historia con David.
El lunes me levanté y no tenía que ir a ningún sitio por lo que me vestí de forma más informal, una camiseta de cuello de pico azul, un pantalón vaquero que me marcaba bien el culo, sandalias y busqué el sujetador más sexy negro con una bragas negras de encaje, quería tener un aspecto más joven, aunque mientras me vestía pensaba” si voy a cortar, para que tanto ajetreo con la ropa”
Llegue a la oficina, solo estaba la recepcionista, David llegó a media mañana fue directo a mi despacho y me besó en la boca me hizo ponerme de pie y me tocó el culo diciéndome que estaba estupenda, luego me dio un beso prolongado para después preguntarme que tal el fin de semana
Yo- bien todo bien
David- algún mal pensamiento?
Yo- ninguno
David- perfecto
Se fue a su sitio, yo estaba inquieta esta relación no podía ser buena, tenía la edad de mi hijo. Al cabo de un tiempo me llamó para que viera la respuesta de un expediente, fui junto a él, empecé a leerlo y él mientras me sobaba el culo, me pasaba la mano por encima de pantalón de mi coño, el pecho
David- me gustas más con falda, amor
Yo seguía leyendo pero su sobeteo no pasó desapercibido, sobre todo a mi coño que noté como se mojaba.
Yo- esto tenemos que terminarlo, no podemos repetir lo del viernes
David mientras hablaba se fue bajándo el pantalón y sacando su polla diciéndome
David- cómetela, tiene ganas de tu boca
Tiro de mi mano hasta que la tuve en mí mano y me puse de rodillas mientras que el permanecía sentado, me la metí en la boca, ahora la veía perfectamente, era gorda y grande si mucho, con venas marcadas en ella, la situación era muy morbosa y peligrosa podía pasar la recepcionista y verme allí comiéndole la polla, me centré en hacerlo bien para que llegara lo antes posible, acabó en mi boca tragándome su leche
David- eso es límpiala bien, corazón, toda la leche para ti, que bien lo haces, tesoro
Le pasé la lengua por toda ella y me incorporé, David se me quedó mirando y le dije
Yo- te ha gustado
David- si ha sido estupendo y peligroso, podía habernos visto la recepcionista.
Yo- seguro que ya te la ha comido, cielo
David- a quién? A mí? Para nada
Yo- bueno como te follaste a Marta
David- y como sabes eso
Yo- os vi con ella a Juan y a ti
David- vaya tuviste envidia verdad
Me iba a ir sin responder pero me sujeto la mano y me cogió desde atrás apretándose contra mi cuerpo diciendo
David- no tengas celos, cariño
Me fui de allí a mi mesa pensando que tenía que en lugar de cortar acababa d comérsela, que esto no era sano ni bueno. A los pocos minutos llegó a mi mesa con un paquete que me lo dio diciendo
Da- bueno yo te doy el regalo que te dije le viernes porque sé que tu habrás hecho lo que te dije.
Lo abrí, era un conjunto de un sujetador y un minúsculo tanga.
Da- espero que te guste, si no lo cambias por otra cosa.
Miré el regalo era sensual, nunca había tenido un conjunto así tan sexy, llamativo, ínfimo, pequeño… Abrí mi bolso y saque una caja de preservativos
Yo- toma lo que me pediste, lo otro ya lo verás (me había depilado totalmente los pelos del coño)
Da- lo estoy deseando
Esperamos que se fuera la recepcionista y David vino a por mí me quitó la camiseta, el pantalón todo me sentó en mi sillón y me lo comió todo, por dios, me sentí una guarra allí sentada abierta de piernas para que me dieran placer y me lo dieron bien, grite como una posesa y así con las piernas abiertas me sacó un foto con el móvil, le dije que no pero me la enseño y dijo que no se veía la cara solo mi cuerpazo. Luego se desnudó y sacó uno de los preservativos, se puso de pie y me puso a cuatro patas luego se puso el condón y me la metió de golpe
Da- te gusta asi verdad puta, así se la metí a la zorra de Marta y eso te puso
Yo no respondí, solo sentía como su polla parecía que iba a partirme en dos, las embestidas eran brutales, nunca antes me había follado así de salvaje. Metió dos dedos en mi culo diciéndome las ganas que tenia de abrírmelo.
Tiró de mi cuerpo para arriba hasta ponerme de rodillas pegado a él, me sobó las tetas y me giró la cabeza para besarme en al boca, luego bajó una mano a mi coño y comenzó a tocármelo, con la otra mano mi pecho, su polla en mi coño y el diciéndome al oído verdaderas guarras (te gusta puta, eres mi zorra lo sabes, te follare todos los días guarra…)
No pude más y el orgasmo que tuve fue brutal, fuerte, casi sin poder soportarlo del placer que tuve.
Luego noté como comenzaba a correrse David contorsionando su cuerpo
Me puse a cuatro patas de nuevo, nos quedamos así quietos uno segundo luego el sacó su polla de mi coño y me dijo:
Da- espera no te muevas
Y volvió a sacarme una foto así, como estaba
Luego me fui a sentarme a mi sillón y él se quedó de pie, ya lo veía claro esto había que terminar, ¿Dónde iba Yo así? Con un chico de la edad de mi hijo
Pero no siempre se hace lo que se dice o piensa
Faltaba unos días para las vacaciones de verano
Al día siguiente me puse el minúsculo tanga que me había regalado con el sujetador a juego, una camiseta roja y una falda bastante corta negra y me fui al despacho, antes pase por unas tiendas y me compré ropa interior minúscula, un par de vestidos, alguna falda bastantes corta y camisetas que dejaban ver más de lo deseado.
Estos días, antes de las vacaciones, fueron intensos de trabajo y de sexo. Con la excusa del trabajo llegaba tarde todos los días.
Me metía mano en el despacho y yo a él, salíamos al medio día y nos íbamos a un motel para sacar todo el desenfreno y la lujuria de nuestros cuerpos, volvíamos a trabajar y a cuando no había nadie volvíamos a tener sexo en el despacho. Además tanto se empeñó en meterme los dedos por el culo que la final y con algo de dolor, las primeras veces, me follo el culo, descubriendo el placer de ello.
Durante esos días me hacía vestir corta, ajustada, creo que todos los días llegue sin ropa interior a casa, que me hacía quitar para tomar una cerveza o una copa a última hora. David me hacía pasar verdaderos momentos morbosos, que me excitaban y sacaban a la mujer caliente que estaba adormecida dentro de mi cuerpo. Todos los días me replanteaba mi situación con él pero siempre me decía a mí misma que solo era sexo.
Fueron unos días de desenfreno casi como una adolescente que acababa de descubrir el sexo. Hice todo lo que me decía menos dos: cosas una llamar a mi marido mientras follábamos y otra hacerlo en mi cama, no veía necesario la humillación hacía mi marido, porque además y a pesar de todo Yo lo quería.
Pero llego el momento de irme con mi marido a un apartamento a la playa y dejar todo eso por lo menos durante casi un mes.
A la vuelta……
continuará
invitado-Elver Galarga 19-11-2016 09:59:08
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invitado-invitado 26-03-2016 03:33:04
Me pareció muy exitante |
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