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Categoría: Maduras

Con la madre de mi mejor amigo en el lavabo.

Aquí vengo otra vez con una historia, breve, pero intensa de la puta de la madre de mi amigo. La que nos robó dinero y ahora, a cambio de mi silencio, la utilizo de juguete sexual cuando estoy cachondo. Ella es alta regordeta , pelo castaño largo y unas tetas que llaman la atención. Éste encontronazo ocurrió hace poco, y fué totalmente fortuïto. He de decir que llevaba semanas sin quedar con ella ya que llevaba una racha bastante buena en cuanto a mujeres y no necesité llamarla, pero al ser inesperado el morbo me provocó y caí de nuevo. Esataba trabajando en mi negocio cuando se nos acabó un producto indispensable para poder servir a nuestros clientes, justo en ese momento no teníamos mucha faena así que fuí rápidamente a un centro comercial que hay en el mismo pueblo. Aparqué y entré lanzando el cigarro que llevaba en la boca justo en la puerta del supermercado, al hacerlo me pareció ver de lejos el coche de Teresa y me acordé de ella y de sus tetas. "Mmm que tetas tiene la cabrona, tengo que llamarla pronto" pensé notando como mi polla presionaba mis vaqueros al pensar en aquello pero pronto se me fué de la cabeza y dejé de pensar. Estaba yo inmerso en mis pensamientos de compra cuando me agaché junto a un estante para mirar los productos situados en el suelo



- Hombre! Dichosos los ojos!



Alcé la vista y entre dos imperiales tetas vi la cara de Teresa mirandome con alegría. Llevaba unos tejanos ajustados azul oscuro y una blusa lo suficientemente ceñida para que se le marcaran sus poderosas tetas.



- Hombre!- alcancé a decir incorporándome sin poder quitarle la mirada de sus tetas



- Que pasa que ya no me necesitas para descargarte cuando vas cachondo?- dijo ella sin bajar demasiado la voz



- Shhht! Mas bajito Teresa, ¿No querrás que todo el mundo sepa que eres una chupa pollas?- le dije yo asegurándome de que nadie nos escuchaba



- Lo que quiero es volver a tener tu polla en mi boca y tu semen en mi cara, me deja la piel muy suave- dijo acompañándolo de una sonrisa pícara



Como podréis comprender mi pene estaba mas que despierto y el simple hecho de que podía hacer que me la chupara allí mismo me puso a mil.



- Quedamos en el lavabo de mujeres ahora, entra tu primera y cuando estés segura de que no hay nadie avísame por whatsapp.- dije yo cada vez mas cachondo



- Mmm al final voy a tener ración de leche- dijo agarrándome del paquete antes de girar sobre si misma y alejarse por el pasillo.



Yo fuí en dirección contraria intentando disimular pero sin querer iba acelerando el paso. Me dirigí hacia la caja y me puse en la cola, 4 o 5 colas mas allá estaba ella, vi como pagó y se dirigió hacia la zona de los lavabos. A mi aún me quedaban cuatro clientes por delante y la espera se me estaba haciendo eterna. Pasados unos minutos larguísimos pagué con la mente en otra parte y mi polla ganando terreno en mis calzoncillos, me dirigí hacia los lavabos en lo que noté como vibró mi movil.



"Esta todo despejado, te espero con la boca abierta"



Totalmente ido entré en el lavabo y me dirigí a la única puerta que estaba cerrada, golpeé dos veces la puerta con los nudillos y me empecé a desabrochar el pantalón. Ella abrió el pestillo y yo empujé hacia dentro, al abrir la vi sentada en la taza desnuda de cintura para arriba, aquellas tetazas caían majestuosamente, ella me miraba pícaramente con la boca abierta lamiéndose los labios.



- Sí que has tardado



Yo no contesté simplemente me saqué la polla bastante morcillona y se la acerqué a su cara ella la admiró y me besó en mi pubis rozando su suave mejilla por mi capullo, me encantó asi que empecé a restregarle mi polla por toda su cara, me ponía a mil y a ella parecía gustarle también,  ella me colocaba la polla en su mejilla y con su mano se la apretaba contra ella, literalmente me estaba follando su cara. Pasados unos minutos en los que restregué mi creciente polla por su rostro, adquirió su máximo tamaño. Ella la miraba deseosa.



-Hoy haremos un cambio,- le dije- hoy mi polla es tuya para que te la comas sin que yo pueda tocarte.- y aparté mis manos y me las puse detrás de la cabeza.



-Te aviso que será intenso- dijo antes de darme un profundo y juguetón beso en el frenillo.



-Me gusta intenso, chúpamela zorra, como si fuera la última polla del mundo.



Ella me hizo caso rápidamente y engulló mi miembro, noté su garganta en mi capullo, lentamente y disfrutando del momento se la sacó de la boca, me la cogió con las dos manos y como si fuera un tesoro la besó babosa y apasionadamente de arriba abajo, se la restregaba por las mejillas mientras me pajeaba para volver a cruspirsela hasta el final, de vez en cuando parecía mordérmela con los labios sin dejar de pajearme cada vez mas rápido. El hecho de que no fuera yo quien llevara el ritmo hacía una locura de aquello.



-          Póntela entre tus tetas, me encanta follármelas- dije yo apurado



-          A mi me encanta sentirla bien dura cerquita de mi corazón.



Con una mano se cogió un pecho y con la otra empezó a golpear y frotar mi polla por su pezón, era muy suave y blandito, y con cada sacudida se movía deliciosamente como gelatina. De golpe la soltó y se quedó a un palmo de ella disfrutando de esa vista, a los pocos segundos la volvió a engullir hasta la garganta sacudiendo la cabeza violentamente dándome gargantazos en mi capullo, se la sacó lentamente saboreando cada centímetro de mi verga y re chupeteando la punta, se incorporó y se la colocó en su canalillo y las apretó bien fuerte, mi polla estaba bien aprisionada entre sus tetas, y parte de mi capullo sobresalía por arriba, empezó a moverlas de lado a lado y a hacerlas botar con mi polla en medio, re chupeteó mi capullo y escupió para que lubricara, me miró con cara de niña el día de su cumpleaños y empezó a moverse de arriba abajo, esas tetas son una maravilla, mi polla se abría hueco entre esos dos prodigios lubricada por la saliba de Teresa que provocaba unos ruidos muy guarros pero muy morbosos a la vez. Me motivé y empecé a bombear cada vez más fuerte contra su pecho, ella que seguía sentada en la tapa del lavabo apenas podía contener sus tetas que vibraban como un terremoto con cada choque de mi polla, al final se le escaparon de las manos.



-No me dejas que te las ponga bien, menudo ímpetu- se quejó ella



- Juntalas con los brazos



Me hizo caso, dobló los brazos y con ellos se apretó una teta contra la otra, parecía que iban a explotar, el canalillo era ahora más largo así que acerqué mi capullo hacia la parte mas baja y con un movimiento de cadera recorrí aquella línea del pecado, mi capullo lubricado una teta de la otra a medida que subía para dejar que volvieran a su lugar al bajar, ella me miraba fijamente a los ojos disfrutando del momento, yo noté que me iba a correr, sin avisar la saqué de entre sus tetas le cojí por el pelo hacia abriéndole la boca y me corrí en su boca y en sus mejillas, fue una corrida abundante y espesa debido al calentón que me había provocado la muy puta, mi polla quedó colgando morcillona con un hilo de semen que ella cazó rápidamente con su lengua, degustó todo el semen que quedaba en mi capullo y para acabar se comió literalmente toda la corrida que tenía por la cara todo sin dejar de mirarme con cara de auténtica guarra.



-          Esta buena mi corrida?



Riquísima, deberías embotellarla.


Datos del Relato
  • Categoría: Maduras
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