Roberto y yo éramos compañeros de estudios de un Master en la Universidad, éramos además los únicos que habíamos entrado mediante una beca,éramos doce en total; los demás gozaban de una buena posición económica y un alto status social,además de estar todos o casados o con pareja, mientras Roberto y yo veníamos de provincias y aquí no conocíamos a nadie.

Desde el primer momento congeniamos rápidamente, y nos hicimos buenos amigos, salíamos de juerga, conocinos algunas chicas, quedábamos para comer, es decir muy amigos; los estudios duraron dos años, lo superamos con altas calificaciones, casi de las mejores del grupo, los dos éramos muy inteligentes y además muy estudiosos y respònsables, por ello talvez, al dedicarnos totalmente al estudio, poco tiempo le dimos a la diversión y ninguno a tener novia, yo tenía la mía en mi ciudad, y el dijo haber tenido algunas, pero ninguna en serio.

La ceremonia de graduación fué emocionante para nosotros, dispuestos a comernos el mundo de las finanzas, seguro que los demás chicos ya estarían colocados, nosotros teníamos que buscarnosla, sin embargo teníamos toda la ilusión del mundo; al final todos nos fuimos a cenar y luego a una discoteca.

Eran las dos de la mañana cuando decidimos marcharnos, la fiesta no era para nosotros, sin pareja y un poco desubicados, Roberto me sugirió irnos a su piso, los chicos con los que compartía estaban todos de viaje a sus pueblos, así que me pareció buena la idea.

El piso era pequeño, con tres habitaciones, un peuqeño salón y servicios; abrió una botella de wisky de malta de 18 años, que la tenía reservada para una ocasión especial y ésta lo era; empezamos a beber, copa tras copa, hasta quedar totalmente borrachos, era la primera vez, que yo bebía así,él dijo que también, por lo general no nos gustaba el alcohol, ni siquiera la cerveza, por ello caímos ràpido, empezamos a hablar de más y a sincerarnos de tonterías, lo típico de una situación así, hasta que él, me dijo que yo le gustaba, me rei a carcajadas, como de todo lo hablábamos, y le seguí la broma deciéndole, ya y seguro tambien te gustan mis tetas, nos volvimos a carcajear, el se puso serio, me tocó una pierna y me volvió a decir, que era en serio; yo estaba más para allá que para acá, le dije no me jodas, el volvió a decir que le había gustado desde el primer día que nos conocimos, me cogiò la cara con las manos, me dijo te amo y me besó en los labios, la borrachera que levaba encima, no me permitió reaccionar, él sabía que a mí me gustaban las mujeres, que tenía novia, y que aunque respetaba la opción homosexual, no la compartía en absoluto; sin embargo no pude rechazarlo y termine por corresponderle, él me tenía cogido con mucha fuerza, era más fuerte que yo, aún así poca resistencia le puse, su pasión era cada vez más intensa, y esa furia al besar, no lo había sentido nunca, yo acostumbrado a los besos delicados con mi novia, empecé a sentri otro tipo de excitaciòn, el pene se me lavantó, nos abrazábamos cada vez más, él me abrió el pantalon, comenzò a masturbarme, y me llevò mi mano hacia el suyo, era la primera vez que tocaba un pene que no fuese el mío, lo intenso de la calentura hizo que nos despojásemos de nuestras ropas, desnudos frente a frente, con dos penes mirándose totalmente erectos, era algo subrealista para mi formación moral,religiosa y varonil que siempre había sido inculcado; de pronto sacó del pantalón dos condones, se puso el suyo, y me puso el mío, yo seguía alucinándo con lo que estaba pasando, pero o podía ya dar marcha atrás, estaba tambén excitadísimo, él ma seguía besando, me seguía tocando y yo también a él aunque más tímidamente, hasta que me suplicó que se la metiera primero a él, se bajó del sofá en el que estábamos, y se puso sobre la alfombra en posición de cuatro patas, yo no sabía que hacer, cogió mi pene y arrastró con el mi cuerpo hacia su culo, y me dijo métela con fuerza, no pude más y se la metí, me dolió más a mí que a él, en ese instante empezó a moverse, yo sosteniendole el cuerpo por la cintura y las piernas; fóllame con fuerza me dijo, y empezamos los movimientos de meter y sacar, yo con mucha dificultad, por que no se lo había hecho esto a mi novia aún; hasta que no pude más y eyacule dentro del condón, el se retorcia de placer, me basaba ppor todo el cuerpo, le toque el pene y ví que también se había corrido, nos tumbamos en la alfombra, desnudos y sudando el wisky, el se quedó dormido al rato, yo no tenía sueño, la borrachera había pasado y me quedé junto a él un rato ás esperando el amanecer.

Con los primeros rayos de luz del día, me levanté despacio, el roncaba estrepitosamente, me vestí sin hacer ruido y salí de la casa rumbo a la mía.



A la universidad solo quedaba por ir a por trámites administrativos, no cioncidimos ningun día, ni nos llamamos por teléfono, perdimos total y absolutamente el contacto; nuestros planes de ser amigos para siempre, de trabajar juntos, de ser testigos de nuestras bodas y padrinos de nuestro futuros hijos, se fué al traste, ninguno quiso dar el primer paso, y así acabó nuestra amistad; Nunca más supe de él nada, supongo que él tampoco de mí.

Ahora yo estoy casado con la que fué mi novia de toda la vida, nunca se lo dije ni se lo diré sobre èsto; ya tengo dos niños preciosos, y aunque estoy muy enamorado de mi mujer, me siguen gustando todas las chicas.