Eran casi las ocho de la noche de un día domingo, mi tía Carolina, hermana gemela de mi madre, de 51 años, yo de 21. Salió de la ducha, y se puso un camisón de algodón, que le llegaba a medio muslo. En ese momento yo procedí a ducharme también, ella estaba acostada en la cama cubierta por una manta, estaba viendo la televisión, yo tenía un albornoz, y me dijo "ven, acuéstate conmigo a ver la televisión", me metí bajo la manta con la cual se cubría, pero pasaron los minutos, y el rose de su cuerpo con el mío me pusieron cachondo, pasé mi brazo por su vientre, y la abrazé, y poco a poco iba subiendo mi brazo, hasta que una de mis manos, llegó hasta su pecho, lo sentí duro y empecé a jugar con su pezón, ella sin darse vuelta, ya que estaba acostada de lado, y su espalsa pegada a ni pecho, sólo dijo: estate quieto, yo seguí jugueteando con su pezón y la pija se me paró, y se la tenía arrimada a su trasero, el camisón de ella se le había subido y empezé a acariciarle las nlagas y los muslos, ell abrió sus piernas y llegué a su panocha, no tenía ropa abajo, su chocha empezó a humedecerse, su respiración ya estaba agitada, y me volvía a decir que, me estuviera quieto, pero pegaba más su trasero a mi, se dió vuelta abrió mi bata, y me agarró el pene, y me dijo hijo, te siento más larga y gruesa la pija, se bajó y empezó a chuparme suavemente la pija, le dí vuelta y quedamos en un 69, se volvió colocar de espaldas a mi, y se acercó la pija a la entrada de su panocha, y empezó a moverse suave, y mi pija, empezó a entrar despacio, su cuca estaba estrechita húdeda y caliente,sentí lo rugosito de las aredes de su cuca, y me fui al fondo, lentamente entraba y salía, ella me apretaba con su vagina, empezó a moverse más rápido, le saqué la verga, y me subí sobre ella, y empezé a cogerla de nuevo, ella me decía que era una pijota enorme y rica, se vino en tremendo orgasmo, y luego me corrí dentro de ella, nos abrazamos y nos dormimos, en la madrugaa cuando se despertó yo ya le tenía ensartada la verga al tope, empezó a mover sus caderas y casi juntos nos corrimos. Nos quedamos quietos y ella me dijo, si supiera mi hermana de las cogidas que nos hemos dado, y le dije que mi madre ya lo sabía, porque una vez me lo dijo cuando estábamos desayunando, que en la noche anterior, me vió entrar a la habitación, y oyó los jadeos de ambos.
uuufff que caliente relato