"Llevo viviendo cinco años en la casa de mi suegro y su hijo es muy irresponsible. Me llamo Cyntia y mi historia va así."

Convencida de que mi esposo -si se le puede llamar esposo- me trajo a vivir con mi suegro bajo las promesas que despues nos mudariamos a nuestra pieza, pasan cinco años y no se ve nada de lo prometido. Mi suegro lo sabe y en ciertas ocaciones mi suegro le ha llamado la atencion a su propio hijo "Debes de aprender responsabilidad carajo!" asi mismo mi suegro le decia a Miguel, pero este por un oido le entraba y por el otro le salia. Mi suegro es celador de una compañia al cual trabaja de noche y en los dias libres se va al campo a recoger frutas o vegetales para la casa. Mi suegra llevaba un par de años de fallecida y sin querer me encontre que yo le cocinaba a Don Miguel, padre de mi esposo. Me decian que esa no era mi obligacion, pero mi suegro se portaba muy bien conmigo y trabajaba como un hombre. Llegue a quedar sin calzones y comence andar sin calzones sin que nadie lo supiera. Me vi en el espejo y no crei hasta que grado bajo de humillacion me habian hecho caer. Mis amigas que me habian advertido sobre Miguel jr se habian alejado de mi y a mis veintisiete años me sentia en la mierda.

              Un amigo de mi suegro me ofrecia dinero a cambio de un polvo y estuve muy cerca de hacerlo porque apenas me hablaban de berga los deseos de mi cuerpo despertaban de inmediato porque lo sentia en mi cuerpo. Sabia que Miguel jr jodia con otras mujeres del barrio. Mi suegro me detuvo a no coger con su amigo cuando estaba a punto de hacerlo y me decia que no lo hiciera. Me iba al baño y comenzaba a tocarme hacia mi misma hasta lograr satisfacerme. Salia del baño y ahi estaba mi suegro que me miraba con ojos de juzgamiento. Creo que sabia lo que hacía. Mis ojos comenzaron a ver al suegro y me preguntaba cosas sobre él acerca de su juventud. Mi suegro dormia en un cuarto adyacente que habia construido a la casa y se alumbraba con una lampara de aceite y me decia que a él no le gustaba el modernismo.

              Una noche comence a sentir una tembladera por todo el cuerpo que senti miedo y le pedia a mi suegro que no fuera a trabajar para que se quedara conmigo. Fue al trabajo y regreso a la casa dos horas mas tarde y me decia que me cuidaria, pero en su cuarto. Me hacía un te y la tembladera continuaba en mi. Me armaba de valor y le decia a mi suegro "Yo creo que esto es por falta de hombre" mi suegro se hizo el sordo y no vi expresion en él. Yo seguia temblando y le dije que fuera a buscar a su amigo porque yo lo habia decidido hacer-coger- con tal de parar esa horrible tembladera. Sabia que mi suegro estaba en no saber que decidir y me decia que iba salir a buscar a su hijo para que me topara -cogiera- y le respondia a él que su hijo ya valia mierda y que mi cuerpo no lo queria a él sino la berga de otro incluyendo la de él.

             "Animese Don Miguel o es que no le llamo la atencion...estoy facil para ud que ni calzon llevo conmigo, pero sacame este mounstro de deseos de coger que me tiene temblando o es que ud tambien es como jr". Mi suegro me respondia fuerte de que no lo comparara con su hijo y le agarre su berga de manera sospresiva y la tenia lista...dura y gruesa. Mi suegro apago la luz de la lampara y regresaba a la cama y me decia muy quedo a mi oido "Ponte boca abajo y no quiero escuchar palabras de tu boca, ni tampoco quiero escandalos en la casa" me puse boca abajo y de una vez sentia que me enchufaban la panocha. De inmediato sentia el cambio en mi cuerpo y me relaje abriendo mas la piernas y sentia como entraba y salia la berga de Don Miguel que me hacía suya. Poco a poco sentia que revivia mi vida hasta que el suegro me hacía correr. Don Miguel sabia que me había hecho suya cuando escucho mis gemidos al momento de mi corrida. Esperaba a que se corrieran en mi y me quedaba quieta para que Don Miguel se deleitara en mi porque sentia que me deleitaba al cogerme y tomandome de mi cintura me afianzo para no dejarme ir enterraba su fierro a lo mas profundo de mi panocha y descargaba toda su leche acumulada que llevaba rezagada por no sé cuantos años. Considere que ha sido uno de mis mejores polvos de mi vida que me hayan echado. La tembladera de mi cuerpo desaparecio despues de ese mar de leche que salio de mi y desde entonces siento mas placer con los hombres maduros. Don Miguel no quiso quedarse conmigo por la manera en que yo habia llegado a su casa. Hoy vivo con un maduro que lo encontre sin responsabilidad alguna y la pasamos muy bien. Que viva el sexo siempre y cuando se haga con responsabilidad.