~~Hola Soy nueva
aquí, y me gusta mucho escribir, he leído mucho, y aunque
mi experiencia no es mucha, a la que le encanta platicar y comentar
las cosas que hace, dice y piensa Voy a empezar con esto Hace tiempo,
cuando el nuevo esposo de mamá vino por fin a vivir a la casa,
empezó una aventura, que no creí capaz de imaginar aún
en mi mente retorcida Llevaba ya tiempo de vivir aquí, mi mamá
por fin lo había convencido de que se casaran, y lo idolatraba
y complacía en todos y cada uno de sus caprichos sin jamás
contradecirle, para evitar que nos fuera a abandonar como papá,
así que para ese momento ya me había olvidado por completo
de su presencia y trataba de evitarlo al máximo, hasta aquella
noche, en la que hizo un frío muy fuerte que creí que
mis pies se congelaban bajo la cobija, así que me enrollé
en ella y me dirigí al pasillo a traer una cobija más
gruesa Empecé a oír ruido, pensé que sería
que mamá no podía dormir y tenía la TV encendida,
y caminé despacio hacia su cuarto y me asomé despacio
y sin hacer ruido, y fue cuando lo escuché a él
Calla mujer, calla, vas a despertar a los vecinos le decía
con voz entrecortada, mientras mamá no dejaba de sollozar..
Me armé de valor por lo molesta que estaba con ese hombre que
estaba regañando a mi mamá, que la callaba, pero pues
algo le había hecho donde mi pobre mamá se quejaba de
esa manera, abrí la puerta un poco más y vi por primera
vez en mi vida lo que era tener relaciones sexuales, pero que brutalidad,
tenía a mi madre con las piernas en sus hombros y la sujetaba
por las caderas, y le daba unas embestidas como si quisiera clavarla
a la pared, y ella no dejaba de gemir a cada empujón de él
El olor en el aire era extrañísimo para mí, entre
salado, fuerte, no sé como, y yo ahí parada en la puerta
sin decir nada y sin que ellos concentrados en lo que estaban dejaran
lo suyo y se percataran de mi presencia En eso mamá empezó
a sacudirse y a gritar más fuerte y me eché atrás
para que no me viera, me asustaba pero me mataba de curiosidad, el
empezó a pegarle en las nalgas y le decia, sí, así,
mójamelo, y ella jadeaba pidiéndole una vez que parara
y otra vez que siguiera con su martirio, hasta que el saco su miembro
y de una vuelta rápida, quedó boca arriba, pude admirar
su verga, me impactó ver cómo era en realidad un pene,
no lo puedo negar, el era moreno, pero su verga, no se diga, gruesa,
parecía un palo arrugado, con una cabeza gorda y negra, azulosa
por el contraste de la luz de la TV que la iluminaba, y brillante,
lustrosa Dio la orden a mamá de que lo montara y vi como ella
iba introduciéndose lentamente aquella cosa que parecía
herirla más que hacerla feliz, pero su cara me decía
que le gustaba, y yo ahí parada, viendo todo, el frío
se me había olvidado y me invadía una sensación
de calidez extraña, que no había sentido antes, mientras
veía como mi madre lo cabalgaba, una y otra vez, diciéndole,
suplicándole que le permitiera parar, mientras él apretaba
sus pechos entre sus manos, y besaba sus pezones, y le decía
que lo exprimiera, que la quería llenar Vi a mamá estremecerse
entre las manos de él, y vi como el se sacudía violentamente
dentro de ella, haciendo un ruido al unísono de placer extremo,
un sonido que no había oído antes y que me hacía
sentir nerviosa, emocionada, extasiada, asustada Sin poder más,
di la vuelta y me dirigí a mi cuarto, sorprendida, excitada
ante tal evento, corrí a mi habitación procurando hacer
el menor ruido posible y me aventé a la cama, tapándome
hasta la cabeza, mi respiración estaba agitada y mi cuerpo
estaba tibio, estrujé una almohada contra mi pecho, y me inundó
una sensación agradable, empecé a recorrer mi cuerpo
con la almohada, apretándola contra cada parte de mí
con firmeza y suavidad, al momento, eran mis manos las que recorrían
mi cuerpo, y me ocasionaba un placer enorme sentirme, me animé
a meter la mano bajo la blusa de mi pijama y sentí por primera
vez mis pezones duros, mis senos esponjados, de mayor tamaño
que de costumbre, y empecé a frotarlos, primero de forma circular,
como masajeándolos, y cada momento un poco más fuerte,
a sentir un poco de un dolor placentero al pellizcarlos suavemente,
mi cuerpo quería más y mi respiración se tornaba
a cada momento más agitada, ya había empezado y no había
vuelta atrás, estaba en el punto en el que ya no piensas, sólo
sientes Saqué la blusa para darme comodidad al acariciarme,
y a lo lejos seguía oyendo los gemidos de mi padrastro con
mi madre, y eso me estimulaba aún más, así que
baje una de mis manos a mi coño, y toqué mis vellos,
nunca he sido velluda, pero mi coño cuenta con un buen rollo,
de pelitos suaves, color café castaño, sedosos y no
muy largos, los empecé a acariciar, dando giros sobre ellos
con la palma de mi mano, como si tratara de arremolinarlos, y eso
me hacía sentir TAAAN BIEEEN, como en un sueño, como
si volara, y de repente, como que dejaba caer con descuido un dedo
sobre la cortada de mi coño para incrementar la sensación
Mi pantaleta estaba muy ajustada y no me permitía el movimiento
libre, así que me destapé de cobijas y pudor, y empecé
a acariciarme al aire libre, el frío en ese momento, no siquiera
existía en el mundo de placer que estaba descubriendo y en
el cual me sumergía más a cada segundo de tocarme, no
noté que mi respiración era ya alta, que mis jadeos
empezaban a igualar los de mi madre, y que también empezaba
a menear las caderas al ritmo de mi mano sobre mis vellos, me decidí,
abrí las piernas tanto como pude y las jalé hacia mi
pecho emulando la posición de mi madre con mi padrastro, y
dejé abierto a todo mi coño, mi clítoris inflamado,
que aunque es pequeñito y de un rosa clarito, se notaba a la
perfección sobresaliendo de mis labios, que son delgados, y
finos, empecé a frotarme con la mano derecha, mientras el brazo
detenía mi pierna sobre mi pecho, y el brazo izquierdo detenía
la pierna izquierda, y mis dedos abrían mis labios para permitirme
un mayor acceso al área de mayor placer Seguí con mis
movimientos hasta que sentí que unos espasmos recorrían
mi cuerpo, empecé a segregar un líquido de mi vagina,
y mis gemidos ya eran perceptibles yo creo hasta el piso de abajo
de la casa, y yo sin pensar en eso, disfrutando, sin pensarlo más
y en ese sopor en el que me encontraba, introduje el dedo medio en
mi vagina, qué dolor tan agradable, sentí como mi canal
vaginal se iba ensanchando con la entrada de mi dedo y aunque sentía
algo de ardor, no me detuve y seguí con mis movimientos No
me percaté de que los ruidos de la habitación tenían
mucho tiempo de haber terminado, y que inclusive mi madre había
tomado una ducha y se había quedado profundamente dormida,
y ahí estaba el, parado en la puerta de mi cuarto, con una
gruesa bata de baño que se había abierto por la erección
de su verga, que estaba a todo lo que daba, y que se había
levantado firme por presenciar mi espectáculo, no dije nada,
hice como que no lo vi, y seguí de piernas abiertas, dejándolo
apreciar como mi dedo me cogía, yo clavé mis ojos en
los suyos y seguí satisfaciéndome, llenándome
de placer mientras lo observaba observándome, no aguantó
más y empezó a masturbarse desde la puerta mientras
me observaba, seguí concentrándome en darle un buen
espectáculo, y y en apreciar el mundo de nuevas sensaciones,
logré orgasmo, tras orgasmo hasta verlo desfallecer de placer
mirándome y no pudo más, se abalanzó con la verga
en la mano sobre mí, clavó su estaca en mi coño
y me desvirgó sin más, yo me aferré fuertemente
a su espalda y lo apreté sobre mí, mi estrecha vagina
le dificultó la entrada, pero no cejó en su empeño
hasta que me hubo clavado por completo, no decia nada, sólo
se movía como animal en celo, y no apartaba la mirada de mis
ojos como buscando un reproche, una reacción mía, y
yo me aferraba aún más fuerte a su espalda, hasta que
lo sentí estallar dentro mío, con un grito como de desahogo,
de dolor, de placer, y sentí como el dolor que me había
provocado, se tornaba en un cálido sentir, me arremetió
un sueño y un cansancio que no había sentido antes El
se quedó callado, sobre mí, descansando, y yo no me
movía, no hacía por decirle que se marchara, hasta que
le confesé como con pena
Es mi primera vez y con una sonrisa pícara, me dijo irónicamente
de verdad, si no me dices no me hubiera dado cuenta Te parece que
guarde el secreto a tu mamá de que ya no eres su hijita casta,
y que tú me guardes el secretito de que fui yo? Asentí
sólo con la cabeza, y él se puso de pie y se dirigió
al baño y de ahí a dormir con mamá, no hubo más
que decir, no hubo más que aclarar, al día siguiente
me paré muy temprano, cambié mi ropa de cama y la eché
al cuarto de lavado, bajé a desayunar, y ahí estaba
él, con una sonrisa lasciva, que me ponía a mil cada
vez que me miraba caminar, y la cual no le había mirado antes,
desayunamos y su mano rozó la mía con discreción
a espaldas de mamá
Te parece que pase hoy por ti al colegio? Mamá volteó
sorprendida y yo dije bueno, si te toca de paso sabiendo para mi
fortuna que esto no había acabado la noche anterior