Busqueda Avanzada
Buscar en:
Título
Autor
Relato
Ordenar por:
Mas reciente
Menos reciente
Título
Categoría:
Relato
Categoría: Confesiones

Como ser cornudo ayuda a vivir mejor

Como ya conté en anteriores relatos, con mi anterior mujer, Patricia, aparte de disfrutar de ella y su vida sexual, disfrutábamos del nivel de vida que nos daba su amante histórico y sus andanzas con el gerente de mi trabajo, que se veia retribuido con mejores oportunidades laborales, el coche simpre nuevo que le mantenía su Director, el mantenimiento de nuestro departamento, etc.



Después de quedarme viudo y tener que  rehacer la vida afectiva, formalice matrimonio con mi amada Karina, de 22 años en ese momento. Como ella fue superándose en su trabajo ya lo conté, ahora voy a narrar como me ayudó a mi mejorar en mi trabajo, en el estudio jurídico donde trabajo desde mi graduación en 1.984.



Después de varios años de mucho trabajo, había conseguido una habilitación del 5 % sobre los resultados del año, obviamente aparte de los honorarios que me correspondían por los casos llevados.



El dueño del estudio es un abogado, con mucha experiencia y dos socios minoritarios. El Dr. es muy juerguero y mujeriego, vivia desde hacia mucho tiempo solo, pero simpre muy bien acompañado. Es lo que se define como un viejito verde-baboso, las chicas eran su debilidad.



Así comenzamos con Karina a diseñar los pasos a seguir con el objeto de conseguir lo buscado.



Los viernes, me pasaba a buscar por el estudio, en la zona de Retiro, a última hora y generalmente estábamos el titular uno de sus socios y yo, las chicas ya se retiraban a esa hora 19:30, Karina siempre vestida en forma infartante, no dejaba de pasar desapercibida para el viejo cazador, siempre acostumbraba a saludarla, besándole la mano y mirandola a los ojos le daba un suavecito legüetazo sobre la misma, ella le contestaba con una pícara y cómplice sonrisa.



Así fueron trascurriendo los viernes, hasta que convinamos con Karina, que yo me iba a retirar mas temprano y que ella llegase más tarde, para garantizarnos de la soledad del viejito y pusiese en marcha todas sus armas seductoras.



Yo había arreglado con unos clientes de entevistarnos en sus oficinas a culminar unos contratos y le comente al Dr. que no había podido avisarle a Karina del cambio de planes y que cuando llegase le explicara que ya regresaba y que me espere unos momentos.



Ese viernes, recuerdo que era fines de mayo, estrenó toda una línea de cueros, que iban desde las bucaneras, la minifalda, la chaqueta, la blusa de seda, las medias caladas  la ropita interior y hasta el perfume, recuerdo que era uno nuevo de Dior.



Karina llegó a la hora acordada, la recibió Don Emilio y le comentó que había salido  a ver unos clientes etc, la invitó a pasar a la recepción principal, con vista al Rio, la invitó a sentarse, no sin antes de halagar su belleza y buen gusto para vestir.



Karina se sentó frente a Emilio, dejándo al cruzare sus piernas practicamente toda la pierna al decubierto, la pollerita le llegaba a tapar muy poquito y practicamente dejaba ver su lenceria.



Don emilio, le sirvió un wisky y comenzó a desplegar todas sus artres de seductor incorregible, ella le seguía el tren y le pidió permiso para sacarse la chaqueta, que con el wisky y la calefacción le daba mucho calor, al sacarse la chaqueta, Don Emilio la ayudo a retirarla y cuando fue a colgarla, Karina aprovechó para desabrocharse un botón mas de su blusa, quedando a la vista las tazas de sus pequeñas y hermosas tetas.  



Don Emilio le comentó que le gustaria invitarla a navegar un fin de semana en su barco por el delta del Tigre, si habría algún problema o inconveniente para ello, ella le contestó que luego de charlarlo conmigo, no cree que me opusiera a ello y que lo diera por hecho.



Cuando yo regresé pasadas las 20:30 la situación estaba muy avanzada, y Don Emilio nos propuso ir hasta Puerto Madero a cenar y de paso aprovechar para comentarle como había salido el tema con los clientes.



En la cena Karina, me comenta que la había invitado a navegar por el delta del Paraná un fin de semana, si tendría algún inconveniente en ello, manifestándole que para mi era un honor que Don Emilio, invitáse y agasajáse a mi mujer. La cena finalizo con un brindis por la nueva relación y el futuro de nuestra amistad y los éxitos del estudio, etc.



Varios viernes, cuando Karina venía a buscarme, Don Emilio nos invitaba a cenar y a recorrer distintos pubs de la zona norte, donde se fue acrecentándo el vínculo entre ellos, bailando karina con Don Emilio y besándose como a escondidas mias.



Así se fue preparando el camino  hasta el fin de semana de septiembre, en que se concretó la salida a navegar, yo la llevé hasta el amarrradero y se la entregué literalmente.



En ese primer viaje, Karina fue cuotificando su entrega, dejándolo con deseos de mucho mas y así poco a poco lo fue enredando en sus redes y conseguir que fuese mejorada mi situación en el estudio, hasta llegar al 25 % del mismo que poseo hoy, como consecuencia de las artes y delicias de mi amada Karina. 


Datos del Relato
  • Categoría: Confesiones
  • Media: 8.92
  • Votos: 13
  • Envios: 0
  • Lecturas: 7615
  • Valoración:
  •  
Comentarios


Al añadir datos, entiendes y Aceptas las Condiciones de uso del Web y la Política de Privacidad para el uso del Web. Tu Ip es : 3.145.106.176

2 comentarios. Página 1 de 1
mi_quim
mi_quim 19-02-2016 10:47:17

delicioso el relato...me encantaria desenmarañas las "artes y delicias de tu amada Karina", una vez mas KayCa genios

Fernando
invitado-Fernando 08-04-2015 22:47:26

Espectacular situación amigo, te envidio porque mi mujer no le gusta y se niega a darme el placer de verla con otro hombre, Me mato a pajas pensando en esa situación.

Tu cuenta
Boletin
Estadísticas
»Total Relatos: 38.525
»Autores Activos: 2.283
»Total Comentarios: 11.907
»Total Votos: 512.108
»Total Envios 21.927
»Total Lecturas 106.079.833