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Categoría: De Fiesta

Con mi prima en su boda

Patricia, era mi prima hermana, somos hijos únicos de dos hermanas muy unidas; lo que hizo que creciésemos como hermanos, y compartamos desde pequeños toda clase de vivencias, habíamos cultivado una amistad y una complicidad, que en determinados momentos hasta nos leíamos el pensamiento, porque nos conocíamos a la perfección, y sabíamos o intuíamos lo que nos estaba pasando mutuamente.

Sin embargo, cuando llegamos a la pubertad, doce o trece años, aunque yo era un año mayor, ella empezó a desarrollar más rápido, dejándome casi como un hermano menor; yo que la empezaba a mirar cada vez más como mujer, que como hermana, nunca pude atreverme a decirle nada ni intentar nada por mi extremada timidez, y mi miedo al rechazo; algo que no lo podría soportar; por ello me limitaba a experimentar fantasías sexuales viéndola en las fotos; y empecá a masturbarme pensando en ella y en que la estaba follando casi todos los dias.

Seguímos compartiendo algunas confidencias, aunque no ya tanto como cuando éramos más pequeños, estábamos cambiando, ella se ponía cada vez más guapa, y yo me la tocaba cada vez más; estaba entrando en un terreno peligroso, obsesionado por ella, no me interesaba ninguna más, sin embargo seguía sin decirle nada.

De pronto llegó lo que me estaba temiendo; su primer novio,lo peor fue que ella misma me lo contó, con pelos y señales, estaba enamóradísima, él era amigo mío, y yo debía de demostrarle mi alegria por su felicidad; tuve que hacerlo y luego ir a casa a llorar, romper las fotos con las que me había autocomplacido, y tomar la decisión de olvidarla; fácil decir, imposible hacerlo.

Con dieciséis años, había tenido mi primer desengaño amoroso, y ella ni se había enterado; luego terminé el colegio, accedí a la universidad, conocí a una chica, me enamore, creo; dejé la masturbación, y empecé a llevar una vida más normal; aunque Patricia siempre estaba en mis pensamientos, y en mi casa claro, por que seguíamos siendo primos, amigos, y nada más.

Pasaron los años, ella entró a trabajar en un banco al acabar el colegio, no quiso estudiar más; yo había terminado medicina, cunado me enteré tambien por boca de ella, que se iba casar con el chico del banco, con el que salia ya más de tres años; los fantasmas del pasado volvieron a mi mente, aunque esta vez, ya estaba preparado, sabía que ocurriría tarde o temprano, y que no me afectaría ya como a los quince años.

El día de la boda, todo se desarrolló estupendamente, despúes de la Iglesia, la cena y despues la fiesta; yo disimuladamente, había evitado estar a solas con ella, ni siquiera la saque a bailar, no quería verla tan cerca mío, y lo estaba logrando; todos lo estaban pasando de vicio, comiendo, bebiendo, bailando; yo estaba ya por retirarme, había ido sin pareja, comido poco, bebido algo más y bailado nada; fué entonces cuando la ví aparecer delante de mí; eran las cuatro de la madrugada, la fiesta estaba en todo su esplendor, el novio bebiendo con una panda de amigos por un lado; y yo temblando al verla venir, tan bella, con ese traje tan precioso, parecía una diosa, llevaba una diadema en la cabeza, había bebido algo más también; llamó al camarero que pasaba y cogió dos copas, y me obligó a beber de un solo tirón, ella hizo lo mismo y acabó aún antes que yo, era wysky puro, y del bueno,que casi me deja fuera de combate, reaccioné al instante, cuando me cogió del brazo y me pidio la llevase a bailar, era una canción lenta en Inglés, me tomó del cuello, y yo de la cintura, se pegó a mí, yo empecé a sentir el crecimiento veloz de mi miembro, parecíamos dos novios; todos nos conocían y sabían que éramos más que hermanos, por lo que nadie tendría nada que decir; de pronto en medio del movimiento de nuestros cuerpos al compás de esa cadenciosa melodía, me suzurró al oído unas palabras tan dulces que decían, si me apetecía acompañarla a la habitación del hotel, que ya quería cambiarse el vestido y ponerse algo más cómod, que la juerga iba a continuar todavía por varias horas más; al oir ello, me quedé líbido, sin saber que decir, que pensar, si terpretar como una cosa o como otra; ella con toda la naturalidad que le daba el alcohol que se había bebido, al ver mi cara de nosé qué, me dijo: no me mires así somos hermanos, y quiero que esta noche seas tú quién me quite éste cosa que ya me está molestando; sin pensarlo, y con el pene por las nubes, contesté: pues claro nena, con mucho gusto; nos dirigimos a la escaleras, nadie creo advirtió nuestra huída, todos estaban a sus cosas y a sua bebidas, incluido el novio.

Ya dentro de la habitación puso el seguro interior, se dirigió a la cama y me dijo; me quitas ya el traje cariño?, enseguida sin esperar, comencé a desvestirla, a la vez que la besaba por el cuello, y la boca, me iba quitando mi traje también, ella estaba totalmente entregada, en nosé cuentos minutos de bastante trajín, ya estábamois desnudos completamente, acariciando nuestro genitales, besandonos por todo sitio, tocándonos todo lo que se puede, gimiendo ante tanta lujuria y excitación, nunca la había visto así desnuda, y en mis brazos, era lo que siempre soñé y lo que ya pensaba que jamás ocurriría, le dije que laºamaba, que había deseado tenerla durante toda mi vida, me contestaba que lo sabía, que ella también lo sentía, nos seguimod tocando cada vez más, hasta que dijo, métemela con fuerza, demuestrame que eres mi hombre; cogí su cuerpo y mi polla, y de un solo impulso la penetré con saña y desesperación; ella lanzó un grito, le pedí perdón, me dijo que siga así con fuerza, así lo hice, y empezamos a follar, con movimientos bruscos y fuertes, ella se desesperaba de placer, me gritaba que quería más, que era mi puta, y yo le decía te amo puta mía, serás mía y de nadie más, estábamos totalmente fuera de control, me arañaba por toda la espalda, me daba palmadas en e3l culo cada vez más fuertes, eso me ponía aún más cachondo, me dijo que la pegara en el culo y lo hice, quería más fuerte, y lo hice, gritaba cada vez más, la fiesta seguía en laºplanta de abajo, seguíamos follando, yo cada vez aguantaba más, ella pedía más sexo y violencia, nos dimos en todo el cuerpo con fuerza, nuestros cuerpos estaban ya enrojecidos por la furia de nuestras manos, queríamos destrozarnos mutuamente, hasta que llegó el semen, se lo vacié dentro de su vagina totalmente, nunca había producido tanta leche junta, seguí metiéndosela con la polla ºhasta que ésta no pudo más, y nos quedamos tumbados uno al lado del otro por minutos, luego me levanté me fuí al servicio, me vestí, le di un beso en los labios que todavía latían de placer, y salí de la habitación, de la fiesta, del hotel y de su vida para siempre

Ella se fué en viaje de novios, yo hacia mi primer destino como médicoº en una provincia; después de verios meses, al volver a casa, mi madre me comentó que mi prima Patricia estaba embarazada, y además añadió, que muy bien, que casi fué inmediatamente despúes de casarse; a lo que yo le dije, de repente fué el mismo día de la boda; también es posible porqué no, concluyo.
Datos del Relato
  • Autor: Aberto
  • Código: 16729
  • Fecha: 30-05-2006
  • Categoría: De Fiesta
  • Media: 5.06
  • Votos: 31
  • Envios: 0
  • Lecturas: 8871
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